𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 ── Adrien Agreste & Reader

➴ 𝟎𝟔.

𝐋𝐀 𝐏𝐑𝐈𝐒𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐂𝐈𝐒𝐍𝐄
𝑈𝑛 𝑎𝑘𝑢𝑚𝑎

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Majestuosamente, los telones se abrieron y el comienzo del segundo acto estaba por empezar. Dance of the Little Swans una parte del Lago de Cisnes, era la primera participación en una obra real que tuve, yo era una de los pequeños cisnes a mi edad de 8 años, para entonces me esforcé mucho en poder tener pasos perfectos y era mi primera vez en escenario con mi obra favorita.

Antes solo era parte de los extras, cosa de segundos solo para que participe por mi falta de perfección en mis pasos, ser parte de los pequeños cisnes fue mi motivación a seguir, el tiempo me llevó a lograr algo que me importaba realmente después de un gran esfuerzo que tuve que hacer.

Esa fue la primera vez que estuve en El Lago de los Cisnes, entre los niños que éramos parte del elenco, la mejor se llamaba Isabella. Veía mi esfuerzo y me aconsejaba para mejorar, pero luego ella dejó el ballet porque no era algo que quería, no le gustaba tal y como me encantaba a mí, pero tenía la habilidad de sacar pasos perfectos, en nuestra primera obra del Lago de los Cisnes, ella fue el cisne blanco y negro.

Y ahora me encontraba en ese momento, cuando formé parte de los pequeño cisnes. Elena, Tony y Arthur estaban viéndome, los asientos de mis padres estaban vacíos y a pesar de mi papel, ellos me felicitaron como si hubiera tenido el principal.

Alegre por sus aplausos, logré hacerlo perfecto por un momento... hasta que tropecé y me solté de las otras niñas que continuaron bailando sin percatarse de que caí.

La verdad era que, en ese momento era una niña de 8 años, al caer volvía a tener mis 17 años, caí al suelo y mis zapatillas desaparecieron, estaba descalza en el suelo con repentinas heridas en los brazos, un espejo apareció de la nada detrás de mí y noté una pulsera de hierro en mi mano izquierda, era muy pesada.

Me levanté y miré en el espejo, una sombra detrás mía tomó el brazalete, sus manos cómo garras rozaron la piel de mi brazo y me causó un escalofrío. Volteé para alejar a esa sombra, pero en ese momento yo estaba entre sus manos como un cisne.

Su mirada me llenó de miedo, no podía extender mis alas, era muy pequeña comparada con él, solo sus ojos y manos son visibles, me impide volar, me tiene atrapada.

Sus manos empezaron a cubrirme, yo traté de gritar, pero la falta de la sonrisa de esa sombra me llenó de tristeza, mi corazón se oprimió como sus manos flaquearon en mi captura.

Logré levantar mi ala derecha, toqué su mano, dudó en hacerlo, pero finalmente me encerró entre sus manos.

Pero no era todo, al estar entre sus manos, pude ver a otro cisne de otro lado, mis plumas brillaron, pero las suyas se apagaron, me acerqué y noté que con cada paso, mis plumas comenzaron a caerse hasta que recuperara mi forma real, menos mis manos que siguieron siendo las de un cisne.