⎾𝟳 𝗞𝗶𝗹𝗶𝘁𝗼𝘀 ¹⏌☇ YeonGyu ᵒᵛ

🍡⃢⣿𑈳 𝟳𝟭.𝟮 ⣿ౄ𖾔ꪶ

Título: Galletas y Mensajes

BeomGyu no sabía sobre TaeHyun desde aquella noche en la que se fue rápidamente de su habitación, no lo vio durante aquel fin de semana, lo cual lo preocupó de gran manera, el menor jamás solía comportarse de aquella forma y menos si no tenía alguna justificación de por medio, no podía evitar en lo absoluto dejar de pensar en el, y lo que posiblemente lo hubiese afectado de aquella manera para que esté no siquiera un mensaje le hubiese enviado en el tiempo en el que se mantuvo ausente.

El Omega aquel domingo por la noche comía sobre su cama, unos ricas galletas rellenas que había encontrado en el refrigerador y que suponía que debían de ser de su mejor amigo, más como este no había regresado en lo que llevada de días, pues no permitiría que se desperdiciaran de alguna manera, comía tranquilamente, a pesar de que la desesperación que lo invadia por completo era demasiado grande e incontrolable, limpio sus labios cuando un poco de crema se quedó sobre de ellos, aun pensando profundamente en el por qué TaeHyun se había ausentado tanto tiempo de su lado, siempre estuvo al pendiente de el, siendo su sombra en todo momento que al no tenerlo cerca tan constantemente de el, lo hacía sentir raro, desprotegido, y por sobre todo, muy, muy preocupado por el.

── ¿Y si voy a su dormitorio?...

El menor se pregunto a si mismo sin saber en lo más mínimo si aquello era lo que tendría que hacer o no, suspiró, aún comiendo de aquella deliciosa galleta con dependencia, realmente extrañaba a su mejor amigo, y no podía evitar preocuparse de la misma manera en la que este lo hacía por su persona, sentía que las galletas no serían capaces de llenar aquel enorme vacío que sentía dentro de el, se levantó de su cama brevemente para buscar en su nevera algo de beber, trayendose consigo algunas otras cosas que podía comer de igual manera, se sentó nuevamente, retomando su consumo desesperado, no saber de TaeHyun, verdaderamente lo estaba alterando de sobre manera.

Tomo su teléfono al instante de que recibió una notificación, la cual, a pesar de haber recibido después de muchos días, aún así, le había aliviado muy ligeramente su preocupación.

BeomGyu claramente quería verlo cuánto antes, no sabía que le había pasado exactamente pero aún así se sentía sumamente aliviado que por lo menos esté se hubiera puesto en contacto con el después de mucho tiempo, lo extrañaba, era su mejor amigo y la única persona con la cual podía contar absolutamente todo de el.

Desde que BeomGyu había recaído en la depresión y dónde muchas veces había tratado de atentar en contra de su propia vida, TaeHyun se había hecho su sombra, claramente quería evitar que de alguna manera el pudiera volver a cometer los mismos errores de su pasado, sabía que desde el día en el que el menor pudo evitar una locura de su parte, este jamás lo volvería a dejar solo nunca más, ambos habían sufrido tanto que, a pesar de todo aquello, seguían estando juntos, saliendo adelante como los mejores amigos que siempre habían Sido y seguirán siendo, si, Kang TaeHyun podría parecer una mala persona, malintencionada, frío y manipulador, pero el realmente no era así, BeomGyu conocía su verdadera cara y el por qué trataba de ocultarla en todo momento, era normal que quisiera transmitirle la seguridad y confianza que el no podía tener por su cuenta, agradecía tanto que por lo menos, unos de sus más fieles amigos, jamás le hubiese dado la espalda cuando más vulnerable se encontraba.

TaeHyun sonrió ligeramente antes de dejarse caer sobre el muro detrás de el, hacia frío afuera, pero de ves en cuando le gustaba caminar por los alrededores de la universidad, no siempre podía soportar sus propios problemas y necesitaba un pequeño escape de vez en cuando, aunque aún se sintiera sumamente mal, no era capaz de hacer sentir mal a otros por su culpa, no, el sabía muy bien como lidiar con sus propias dificultades, no creía que nadie más interviniera en ello.

El menor suspiro antes de seguir con su camino, todavía tenía mucho tiempo que perder aquella vez, y el Omega, sinceramente, aún no encontraba con quién pasaría el resto de su noche.