🌼 XXVIII :《Carta 2》

85 20 16
                                    

Querido Rafael:


Que el sol se advierta tan cálido en invierno siempre me pareció dichoso. Hoy, con tristeza, un consuelo.

Quisiera no enredarte con mis palabras, y cuánto más pienso en cómo simplificar las cosas, más pesado me siento.

Tengo tanto que decirte, sobre todo, que agradecer.

Sé que más de una vez has dicho que te salvé, me has admirado. Pero, déjame decírtelo, esto siempre fue recíproco. Más de una vez fuiste también un héroe para mí.

Desde que llegaste hiciste de mis monocromáticos días más iridiscentes, ablandaste mi ser con tu ternura, me diste una razón más amena para creer que era lindo volver a casa.

Yo te quiero tanto... Te adoro tanto.

No sé cuántos días me tome todo, si serán meses o incluso un año más. No quisiera pensar que la distancia será más grande que la última vez, pero lo horrible de lo incierto es que no hay juramento que valga.

Sabés que lo intentaré, sabés que voy a intentar volver por vos. Pero no sé cuánto tiempo me lleve, y no quiero hacerte esperar con dolor.

Quiero que sigas, Rafael, que sigas viviendo. Incluso si no estoy allí para verlo, jamás detengas tu camino.

Si en el futuro encontrás la felicidad en otro lugar, con otras personas, en otra ciudad, en otro arte, ojalá llegue a enterarme y así tranquilizar a mi ansiosa alma que solo desea que seas feliz, porque lo merecés más que nadie en este mundo.

Mas, si algún día te vuelvo a ver, las puertas de mi corazón seguirán abiertas para vos... Siempre seré tu hogar, tu remanso. Porque siempre tendrás mi amor.

Suerte que tuvimos algunas estaciones del año para convivir, y lamento que las jornadas de amarnos fueran cortas. Aun así, las disfruté como nunca. No recuerdo la última vez que sentí tanta alegría si no fuera por vos.

Volveré al inicio, como el sol amaneciendo y recorriendo tu bonita mejilla, iluminando tu bonita piel parda, entrometiéndose en tus bonitos rizos y haciendo sombras de tus largas pestañas mientras dormís apacible.

Sé que lo correcto es que no te ates a un fracasado como yo y que trates de encontrar lo mejor para tu vida. Pero prometo que haré lo posible por mejorar, así, si Dios quiere y la vida nos da una segunda oportunidad, seré una persona digna de permanecer a tu lado y voy a poder cuidarte como se debe.

A fin de cuentas, creo que soy bastante egoísta, y todavía quiero mi canción.

Esteban siempre me lo dijo, siempre hice lo que quise. Y casi siempre me fue mal por eso.

Cuando termines de leer esta carta, ojalá no la sientas demasiado lastimera.

Espero que sigas siendo mi fuerte muchacho favorito y risueño que me contentaba las tardes y se aburría con las matemáticas. El guitarrista misterioso y mi amante exigente.

Espero que sigas siendo el audaz Rafael, quien por fortuna se adelantó a otro cumpleaños que no pudimos pasar juntos.

Pero sí, para mí, serás siempre mi Rafael.

Te amo, mi amado Rafael, te amo más que la entereza de la tierra.

Te amo como a nadie y espero que nunca me olvides.


David Fernández.

David Fernández

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una de mil • [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora