𝐄𝐏𝐈𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄

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Como las cosas pueden cambiar en solo un día.

Cerré cuidadosamente la puerta, si estaba en lo correcto Bejamin estaría en su habitación haciendo su tarea, mamá en la cafetería atendiendo junto a papá y tal vez no se den cuenta que acabo de llegar.

Subí por la entrada del segundo piso, no estaba lista para responder algunas preguntas que mamá me haría, pero tampoco vine a quedarme, solo vine por unas cosas y un cambio de ropa.

Como imaginé, cerraron las calles el día anterior y no hubo tormenta en la noche así que... es medio día y sigo con la ropa de hace dos días. Claro que mamá se dará cuenta que algo pasa.

Me quité los zapatos para pasar por la sala y el pasillo hacia mi habitación, la habitación de Benjamin estaba en medio así que temí que pudiera escucharme. Su puerta estaba abierta, pero él no estaba dentro así que respiré aliviada, supuse que debe estar en la cafetería ayudando.

Su cuarto apesta a queso.

Entré a la mía y me encerré para tomar mis cosas y cambiarme de ropa.

Me quité el gorro que Adrien me prestó, fue lo primero que metí a una pequeña maleta que tenía en casos de viajes sorpresas. Creo que con una llamada bastaría para que sepan que me encuentro bien, por lo menos evitaría las preguntas de Benjamin.

Ese chico sabe como sacar la verdad.

Metí solo algunos cambios de ropa, preparé mis medicamentos como para una semana anotando en mi agenda. Mientras buscaba estos di con el sobre que oculté por si Benjamin revisa mis cosas.

No sé que hacer con esto ahora...

Aún me queda un mes para pensar en las cosas, pensaba solo pasar ese tiempo en familia, pero ahora que las cosas están tomando otro rumbo, pienso que tal vez no sea necesario... Me confunde.

Lo guardé de vuelta y varias cosas junto a este, es un cajón con seguro así que no lo encontrará Benjamin o cualquiera que busque entre mis cosas. Aún tengo tiempo para decidir que voy a hacer, solo quiero pasar los siguientes días sin pensar en ello.

Me cambié de ropa y llevé un abrigo extra conmigo.

Cuidadosamente abrí la puerta de mi habitación, la cerré con seguro y dispuesta a irme, me encontré a Benjamin en la sala llevando un plato de queso camenbert, con razón apesta su habitación.

𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 ── Adrien Agreste & ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora