ו|CAPITULO 40 - SERÉ YO|•×

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—¿Esta todo bien?

Cuando termine mi charla con mamá simplemente me di la vuelta y salí de ahí. Tengo que escoger entre matar a muchos niños o simplemente subir a la arena de juego.

—¿Ray? ¿Que ocurrió?

La mayoría de los chicos están frente a mi, me sentía como hace años cuando mamá nos regañaba a Emma y a mi después de entrar a la habitación de Norman cuando estaba enclaustrado por enfermedad, todos esperando a que dijera que castigo me habían puesto, solo que está vez me han dicho mi condena de muerte.

—No es nada grave no hay de que preocuparse.

—¿Estás seguro?— Gilda se acerca a mi, miro a Gillian y ella entiende todo a la primera.

—Si, es solo que adelantarán mi juego de presentación.

—¿Que?

—¿Todos están aquí? ¿Quien se quedó vigilando a los demás chicos?

—Michelle está allá, pero explicanos que paso por favor.

Trato de no decir nada y simplemente salgo corriendo al patio central, todos los chicos nuevos estaban ahí, eran un aproximado de cincuenta, posiblemente más, pero hay algo aue me preocupa.

«El chico que es el jefe de todos ellos podría causarte problemas, es alguien con un carácter igual al de Bayón, así que ten cuidado en dónde lo dejas»

—No hay que dejarla sola mucho tiempo, vamos.

—¿Por qué? ¿Que pasa?

Todos me siguieron cuando empeze a correr, había una gran multitud de niños que se alejaban y otros entraban a su cuarto asustados.

—A ver, a ver. Por lo que entiendo tu eres la jefa de aquí.

—Soy la mayor.

—Osea la más vieja— Michelle apuntaba con su arma hacia un chico alto que al parecer tenía de rehénes a cinco chicos —Bueno, el punto, no puede haber dos personas al mando aquí, asi que hasta que nuestra estadía aquí acabe me gustaría que me tratarán como su superior, no creo que eso sea un inconveniente ya que eres algo vieja, de todas formas es cuestión de tiempo para que mueras.

—De tu boca solo saben salir estupideces por lo que veo.

—Veo que no estás al tanto de tu posición, estúpida.

Su pistola se alza, está a punto de dispararle a uno de los chicos.

—Dejalos en paz— Gillian apunta hacia el mientras yo camino al frente.

—Veo que buscas al jefe de aquí, bueno me presento. Me llamo Ray— su cara refleja satisfacción, es obvio que me esperaba con ansias ya que apunta su arma hacia mi y los cinco chicos detrás de el me apuntan también —Veo que tienes a tus perros detrás, pero creo que te ganamos en número.

Un pequeño dejavú viene a mi mente, es totalmente injusto lo que ocurre cinco contra  trece.

—No pareces estar en condición de tener peticiones, te superamos tanto en habilidades como en número.

—¿Como un bastardo de tan solo catorce puede liderar a todos aquí? Debes de ser alguien excepcional, lastima que todo acabará para ti rápido— nuevamente apunta hacia los chicos frente a él que están en el suelo —O se mueren ellos, o te mueres tu.

El que tenga a los rehenes no es problema, a decir verdad si fuese el mismo de antes los dejaría morir sin importarme, pero hice una promesa.

—¿Que tal un juego?— el solo me mira confundido

—¿Un juego?

—Si, un simple juego al azar— sonrió frente a el mientras lanzo una moneda en mis manos —Si ganas, te dejare ser el líder, si pierdes te aguantas y nos sigues, ¿Que dices?

El solo sonrie y entonces dispara en el brazo de uno de los chicos.

—¿Y si mejor te dejas de tonterias y te disparas?

—Bien, ya entiendo que ocurre— el solo me ve, no despega la mirada de mi —Tienes miedo, bueno es entendible con alguien como tú— Puedo ver cómo se molesta, Gilda me mira y me dice que es mala idea, pero por detrás Zack y Paula empiezan a moverse junto a Violet, Sandy y Sonya. Oliver y Gillian sigue a mi lado y los restantes alejan a los demás niños —Sinceramente no me importa si los matas, has lo que quieras.

Al ver mi desinterés solo baja su arma y da unos pasos acercándose más a mi.

—Un juego solamente— sonrió y trato de acercarme, pero el vuelve a apuntarme con su arma —Si ganó, no solo te suicidas, si no que antes, los matas a ellos y a la rubia a tu lado.

Miro a Gillian, ella no despega la mirada de los otros chicos quienes ya fueron derribados. Solo sonrie y acepta.

—De acuerdo, pero si gano tu y tus chicos harán lo mismo— está a punto de voltear cuando muevo la moneda y me mira nuevamente —¿Listo?

Lanzo la moneda al aire.

—Elijo cruz.

Trato de tomar la moneda pero cuando el alza los brazos para tomarla disparo en sus hombros haciendo que caiga al suelo mientras sangra.

—¡Bastardo! ¿Quien te crees que eres?— ve a su alrededor, los chicos detrás de el ya están en el suelo inconscientes y los chicos heridos están siendo atendidos.

—No me gusta que vengan a amenazar a mi gente, todos ellos son mis compañeros y te metiste con ellos— me acerco a el, piso su hombro y más sangre empieza a salir —Te siguieron que a la próxima seas más precavido, bueno, no hará próxima a decir verdad.

—¡Maldito bas...!— grita, pero disparo directamente en su cabeza.

—Al fin se cayó— todos los demás chicos me miran, nadie parece querer acercarse —¿Alguien quiere un juego?— Todos permanecen cayados y simplemente empiezan a retroceder —Ahora que estarán acá es importante que sepan que hay reglas.

—Deben apegarse o terminarán igual.

El acomodo de todos ellos empieza, varios me miran con odio mientras el cuerpo del chico es llevado a otro lado.

—¿Esto estuvo bien?

—No lo se, no creo que para los altos mandos sea suficiente.

—¿A qué te refieres?

Todos se reúnen y se acercan a mi, están esperando una explicación a lo que dije hace un rato.

—Hable con Isabella, ella me dijo que si no ocurre una gran purga aquí, serían adelantados los juegos de varios de nosotros.

—¿Y de quienes?— miro a Gillian y solo suspira.

—Yo iré primero.

—Sabes que eso no está en discusión, así que vas a tener que abstenerte de pensar en hacerlo, por qué el que subirá a esa arena de juego seré yo. 

EL JUEGO DE LA SUERTE | TPN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora