Xander
Decir que estoy distraído es poco.
Desde que Rebeca dejó el apartamento, me siento vacío, extraño, en duelo.
Apenas puedo concentrarme en el trabajo y Walter, que está cerca de mí hoy, no pierde la oportunidad para señalar que algo me pasa.
—Habla conmigo, muchacho —lo observo cuando se quita el casco para limpiarse el sudor de la frente.
—No pasa nada —le respondo—, solo estoy cansado.
Hace una mueca.
—No entiendo por qué estás aquí, eres arquitecto, no constructor.
—Me gusta involucrarme en los proyectos —digo.
—Y necesitas una distracción —me mira con intensidad—. Rebeca dejó de vivir contigo, ¿verdad? —no me molesto en asentir, porque ya sabe la respuesta—. Te afecta.
—Es mi mejor amiga, claro que me afecta —carraspea, bajando la incomodidad de esas palabras por mi garganta.
Me observa de arriba abajo.
—¿Te engañas a ti mismo o solo intentas engañarme a mí?
Detengo mi trabajo apilando bolsas de cemento que tendremos que usar para el contrapiso y suelto una risa seca.
—Es increíble como cada persona que está cerca de nosotros se da cuenta de lo que pasa, pero ella ni siquiera lo nota.
Walter golpea mi hombro con su mano, tratando de dar ánimos.
—Recapacitará.
Me remuevo.
—Es feliz con su novio y yo soy feliz por verla sonreír... aunque sea con alguien más.
—Tener todos estos sentimientos corroen tu alma, muchacho. Tienes que decírselo.
Niego.
—Sigamos trabajando, Walt. No quiero pensar en ella, tengo que superarla.
No parece convencido de lo que le digo, pero no me contradice. Nos ponemos a trabajar hasta el mediodía, cuando nos tomamos un descanso para comer. Una parte de mí anhela que Bec aparezca y me traiga el almuerzo, pero sé que no pasará.
Me reúno con los demás trabajadores y preparamos sándwiches de queso para sobrellevar el hambre y soy el primero en regresar al trabajo. Cargar bolsas de cemento, mojar ladrillos, mover cosas de aquí a allá o demoler paredes me distrae de la sensación que lleva conmigo desde que la dejé en la casa de Daniel.
El sudor recorre mis sienes y la parte posterior de mi cuello. Debería darme una ducha, podría hacerlo aquí, pero estoy agotado incluso para eso, así que me subo al Vento, conduzco a casa y más soledad me golpea.
Tras bañarme, me acomodo en el sofá con una lata de cerveza, mientras miro un partido de la liga europea de fútbol. Mi teléfono suena con algunos mensajes, pero, al ver que son de Michelle, los ignoro. Debería contestar, pero necesito pensar en una excusa para decirle que no tengo ánimos de verla. Michelle me agrada y nos entendemos, pero me preocupa usarla como una distracción mientras me ocupo de mis sentimientos por Rebeca. Es una mujer que no merece eso.
Cuando el partido de fútbol termina, tomo el teléfono y reviso el chat con Michelle.
Michelle: Estás libre esta noche? Estaba pensando que podríamos hacer algo, qué opinas?
Me froto el rostro antes de responderle.
Xander: Estoy agotado, realmente fue un día duro. A menos de que quieras hacer todo el trabajo, deberíamos dejarlo para otro día, guapa.
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Se busca amor |Davenport #1| +21
RomanceRebeca y Xander son amigos desde pequeños. Mientras que él se dedica a la arquitectura para la empresa de su primo, ella es una organizadora de bodas. Xander ama a Rebeca, suspira por ella y desea que su mejor amiga y compañera de piso le responda...