•×|CAPITULO 46 - YO TAMBIÉN|ו

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Después de aquel resultado, solo puedo sonreír y automáticamente veo a la gente, todos están eufóricos por el resultado obtenido, no era algo que ellos esperarán, fue algo que los dejo con la boca abierta, en especial a James quien me sonríe como desquiciado lanzandome una mirada de muerte.

Es obvio que sospecha de mi por la muerte de Bayón.

Miro hacia el público, Oliver está justo al frente mirándome, me aplaude y puedo ver que llora por el resultado, yo solo sonrió y lanzo un beso al público, pero obviamente sabe que es para el.

—Buen juego, todo salio bien— miro a Cislo quien se acerca para estrechar mi mano, pero ante de hacerlo una bala sale de la nada y roza mi mejilla haciéndola sangrar.

—¿Que mierda?— miro hacia James, el solo sonríe, parece confundido pero a la vez satisfecho y es entonces cuando veo nuevamente —¡Bastardo! ¡Primero quítate la capa y da la cara!

El bastardo detrás del escenario es quién me dispara, veo como alza su arma y trata nuevamente de darme, pero logro esquivar la bala. Algo crece en mi, algo nace, una sensación algo... Picante, no se cómo describirla, solo se que es incluso mas fuerte que antes, es como si esto...

—Necesito a Oliver.

Me encendiera de alguna loca forma.

No logro ni despedirme de Cislo o del público, las balas siguen saliendo y para no causar un alboroto más grande simplemente salgo corriendo, pero más que nada, no huyó, si no que quiero encontrarme con Oliver lo antes posible. 

No conseguí tomar el elevador, simplemente fui hasta las escaleras y comenzé a bajar evitando las balas, ese bastardo aún me persigue y yo me siento como cada vez más ganas.

—¡Ray!— No se ni en qué piso estoy, solo se que es un pasillo gigante que tiene muchos cuartos —¡Por aquí!

Al ver el ataque, Oliver corrió para buscarme y ayudarme. Ahora solo corremos por el pasillo, yo me río y el se ve un poco mas preocupado.

—¿Quién es ese bastardo?

—Tal parece...— miro hacia atrás, nos sigue persiguiendo, en ningun momento su capucha cae, no puedo ver su rostro —Que ya he conocido al emperador

Saco mi arma, doy un disparo e inmediatamente un vidrio de decoración se rompe en mil pedazos causando una nube de polvo y pequeñísimos trozos de vidrio. Yo solo miro y veo como este se detiene, tomo más fuerte la mano de Oliver y cuando bajamos dos pisos más nos metemos a un cuarto vacío, tal parece es una bodega, pero no hay nada, solo unas pocas cajas y una mesa.

—Perfecto.

—¿Que ocurrio? ¿Estás bien?— parece tan preocupado— ¿Por qué tienes esa cara? ¿Te lastimó?— y yo solo estoy caliente.

—Esto es muy raro, Oliver. Es algo que... No entiendo.

—¿Que pasa? Para lo que sea estoy contigo— solo tragó saliva, estoy confundido y aturdido al mismo tiempo —Asi que dime.

—Toca aquí, por favor — tomo la mano de Oliver y la pongo encima de mis pantalones. El solo se pone completamente rojo, no dice nada y me comienza a besa mientras baja mi pantalón desesperadamente y me acerca hasta la mesa que está pegada a la pared.

—¿Crees que es el momento? No sabes cuan enojado estoy, estaba tan preocupado de que te llegará a lastimar— me regaña, pero con su mano derecha me empieza a masturbar mientras me sube a la mesa y me alza la playera mordiendo y besando todo mi pecho, yo no puedo dejar de gemir mientras me lame y mete sus dedos en mi —Y tu solo piensas en que te coja.

—¡Ah! ¡Oliver!— tomo sus hombros aferrándome a el cuando me vengo manchando su pecho, me mira y vuelve a besarme mientras abre más mis piernas y entra duramente en mi —¡Carajo!

Mis piernas tiemblan y puedo sentir como sangro por el nuevo intruso en mi, fue tan repentino y de golpe, pero tan placentero que incluso casi me vengo nuevamente.

—Lo siento, ¿Estás bien?

Yo solo asiento y Oliver empieza a moverse rápidamente dentro de mi.

—Mas rápido por favor, llega más profundo— El sigue embistiendo y yo lo abrazo por el cuello —¡Más! ¡Por favor, más!

El placer que siento es incomparable, me sentía tan deseoso justo después de terminar el juego que solo pensé en hacer esto con Oliver. Solo con el.

Sigo gimiendo y por el ruido Oliver no se percatan de que la puerta está siendo abierta lentamente, tomo mi arma y apunto hacia el frente.

Puedo verlo, es el bastardo del emperador que no deja de tratar de matarme, solo que está vez se queda ahí solo mirando como un pervertido, es como si la escena frente a el lo sorprendiera.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Más rápido!

No puedo ver sus facciones, no puedo saber quién es, ¿Por qué ese bastardo cubre tanto su rostro?

—¡Ray, te amo! No tienes idea de cuánto amo estar dentro de ti.

Oliver habla, yo solo lo beso mientras sigo mirado a aquel que es nuestro espectador.

—Mas fuerte por favor.

Oliver me hace caso, yo solo sigo gimiendo. Puedo escuchar como se queja por lo bajo y al escuchar su tono me doy cuenta de algo.

No es mujer.

Y después de eso, simplemente sale de la habitación cerrando la puerta sin hacer nada mas. Ese bastardo tal vez venia para matarme, pero no lo hizo, menos con esta oportunidad de oro, así que o es muy estupido, o tenía otros planes en mente. 

—¡Oliver! ¡Me vengo!

Una última embestida y termino manchando por completo el pecho de Oliver nuevamente, nuestras respiraciones son agitadas y nos besamos una ultima vez antes de reír mutuamente por la situación.

Ambos jadeamos y veo como sale lentamente de mi, me estremezco al sentir como ese líquido blanco que proviene de el, gotea y mancha el suelo junto con mi sangre.

—¿Estas bien?— besa delicadamente mi cara, me recuesta encima de la mesa y se sube en mi entrando nuevamente.

Los golpes que da dentro mío me hacen perder la razón por completo, no puedo hacer nada más que gemir y pedir por más, miro su cara sonrojada, sudada y jadeante, solo puedo apretar su mano con la mía y con las pocas fuerzas de mi voz le respondo a su confesión.

—Tambien te amo, Oliver.

EL JUEGO DE LA SUERTE | TPN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora