│Aᴅʀɪᴇɴ Aɢʀᴇsᴛᴇ│
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Bᴀɪʟᴀ... ꜱɪɴ ᴅᴇꜱᴄᴀɴꜱᴏ.
Uɴ ɢɪʀᴏ, ᴘᴀʀᴀᴅᴀ, ꜱᴀʟᴛᴏ...
Se tropezaba una y otra vez, se levantaba otras tantas, y volvía a retomar el ritmo. Lo que ella no sabía era que lo que estaba haciendo, no era bailar... era viv...
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𝐕𝐈́𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀 𝐍𝐀𝐕𝐈𝐃𝐄𝐍̃𝐀 𝐈𝐈 𝑈𝑛 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑎𝑛𝑔𝑒𝑙
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Los regalos en el día de navidad solo llegaban a llenar un pequeño lugar de la felicidad de la fecha, no era quién para pedir a los demás de dejaran este día de familia para pasarla en soledad... de solo pasarla con una niña la cual no tenía ninguna relación, tenía miedo de pedir a los demás que se quedaran conmigo.
La noche llegaba, dejaba que Elena me arropara y deseara la feliz navidad antes de marcharse y que solo los de seguridad que contrataban mis padres se quedaran para vigilar la casa y a su hija pequeña que no podía acompañarlos a sus cenas importantes o su festividad compartida con gente de negocios.
La casa estaba vacía, tan grande que mis sollozos se perdían en el espacio, saliendo de mi habitación a el pequeño sótano en la cima para escabullirme y quedarme en la cima sobre el tejado para sentir un poco de las fiestas. Todos compartiendo en familia cuando me dejaban sola, imaginaba estar algún día rodeada de mis seres queridos compartiendo una comida deliciosa cerca de la media noche, que incluso estuvieran otros niños y que todos los regalos bajo el árbol sean para todos y compartamos nuestra felicidad por tener esos regalos...
Dejé de ver a mis padres en medio de la fantasía, los omitía y solo veía a desconocidos, era solo la imaginación de una vida perfecta. El árbol de navidad tenía muchos regalos, todos ellos solo con mi nombre y los que yo ponía, se quedaban hasta que el árbol fuera desarmado y mis padres nunca abrieron los regalos que preparaba para ellos, yo no quería abrir más de los que ellos pedían que me compraran, estaba cansada de que sus empleados se equivocaran con mi talla de ropa, que incluso no supieran si era una niña o un niño, que muchos regalos se repitieran y que si le decía a mis padres, lo obviaban.
De una forma extraña, cumplía mi fantasía de una navidad perfecta, finalmente sentirme en compañía aunque fueran completos desconocidos.
Más estando Adrien Agreste la nueva persona que entra a mi vida, no esperaba que la vida diera este giro y estuviera en medio de este cambio.
Compartía en medio del pasillo de un hospital con otras personas, la comida no era mucha, pero suficiente para todos, los regalos aún no estaban listos, pero no me importaba quedarme toda la noche envolviéndolos, quizá los encargados del hospital no tomarán de buena manera esta reunión imprevista entre todos los internados, pero contamos con el apoyo de los que se quedaron, el personal que trabaja en el hospital.
Los niños juegan entre ellos, las personas de edad avanzada cuentan varias anécdotas interesantes y algunos niños llegan a escucharlos con mucha atención, como otras personas hablan de sus vidas con nuevos amigos que hicieron, como algunos padres y visitantes que se quedaron en el hospital ven a sus familiares contentos por esta noche, incluyendo a algunos que no ocultaron su nostalgia...
