⎾𝟳 𝗞𝗶𝗹𝗶𝘁𝗼𝘀 ¹⏌☇ YeonGyu ᵒᵛ

🍡⃢⣿𑈳 𝟰𝟬 ⣿ౄ𖾔ꪶ

Título: Temperatura y Molestia

── ¡¿Tr-Treinta y ocho grados?!, ¡¿En dónde mierdas te metiste para tener treinta y ocho grados eh BeomGyu Hyung?! ── Exclamó con molestia Kang TaeHyun después de haber observado la cifra sobre el termómetro, BeomGyu temblaba ligeramente sobre su camita, siendo cubierto de la cabeza hasta los pies de una enorme manta, sus mejillas estando sumamente rojas ante la evidente fiebre que estaba atravesando en esos momentos, y que el menor en aquella habitación no era capaz de explicar el lo absoluto, ¿Cómo se había enfermado tan esporádicamente?, ¡Si hacia muy poco había logrado salir por completo de su ciclo de calor?, Definitivamente el menor en esos momentos no era capaz de tener alguna explicación lógica hacia el repentino padecimiento de su mejor amigo. ── Dime la verdad, ¿Que paso?, Joder, tendré que ponerte agua fría en la frente para ver si te la puedo bajar un poco.

── Y-yo solamente salí u-un r-rato y me mojé muy poco...── Murmuró BeomGyu mientras observaba a su mejor amigo, su cuerpo se sentía extremadamente pesado y adolorido a esas alturas de la circunstancia, TaeHyun teniendo que suspirar profundamente y no perder la paciencia, protegía excesivamente al mayor para evitar que este estuviese de alguna manera mal, ¿Y solamente se había descuidado unos segundos y este ya estaba padeciendo de una fuerte fiebre?, Simplemente no podía entender en lo más mínimo como BeomGyu era tan vulnerable en los momentos en los que el no se encontraba a su lado ── Y-yo no pensé Q-Qué me enfermaría...

── Un poquito de agua no te provoca tener treinta y ocho grados de fiebre Hyung ── aclaró el dominante, dejando de lado el termómetro para poder acercarse a su menor y colocar un trapito sumergido en agua fría sobre su frente, el Omega se sentía mal, más no era un padecimiento por el cual estuviese que estar precisamente postrado en su cama, BeomGyu tembló un poco ante la acción de su contrario, antes de desviar su mirada, estando sumamente avergonzado por todo la molestia que le estaba generando a su menor, pero el, sinceramente no se sentía capaz de poder hablar deliberadamente de lo que había sucedido durante su ausencia, y menos cuando reconocía que el menor no le tenía buena vista a aquel alfa de cabellos azules ── ¿Dónde estuviste?, Y quiero la verdad, sabes muy bien que soy capaz de dejarte de hablar por un mes por no ser sincero conmigo Hyung.

BeomGyu no supo que decir, sus ojos inconscientemente se movieron por la habitación hasta fijarse en aquella chaqueta deportiva que había Sido colgada en uno de los percheros dentro de su dormitorio, sus mejillas se sonrojaron ante el recuerdo de aquel hombre acortando la distancia entre ambos y como sus brazos tomaron posesivamente de su cintura, no podía olvidarlo a pesar de ya haber pasado algunos días desde aquello, simplemente, su corazón seguía latiendo muy fuerte cuando pensaba en el.

── ¡OH NO!, NO ME DIGAS QUE FUISTE A BUSCARLO ── TaeHyun golpeó su cabecita suavemente, provocando que le doliera algunos instantes, el menor había juntado las piezas en su cabeza bastante rápido, la observación constante de aquel Omega hacia las asquerosa chaqueta de su mayor le había dejado bastante en claro que posiblemente ambos tuvieron la oportunidad de reencontrarse, aquella idea no le agradaba en lo más mínimo al joven de cabellos castaños ── No puede ser, ahora mismo te darás una ducha de agua fría, descansas y cuando te sientas mejor hablaremos muy seriamente sobre este asunto, te eh dicho muchas veces que ese hombre no te hace bien, siempre te pasa algo cuando estás cerca de ese sujeto

── S-solo nos vimos dos veces...──aclaró el mayor con un enorme sonrojo sobre sus mejillas, el menor sabiendo bastante bien que para esas alturas de la situación, el contrario estaba buscando la manera de quitarle un poco la culpa al desconocido.

── son las suficientes veces como para que te des cuenta que ese hombre no te conviene en lo absoluto.

── A-A dónde vas?...── preguntó observando como su amigo caminaba hasta la puerta de su habitación sin comentarle absolutamente nada más.

── A la farmacia, quédate acá y descansa, hablaremos cuando te sientas mejor.

La puerta fue azotada ligeramente, el Omega sobre la cama sintiéndose extrañamente culpable, pero a la misma vez bastante tranquilo por haberle dicho la verdad al menor.

Aún teniendo que atravesar por una fuerte fiebre los posteriores días a su encuentro, el Omega fue incapaz de soltar aquella Chaqueta, aferrándose al recuerdo de que ambos, ahora tenían muchas posibilidades de poder verse de nuevo.

Y eso, lo alegraba ligeramente.