☯︎|Capítulo 62|☯︎

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Emily hoy estaba como siempre arreglando a su hermosa princesa pero notó que esta estaba más animada que otros días. Incluso tarareaba bajo, cosa que nunca había hecho.

Hace dos semanas que empezó a acercarse más a Joseph, a pesar de verse muy pocas horas ella era feliz compartiendo los momentos más agradables con la persona qué realmente amaba. Hoy utilizaba un vestido corto color amarillo, junto con algunos accesorios que combinaban.

Y casi nunca se peinaba debido a que le gustaba más como se veía con sus mechones negros sueltos cayendo sobre sus hombros y espalda.

Hoy se vería con el alfa en aquel río, de estas semanas apenas llevaban tres encuentros, muy pocos y poco duraderos pero así eran las cosas.

Salió temprano con la excusa de ir a caminar para despejarse, sino fuera por eso Emily estaría detrás de ella todo el día, y nadie podía saber de su prohibido romance. Últimamente los días pasaban muy rápido, puesto que Malee ya llevaba un mes y medio en el reino, pasó en cuestión de segundos o al menos así lo sintió.

Cuando llegó al río miró alrededor pero no había presencia de su amado hasta que sintió unos brazos rodear su cintura por detrás, era la primera vez que Joseph se había atrevido a tocarla de esa forma. Así que Malee se estremeció un poco al sentir de repente el toque.

—Joseph —sonrió muy linda para voltear y besar la mejilla de su amado quien le correspondió de manera muy tierna.

—Los vestidos cortos te lucen muy bien —admiro las piernas blancas de la chica, parecía una muñeca de porcelana a la que siempre quería cuidar.

—Gra-Gracias —habló algo cohibida.

—Tengo algo para ti —saco algo de su bolsillo y lo entrego en la mano de la menor, cerrando hasta crear un puño.

Cuando Malee abrió la mano vio un hermoso collar de un dije de ángel que le encantó, sus ojos brillaron como nunca antes para tomar y observar a detalle el collar. La cadena era de buena calidad y delgada.

—Es hermosa, gracias Joseph —le sonrió leve pero tenía una duda sobre el dije que resaltaba de aquel objeto —¿por qué un ángel? —hizo un muy pequeño puchero mostrándose dudosa.

—Por que eres como un ángel, son hermosos y delicados. Eres mi ángel, Malee —besó su mejilla provocando que el corazón de la chica se acelerará más de lo normal. Era la primera vez que Joseph la llamaba por su nombre y viniendo de su boca se escuchaba hermoso.
—Llegaste en el mejor momento —volvió a decir.

—Me alegra haber venido aquí. Porque solo así logre conocerte —besó los labios de su amado quien le correspondió posando sus manos sobre la espalda de la omega. Sus huesos sobresalían y eso solo la hacía extremadamente sensual. Cuando terminaron el beso Malee se volteó y le dio el collar a Joseph para que este mismo se lo colocara.

La menor recogió su cabello para facilitarle la tarea al alfa quien al terminar dejó un beso sobre el hombro descubierto de la inocente chica. —Tu piel es muy suave y brillante —le dijo para después alejarse un poco de ella.

—Emily me la cuida mucho —confesó para voltearse y hacer contacto visual con su amado para admirar su sedoso cabello castaño.

—Cierto, ¿ella sabe que estás aquí? —la chica bajó un poco la cabeza negando decepcionada, y es que Emily aparte de ser su dama de compañía era su mejor amiga, pero a veces llegaba a ser muy exigente, ya que era una de esas personas obsesivas que creía que se debía acatar cada regla.

Si le contaba sobre su sentir hacia Joseph quizás hasta haría lo imposible por separarlos.

Y ahora más que nunca Malee quería evitar eso, era la primera vez que se enamoraba tan profundamente, tuvo un amor hace poco con el hijo de una sirvienta del reino rojo pero cuando la mamá de su ex amado los descubrió mandó muy lejos a su hijo.

La empleada por supuesto sabía el castigo que le esperaría a su hijo por eso los alejo, claro que sus madres no se enteraron de esto, a pesar de que nunca tuvieron contacto físico si visual y convivían mucho como para llegar a gustarse. Esta vez no quería ser separada de su amado.

Podría decirse que aquel hijo de la sirvienta fue su primer inocente amor, pero Joseph...Joseph era el amor de su vida de eso estaba segura. Porque su mismo lobo lo confirmaba cuando sentía su piel erizarse ante el chico.

—No, y no le dire nada —finalmente respondió a la pregunta del castaño.

—¿Por qué?, ¿no es tu dama de compañía?

—Si pero Emily a veces suele ser muy...obediente por así decirlo —suspiró sentándose sobre el pasto, no podía confiar en nadie y eso a veces era feo, puesto que no podía desahogarse.

—Debes entenderla, es como una segunda mamá, quiero decir...hace lo imposible por cuidarte y que no cometas ningún incumplimiento que te perjudique

—Pero si confío en ella te verá como un enemigo del cual debe protegerme —el chico se sentó a lado de su dama y tomó su mano.

—Quizás si lo sea, es peligroso lo que hacemos

—¿Por qué sigues diciendo eso?, no sé ni siquiera dónde está Jeff, a él no le afectaría esto

—No estes tan segura...y deberíamos volver, esta empezando a hacer frío —sugirió y volvieron así sin decir nada más. Este encuentro había sido más corto que los anteriores.

Cuando Malee regresó para su suerte se encontró con Emily quien parecía tener entre sus manos sábanas y cobijas nuevas. Cuando miró a la princesa frunció su ceño y se acercó.

—¿Donde estabas?, Jeff te estaba buscando

La princesa parpadeó lento sorprendida por eso, nunca la buscaba entonces se le hizo raro el tan solo imaginarse a Jeff buscándola o preguntando por ella. —¿Je-Jeff? —tartamudeó.

—Sí, no se para que pero quería hablar contigo

—¿Sabes dónde está ahora?

—No, debe estar en su despacho, casi siempre está ahí —Malee asintió para salir corriendo a la habitación, solo esperaba que no se tratara de algo malo.

Era muy sospechoso que su prometido que nunca está al pendiente de ella la estuviera buscando.

A decir verdad hace días no lo había visto ni siquiera cuando era llamada para comer, Emily era la que había estado acompañándola.

.....⚜️.....

Pinya estaba sentada a lado de Jeff tratando de tranquilizarlo, la mando a traer pero nunca supo para que, porque el alfa mantenía la cabeza agachada llorando en un profundo silencio.

Y desde que llegó había sido así, la frustración empezaba a presentarse en ella, su príncipe estaba llorando y ni siquiera sabía los motivos.

—Jeff...¿por qué estás así?, ¿tu padre otra vez te hizo algo? —cuando dijo eso sintió que estaba tranquilizando a un niño, preguntándole si acaso había sido golpeado o agredido por su molesto papá.

Pero no obtuvo respuesta alguna del alfa más que su respiración agitada y sus terribles sollozos llenos de un horrible sentimiento.
—No quiero separarme de él —murmuro tragando saliva al mismo tiempo, refiriéndose a Code.

—Entonces habla con tu padre

—No puedo, es imposible convencerlo —limpio su rostro con sus manos y finalmente miró a Pinya quien ya no tenía soluciones. —Me e rendido —admitió añadiendo un suspiro corto que relajó sus hombros, sentía un alivio por que terminó de llorar todo lo que tenía guardado hace días.
Y mando a traer a su persona de más confianza para no sentirse solo.

—¿Entonces...todo terminará hoy? —Jeff la miró con sus párpados rojizos y sin ganas asintió volviendo a agachar la cabeza.

Todo amor llega a su fin, pero este no fue por decisión propia.

Wʜᴇɴ ʏᴏᴜ ʀᴇᴀʟʟʏ ʟᴏᴠᴇ sᴏᴍᴇᴏɴᴇ | 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔𝒆 (BibleBuild). [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora