•×|CAPITULO 7 - EL MAS PEQUEÑO|ו

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18 de enero, 2044
07:26 am

—¡Arriba dormilón!— un fuerte golpe directo en mi cabeza fue lo que me despertó, pero apesar de que fue con fuerza no me dolió tanto como lo pensaba, más bien había sido golpeado con un objeto suave —Vaya, vaya, parece que el dormir con el jefe te sentó muy bien, te ves renovado.

La chica que la vez pasada me había salvado del idiota que trato de matarme estaba frente a mi mientras me sonreía.

—Vamos Gillian, no le hables así al prodigio— El chico de gorro café la acompaña y al parecer ya se el nombre de uno de ellos —Buenos días Ray, ¿Que tal dormiste?

—Bien... Gracias— el me estira su mano frente a mi, dudo un poco en estrecharla pero aún así lo hago y entonces siento un tirón que jala mi cuerpo hacia el frente

—Menos mal por qué este dia tendremos una práctica de tiro y nos encantaría ir en grupo contigo, ¿Te gustaría?

Su entusiasmo puede contagiarse, aún así dudo un poco, parece un loco, pero algo me dice que no es así, que muy en el fondo podre confiar en el de cierto modo.

—Ya basta Gillian, Nigel, dejenlo en paz— al fin alguien más hablo y al verlo me doy cuenta de la situación en la que estoy —Aun falta una hora para que la clase empiece, dejenlo dormir un poco más.

—Pero jefe, usted fue el que ayer nos dijo que lo convencieramos para que viniera con nosotros, si se niega ahora tenemos al menos una hora más para que cambie de opinión, ¿Verdad Ray?

Oliver se levanta y ve con mirada amenazante pero a la vez vergonzosa a ambos, podía jurar que tenía un pequeño rubor en su cara que lo delataba.

—Ahh.. yo la verdad no lo se— miró de reojo a Oliver nuevamente, no entiendo por que lo llaman jefe pero se ve que el es el que manda en ese pequeño grupo —tal vez me guste dormir un poco mas.

—Pero después de eso vendrás con nosotros, ¿Verdad?

—Di que si, di que si, por favor— Gillian junta sus dos manos frente a mi mientras me ve con una cara de niña buena, pero al recordar que no dudo en matar a aquel chico que me iba a hacer daño esa vez me hace que lo reconsidere, no creo que sea alguien la cual deba de engañar o incluso tratar de acabar con ella, incluso tal vez me convenga tenerla de mi lado.

—De acuerdo— acepto más a la fuerza que por ganas, de todas formas algo me dice que no me podré safar de ellos en el resto del día, pero no creo que sea algo tan molesto.

—¡Yay!— ella brinca y toma mis manos sonriendo mientras se acerca un poco a mi —Espero que aprendamos mucho el uno del otro en este día, prodigio.

—No me llamen así...

—Pero ese es tu apodo, ¿No te gusta? A Oliver le decimos jefe desde que lo conocemos, ¿Verdad?— Nigel ve hacia Oliver quien se volvía a acostar en la cama tapando su cabeza por completo con la manta —Bien ya entendimos, los dejaremos solos para que descansen.

—¡Nos vemos más tarde, prodigio!

Ambos se alejan, todavía hay varios niños en la habitación y parece que ya han empezado a hacerse de amigos, después de todo solo tenemos diez años.

EL JUEGO DE LA SUERTE | TPN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora