➴ 𝟐𝟕.

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𝐆𝐀𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐑𝐎𝐈𝐒 𝑌𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑟𝑜𝑛𝑎

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𝐆𝐀𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄 𝐃𝐄 𝐑𝐎𝐈𝐒
𝑌𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎 𝑐𝑜𝑟𝑜𝑛𝑎

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Vasilevsky, Katia Vasilevsky una mujer muy importante que ha sido bailarina de ballet por muchos años que dejé de contarlos desde que cumplí 10, aún con su avanzada edad seguía interpretando papeles importantes en la danza, no se limitó solamente al ballet por lo cual apareció en algunas películas francesas bailando, a viajado por mucho tiempo aprendiendo distintas danzas y cautivando al mundo en ese tiempo.

Asistí a su interpretación de Odette cuando era una niña, era mi ejemplo a seguir.

Claro... ella si tenía el apoyo de sus padres ya que su padre hace años enseñaba en la academia de ballet en la que tenía oportunidad de aprender.

Más ansiaba conocerla a ella, ella organiza las obras, pero al parecer a retomado sus viajes... ¿Y un nieto? Sabía que se tenía una familia, pero es complicado porque se separó de su esposo y él obtuvo la custodia de su única hija.

Su nieto ahora sigue sus pasos, su hija no los siguió y se rumoreaba que por eso se distanciaron.

Leí la carpeta completa que Tony trajo, poca información sobre Katia Vasilevsky pero bastante de su nieto "Fabricio", incluso sabe danzas de las que nunca escuché, para su edad es demasiado, pero debe de tener el talento natural de su abuela.

¿Por qué elegirme a mí para entrenar a su nieto?

―Creo que alguien me ganó.

Salí de mis pensamientos, desde que Tony se marchó no hice más que pensar en Katia Vasilevsky, en recordar como me influyó mucho en lo que elegí y más... en imaginar que puedo verla en persona.

¡Esta es una oportunidad una en un millón!

Me centré tanto que no escuché a Adrien entrar y veía desilusionado la Galette que Tony trajo, traía una en una mano.

―Podemos compartir ―guardé la carpeta en el cajón de la mesa―. ¿Elena te lo mandó?

―Tal vez me enseñó a hacerlo ―dejó la Galette en la cama junto al que me trajo Tony―. Primero ¿Cómo te fue con los análisis?

―Aún duele, pero pasa ―observé mi brazo de reojo. ¡Dolió mucho!

―Aceptaré por el momento la respuesta ―se quitó el saco y lo dejó colgado detrás del asiento, luego fue hasta la gran mesa en una esquina de la habitación, tenía dos platos en ese lugar―. ¿Alguien te visitó?

―Si ―contenta alcancé la Galette que Tony trajo, dijo que lo compró en la tienda famosa que hace las mejores Galettes―. Tony, me trajo la Galette.

𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 ── Adrien Agreste & ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora