Sinceramente en toda mi vida jamás pensé que tendría que pasar por esto, nunca me cruzo por la mente la posibilidad de tener que entrar en un juego del cual mi vida estuviera en peligro sobre la mesa. Siempre pensé que tendría un gran trabajo en algo extraordinario y ayudaría a mis hermanos del orfanato. Ahora tengo la oportunidad de ayudarlos, mandándoles dinero para comida, ropas y otras cosas igual que lo han hecho mis demas hermanos que salieron de aquí a costa de la vida de otros, ¿Ellos en donde estarán?
Sin importar en donde estén o lo que sea que les pasará, espero que se encuentren bien y les agradezco que hayan ayudado a la casa por mucho tiempo. Se que después de dos meses volveré a casa y ahí tendré el resto de mi vida, apenas cumplí diez ¿Que más quieren que haga? Ya no estoy dispuesto a alzar esa pistola frente a cualquiera que esté frente a mi. Solo quiero salir de este lugar.
Mis ojos se abrían lentamente mientras me daba vuelta en mi cama, ¿Cuánto tiempo había dormido?
—Buenos días— miré al chico que estaba sentado en la cama al frente mío, solo parpadee un poco y me volvía a recostar.
«Se suponía que estaba cerrado»
—¡Mierda!— mis sentidos volvieron y fue entonces que tome el arma en mis manos apuntando hacia el —¿Cómo entraste?
—Nigel es muy bueno con todos los partos y cosas difíciles de abrir, el me ayudó.
Se veía tan despreocupado, tan sereno que no sabía si sentirme asustado, confundido o temeroso. Además, ahora que recuerdo es aquel que salvo mi vida el día de ayer.
—¿Estas asustado?— solo negué bajando el arma, no se veía con malas intenciones y si las tuviera, entonces ¿Por qué me había salvado esa vez? Tal vez quería hacerlo con sus propias manos —¿Que tal si jugamos un juego?
Por mas malos presentimientos que pasarán por mi cabeza mi cuerpo reaccionaba de forma diferente, era como si la confianza que tuviera con el fuera de años.
—Paso— y así se sentía ya que ahora me estaba recostando nuevamente en la cama tapandome por completo con la sábana.
—Anda, será rápido— pude sentir como se acercaba a la cama y se sentaba justo detrás de mi y apesar de tener la sábana encima de mi cuerpo completo podía sentir su mirada pesada sobre mi, era totalmente molesto —Si ganas te daré una de mis cartas.
Esa propuesta me había tentado mucho, pero no sabía de dónde había salido tanta codicia en mi, tal vez era un efecto secundario del juego.
—Escoje, cara o cruz— ni siquiera me quite la sabana de encima solo suspiré hundiendo todo mi cuerpo aun más en la cama —Vamos, puede que la suerte este de tu lado.
—Cara— no esperaba nada, de todas formas yo no había apostado nada, no tenía nada que perder.
—Vaya, es cara— Lo escuché e inmediatamente quite la sabana de mi cara, estaba impresionado y de seguro el lo había planeado, no era posible que eso pasara ¿O si? —Tuviste suerte, ¿Otra ronda?
Era obvio que me iba a negar.
—De acuerdo.
—Bien, pero está vez apostaremos dos cartas— el mostró sus caras frente a mi habían tres en total.
Me senté de forma correcta en la cama y solo mire como lanzaba la moneda en el aire, es un simple juego a suerte y debido a que está permitido es obvio que las cartas que gane pasaran a ser mías de forma justa.
—Elije.
En un juego que es de 50% la probabilidad de ganar es aún mas interesante y emocionante el apostar por qué es obvio que nunca sabes que va a pasar.
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EL JUEGO DE LA SUERTE | TPN
FanfictionA los 10 años en esta casa se te hace ir a un lugar secreto para poder escoger entre dos cosas: ser adoptado, o poder servir a los horfanatos que están vinculados con Grace Field. -Yo no debo ser adoptado ya que hice una promesa con alguien. Una pr...