ו|CAPITULO 54 - SONYA|•×

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La única y simple razón del por qué estoy ahora mismo en este campo de batalla a punto de pelear por mi vida... Es por qué no tuve el valor de suicidarme ese día que descubrí nuestra cruel realidad.

Desde ese día he tratado de mantenerme feliz, mantener una sonrisa que es más falsa que cualquier expresión en mi vida.

No soy la mayor del grupo, mucho menos la menor o la más importante, al menos es así como me siento, pero todos y cada uno de ellos son mi familia, no importa si son mayores, menores o si simplemente son más fuertes, ellos me han ayudado en muchas cosas las cuales agradezco, así que está será la primera vez que les regrese el favor.

Mis piernas tiemblan al ver la silla y la mesa frente a mi, tengo miedo de voltear atrás a dónde están mis compañeros, claro que solo están Ray con Oliver, Aishe y Gillian quien grita mi nombre en modo de porra, pero la verdad es que me aterra aún más ver a aquel que será mi contrincante.

Sigue detrás del escenario intercambiando una palabras con aquel que creo es el encargado de la cede de lambda. El emperador.

Se ve como alguien aterrador y capaz de matar a cualquiera, me aterra el solo pensarlo pero cada vez que siento que estoy por caer al suelo debido al miedo recuerdo aquello que Michelle nos dice siempre que tenemos miedo.

—Despues de todo, también es un niño.

Este mundo ha hecho que personas las cuales tenían cualidades increíbles en aspectos totalmente ajenos a este entorno se hayan marchitado y hayan terminado por ceder ante la locura y el poder de este lugar. Es tan deprimente, pero no puedo sentir lastima por ellos por siempre, después de todo todo lo que estamos haciendo aquí es por ellos... Aunque unos deban morir en el proceso, y está bien... Está bien... ¿Verdad?

—Es un gusto.

Aquel chico está frente a mi, estira su mano pero el hecho de que cubra la mitad de su cara baja con una pañoleta no me inspira mucha confianza, aún así lo último que debo demostrar es que tengo miedo.

—Sonya.

—Jin.

La mano de el se junta con la mía, se siente la fuerza que pone en el agarre tratando de intimidarme, yo solo lo miro a los ojos y sonrió como si nada.

—Espero que sea un juego limpio.

—¿Limpio? Hablas de la adquisición, si no me equivoco— nuestras manos caen a nuestros costados y caminamos a la mesa de juego.

—Bueno, a decir verdad he visto que todos o más bien, la mayoría de los juegos que han tenido ustedes, los chicos de Grace Fiel siempre terminan en un empate, pero está vez pido de manera respetuosa y como un favor que dejen la adquisición del lado y me muestren que son capaces de acabar con el emperador sin trampas.

Su respuesta me toma por sorpresa, es obvio que está retandonos y todo por órdenes de su superior.

Es triste que el líder de ellos lo esté dando como sacrificio solo para comprobar si es bueno meterse con nosotros o mantener distancia.

Y por supuesto que debo darle a entender.

—Bueno, quien lo diría, a decir verdad este juego no tenemos la intención de que termine en un empate. Hagamos nuestro mayor esfuerzo.

Que con nosotros no va a poder.

—Tengamos un buen juego.

Estiro mi mano frente a el nuevamente pero parece no querer tomarla así que solo suspira y toma asiento.

Miro la silla, una vez ahí no puedo levantarme nuevamente hasta haber ganado, no puedo mirar a ningún lugar que no sea hacia el, no puedo ver a mis compañeros, no puedo ver a mis amigos una última vez, no puedo ver al público, todo lo que tengo que hacer es concentrarme en no morir. En sobrevivir.

—Preces asustada.

—Y tu muy confiado.

Arrastro la silla hacia atrás y tomo siento, las pantallas detrás nuestro se mueven y aparecen como es costumbre, mis cartas están a un lado y mi arma también, tengo tres balas, no necesito más.

—Me siento confiado— sonríe orgulloso y entonces la alarma de inicio de juego me aturde a tal grado que pierdo el sentido del oído y la vista por unos segundos y cuando vuelvo a ver claro su arma me está apuntando —¿Y tú? ¿Crees que la suerte está de tu lado?

Me toma desprevenida y entonces se escucha el disparo, una bala sale y se queda clavada en la pantalla.

—¡Sonya!

El grito de Paula se escucha a lo lejos, estoy agachada mirando el suelo mientras jadeo de miedo, no creí que tan rápido fuese a disparar

—Bueno, puede que si.

Me molesta su actitud tan egocéntrica y fanfarrona, es como su todo fuera en torno a el y lo será. Lo será cuando una de mis balas atraviese su cabeza.

Ninguno de los dos pide mas balas, simplemente pasan los números y entre que apretamos el botón y esquivamos ya habían pasado casi tres minutos.

—Este juego está durando demasiado.

Nuevamente alza su arma y esquivo, su segunda bala sale, ya con esta es la tercera vez que dispara. Está a nada de ganar.

—¿Sabes que también podemos ganar sin necesidad de quedar en empate o de que uno muera? Claro que solo uno ganara pero bueno, eso es lo de menos, seguirás con vida y eso es lo que te importa, ¿O no?

No hago caso a sus palabras, sigo atenta a mi pantalla y el vuelve a levantar su arma, dispara y sale su tercera bala.

—Puede que así sea, pero ya no tienes con que acabar.

Sonrió y levanto mi arma, apunto a el pero no sale nada ni siquiera lo esquiva. Me está poniendo nerviosa. Este es el juego que más ha durado en toda la historia.

—Quien gane estará bien, después de todo no quiero morir y si fuera por mi no te mataría.

Me escucha y se ve conmovido por mis palabras.

—Pues yo si quiero matarte.

Alza su arma nuevamente, por alguna razón me aterra y tomo mi carta, sin embargo es demasiado tarde. El bastardo tenía una bala de más en su arma.

—¡Sonya!

Todo sumba en mi cabeza y se vuelve negro.

—¡Bastardo!

Puedo escuchar a Ray desde lejos gritando mi nombre y la risa de aquel chico.

Tal parece que perdí.

EL JUEGO DE LA SUERTE | TPN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora