ADVERTENCIA: El capítulo contiene escenas de agresión física, abuso sexual y maltrato.
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Rebeca
Abro la puerta de la casa que comparto con Daniel tratando de mantener el silencio. Contengo la respiración, esperando a que su figura aparezca por la cocina o el pasillo que da a la habitación, pero el lugar está silencioso.
Mis pasos y el clic de la puerta al cerrarse es todo lo que escucho y suelto el aliento que contuve mientras me giro.
—¿Dan? —me atrevo a mencionar mientras me quito el abrigo y lo dejo junto a mi bolso en el sofá. Me sobresalto cuando giro a la cocina, notando la figura masculina al otro lado de la isla. Es mi novio, sin dudas. Tiene la expresión libre de cualquier tipo de emoción y me quedo en el marco, mirándolo—. Hola —susurro.
—Rebeca —a pesar de su expresión, mi nombre es mencionado con rabia.
Doy un paso hacia él, apenas respirando. Me quedo quieta al ver las botellas de vino vacías al costado del cesto de basura.
—¿Ha venido alguien? —le pregunto, sabiendo que él sería incapaz de tomar todo eso.
—Mi familia —responde—, y mis colegas —cuando nota mi silencio, añade—: Me dieron el ascenso, Rebeca.
—Dan, qué bien. Eso es...
—Pero me pasé toda la puta noche explicándole a mis padres y mis compañeros de trabajo porqué mi novia no estaba aquí —su pecho sube cuando toma una respiración brusca y se pone de pie—. ¡Porque estabas con ese hijo de puta!
—Dan —levanto las manos para intentar calmar la situación, pero parece que todo empeora—. Tuve que ir al hospital.
—No te creo.
—¿Por qué mentiría?
—¡Porque ese bastardo no hace más que ponerte en mi contra!
Sus movimientos son tan rápidos que no logro reaccionar. Toma una de las botellas vacías de vino y la arroja contra la pared, justo a mi lado. Un temor helado me recorre mientras mis pies se quedan como clavados en el suelo. Incapaz de reaccionar, solo lo miro con terror mientras da zancadas largas hasta mí.
—Dan...
—Esto es lo que estás haciendo con nuestra relación, Rebeca —me tenso cuando pone su mano en mi nuca y, por un segundo, creo que va a empujar mi rostro contra los fragmentos de vidrio que cayeron al suelo—. ¡Miralo! ¡Esto es culpa tuya!
—Lo siento —susurro temblorosa, sin que otra cosa salga de mí.
—Culpa tuya y de Xander —insiste, antes de empujarme contra la pared. El aire abandona mis pulmones cuando mis omóplatos golpean el material duro con un sonido seco y me quedo quieta, tratando de mimetizarme con lo que está tras de mí, aterrada de la versión del hombre que tengo frente a mí.
—Perdón —vuelvo a decir.
Las pupilas oscuras de Daniel se fijan en mí y me mira detalladamente antes de que sus labios se deformen en algo que parece una sonrisa.
—Eres patética —escupe las palabras en mi rostro antes de alejarse de mí. No me muevo. No respiro. No soy capaz de hacer absolutamente nada mientras camina por la sala de estar, toma su morral y sale, dando un portazo.
Mis piernas me aguantan hasta que estoy sola y caigo sobre mis rodillas. Me tiemblan las manos mientras veo los trozos de vidrio que me rodean y un sollozo se me escapa. Me duele el pecho y la visión se me nubla por las lágrimas. Intento calmarme, pero pasan muchos minutos hasta que soy capaz de respirar con un poco más de tranquilidad.
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Se busca amor |Davenport #1| +21
RomanceRebeca y Xander son amigos desde pequeños. Mientras que él se dedica a la arquitectura para la empresa de su primo, ella es una organizadora de bodas. Xander ama a Rebeca, suspira por ella y desea que su mejor amiga y compañera de piso le responda...