[ 19 ]

1.2K 225 26
                                    

Un fuerte portazo llamó la atención del chico castaño.

Un hombre alto hizo acto de presencia en el departamento que ambos compartían. Parecía frustrado, quizás hasta enojado.

— ¡Dime la verdad!

Exclamó enfrentando al joven muchacho.

— ¿De qué estás hablando?

Preguntó el chico castaño, intentando ocultar su nerviosismo porque de alguna manera sabía a qué se refería.

Ya no podía seguir ocultandolo por mucho tiempo más.

— Ya lo sé. Lo sé todo.

Entonces el más joven hizo una mueca con sus labios evitando la mirada del más alto.

— Puedo explicar-

— No. —Lo interrumpió su "amigo" acercándose a él. Entonces el menor se puso aún más tenso.— ¿Por qué sigues ocultando tus sentimientos por mi? ¿Es que acaso te avergüenza?

— Detente, por favor...

Murmuró al más bajo, apoyando ambas manos en el pecho ajeno para evitar que siguiera acercándose.

Pero el mayor lo ignoró.

— ¡¿Por qué?! Estuviste ocultando tus sentimientos hacia mi por tanto tiempo... Sin saber lo mucho que me gustas. Que me muero por tenerte solo para mí y que te necesito las veinticuatro horas del día. Que para mí tú eres el sol, la luna, las estrellas y todo mi universo. —El castaño no sabía que decir. No se esperaba ser correspondido por su mejor amigo.— No necesitas seguir ocultandolo... Porque te amo.

El menor jadeó en respuesta y de sus labios se escapó una pequeña sonrisa.

Y de repente, Spreen tomó el rostro de Roier para acercar sus labios y-

¡ESPERA!

¡¿COMO QUE SPREEN?!

¡NO! ¡SPREEN NO!

Roier lanzó el libreto que estaba intentando aprenderse hacia una esquina de la habitación. Para luego tomar una almohada y ahogar un grito de frustración en ella.

Llevaba horas intentando concentrarse para aprenderse sus líneas pero no podía hacerlo por dos razones:

La primera era qué, aún no podía olvidarse de lo sucedido hace unos días.
Todo el tema de las galletas había sido superado y esperaba que no se repita pero ese no era el problema.

El problema principal era que no podía ignorar el momento en el cual se negó a tomar sus pastillas y Spreen terminó obligandolo luego de...

Luego de estar tan cerca de...

¡AH!

Roier volvió a ahogar un grito en su almohada. ¿Cómo era posible que se pusiera tan nervioso de solo recordar lo cerca que habían estado ambos?

Spreen solo lo hizo para darle el médicamento y ya. Sus labios ni siquiera se habían rozado. Pero... Roier había deseado que así pasara y no entendía por qué.

Pero olvidando eso. La otra razón de su desconcentración era el hecho de que justo en esos momentos. Justo en esos días debía memorizar un libreto y grabar una serie.

Pero no cualquier serie.

Debía grabar una serie BL. Que en términos normales significaba: UNA SERIE DE AMOR HOMOSEXUAL.

No Puedo Dejar de Mirarte | SpiderBearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora