EL JUEGO DE LA SUERTE | TPN

•×|CAPITULO 37 - DE MI LADO|ו

No parece nada justo lo que esta ocurriendo, aún así los chicos no parecen querer retroceder y no es hasta que uno de ellos toma su arma y trata de dispararme que Michelle le dispara nuevamente hasta hacerlo caer al suelo.

—¡Charlie!

Una de las chicas va corriendo hacia el, la bala que Michelle le disparó fue directo en el brazo y no parece querer cesar la sangre.

—¡Charlie, aguanta!

Todos lo miran y nadie hace nada, si no más bien Michelle coloca más balas en su pistola sin que los demás bajen sus armas.

—Carajo.

No tengo de otra más que levantarme y hacer a un lado a Gillian, me acerco hasta el chico y veo su brazo, la niña a su lado se ve aterrada, era la misma cara que yo tenía cuando supe que Emma no iba a volver.

Por un momento mi corazón duele y solo puedo quitarme la playera que traigo puesta y la coloco en su brazo deteniendo la sangre. Veo a los otros chicos, se ven preocupados y aunque sus heridas no son la gran cosa como la de el no parecen querer huir, si no mas bien se acercan a su compañero y me miran desesperados también.

—Ayúdalo, por favor.

Otros ya hubieran huido, pero ellos no dudaron en mantenerse juntos y se quedaron a su lado.

—¡Necesito algo para extraer la bala! Alcohol y vendas— ellos son buenos, ellos necesitan entrar en el plan.

—Pero Ray, ellos...

—¡Rápido! ¡O el se desangra!

Miro a Gillian con desesperación, ella solo sale corriendo hacia el pasillo y Nat, Anna y Gilda la siguen.

—Hay que hacer presión en lo que llegan los utensilios, Anna sabrá que traer para curarlo, tranquilo.

Zack va a mi lado y me ve sin ninguna expresión en su rostro.

—Ray— ahora Oliver se acerca a mi, me toma por detrás poniéndome encima una camisa roja para cubrirme, mi anterior playera está completamente llena de sangre, es un desperdicio ahora —Debes cubrirte, no dejes que nadie te vea así.

Le sonrió y volteo a ver a los demás chicos, varios admiraban simplemente como espectadores, sin querer meterse a la confrontación. Los otros tres chicos están a un lado de Zack quien sigue con el chico. Pronto Anna y los demás llegan con un botiquín y las demás cosas para empezar a curarlo y así una pequeña operación comienza justo ahí.

—¡Escuchen! No estoy aquí por qué quiera, si fuera por mi seguiría en esa casa o simplemente mejor me hubiera suicidado. El punto de que esté aquí es por qué quiero ayudar, se supone que somos un equipo y si tenemos más riñas cómo estás tendremos más bajas que otras cedes, lo mejor es trabajar en equipo y evitar que más cosas así pasen.

Todos los que estan por los pasillos me miran mientras se se escuchan los quejido bajos de dolor del chico que siguen curando.

—Dentro de unos días llegarán chicos de otra cede— al decirlo varios susurran, parece que nadie había sido avisado de eso —Todos los que vienen son sobrevivientes de un maldito accidente causado por una pelea igual a esta, ¿De verdad quieren seguir así? ¿Que ni siquiera en este lugar se puedan sentir seguros? Entiendo que no quieren bajar la guardia y entiendo que tengan miedo, después de todo solo somos niños traídos para estar en un infierno.

—¿Y a ti que te importa? Tu tienes privilegios aquí, ¿O no?

—¡Si así es!

—¡Mejor te hubieras quedado en otro lado!

—¿De qué hablan?— miro a Nigel y automáticamente recuerdo los murmullos de hace un rato —¿Hablan de Isabella? Solo por qué ella es mi madre no tengo por qué tener privilegios, ¿Creen que no me vendería solo por salvarse ella misma?— todos se quedan cayados, pareciera que la conocen muy bien —No soy como ella, no quiero dejar que nadie más muera.

—Pero eso es lo único que pasa aquí, cada que uno va a un juego.

—Es probable que no vuelva.

Todos parecen heridos, es obvio que han perdido a más de una persona importante para ellos.

—¿Dices que puedes terminar con las bajas? ¿Cómo?

—Si entre todos reunimos los recursos necesarios, no será necesario que alguien más muera, podemos hacer que ese 50% de probabilidad de muerte baje a un 26% ¿No les gustaría?

Todos me miran confundidos, creo que no me explique bien.

—¿Que?

—Diablos. Si reunimos el mayor número de cartas podemos hacer que ninguno de aqui muera, o al menos la mayor parte.

—Igual si hay oportunidad, podríamos hablar con los demás chicos de otras cedes, al hacer que un juego termine en empate ambos ganarían, no habría bajas y solo el gobierno perdería, nosotros no— Oliver habla poniéndose de mi lado tomando mi hombro —Si logramos conseguir más cartas que las que ya tenemos ahora podemos ganar fácilmente, no tendríamos que preocuparnos de mucho.

—El hecho de que otros chicos vengan aquí temporalmente nos beneficia, podemos ganar todas sus cartas— Nigel habla también poniéndose a mi lado, cada vez parecen más convencidos.

—Y no solo cartas, también hemos ganado más arma y balas, si somos más podemos tener los recursos necesarios, ¿No sería estupendo?— Sonya también va a nuestro lado, parecen más convencidos viendo detenidamente quienes me siguen.

—No les prometo que no tendremos alguna baja en algún momento, pero si que haremos lo posible para que eso no ocurra, ¿Que dicen?

Todos se mantiene cayados un momento y entonces el chico al que estaban curando habla, tal parece que acabaron y ya se encuentra mejor.

—Entonces, ¿Ya no tengo que tener miedo cada noche pensando que en cualquier momento Ela muera? Somos muy tontos, retarnos entre nosotros cuando estamos sobreviviendo en el mismo lugar, bajo el mismo suelo.

Varios se quedan cayado, Ela solo llora y toma la mano e Charlie, le sonrie y se levanta llendo hasta mi.

—Si me prometes que Charlie estará bien, ¡Entonces cuenta conmigo!— se ve completamente decidida —Si ya no tengo que tener miedo, entonces estaré de tu lado, ¡Solo protege a Charlie!

Todos empiezan a murmurar y son primero los tres chicos junto a Ela quienes ponen al frente sus cartas y automáticamente más chicos se acercan haciendo lo mismo.

—No nos decepciones, por favor— tomo las cartas de Ela y Nigel y Oliver empiezan a tomar las demás.

—No te preocupes, mientras estén de mi lado, todo estará bien.