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Iguro llegó a su salón y busco a Sanemi al encontrarlo se sentó a su lado para darle un beso en las mejillas, el albino miraba confundido a su pareja.

Sanemi:¿Que te pasa? -pregunto curioso.

Iguro: Genya les contó a sus amigos su vida... Eres un gran hermano Nemi -murmurró con suavidad.

Sanemi se sorprendió al oír eso sabía mejor que nadie que a Genya le costaba contar sobre su pasado pero le alegraba que podía confiar en esos mocosos.

Sanemi: por lo menos no te tengo que ocultar nada -murmurró con suavidad.

Iguro: tienes razón y...

El pelinegro le dio un golpe en la cabeza al más alto.

Iguro: a la próxima no me ocultes nada de eso -dijo serio.

Sanemi; okey, okey -dijo con una sonrisa.

Ambos rieron y vieron entrar al salón a Shinobu y Mitsuri tomadas de la mano, la Alfa tenía una mirada un poco perdida.

Mitsuri: Shinobu ¿Quieres hablar? -murmurró preocupada.

Shinobu: más tarde Mitsuri... -murmurró con suavidad.

La Omega no dijo nada más y le dió su espacio a su pareja, se sentaron en sus sillas que quedaban juntas.

Con Senjuro y Takeo

El pequeño bicolor escuchaba música mientras que Takeo estaba en sus piernas, cualquiera que los viera pensaría que eran pareja.

Senjuro: Takeo...¿Quieres salir conmigo? -pregunto curioso.

El ojirrojo se puso colorado ante la propuesta de su amigo, por un lado estaba feliz y por el otro lado estaba enojado consigo mismo por no tener la valentía de preguntarle eso.

Takeo:¡C-claro! ¿Cuando? -pregunto curioso.

Senjuro: no se, ¿Cuando te parece bien?.

Takeo:¡Hoy y yo pasaré por ti a las 3! -grito emocionado.

Senjuro río por lo bajo ante la emoción de Takeo, el Alfa al darse cuenta de lo que hacía se puso rojo de vergüenza y miro a otro lado con nervios.

Takeo: ignora eso...

Senjuro: obvio... Que no -dijo con una sonrisa.

Takeo:¡Sen!.

Senjuro:¿Que? -pregunto inocentemente.

Takeo se puso rojito por el tono de voz de Senjuro, después de eso empezaron a hablar de cualquier cosa mientras que dentro de ellos esperaban ansiosos su salida.

Hospital

Kanao se encontraba sola en su camilla, su madre se había ido obligada, no la quería dejar sola.

Cerró sus ojos por un momento hasta que los abrió al sentir la presencia de alguien más en la habitación.

Dan: para ser Omega me sorprende tus buenos instintos -dijo con una sonrisa.

Kanao: vete -murmurró seria.

Dan: eres tan mala con tu padre Kanao, solo te vine a hablar de un trato -dijo con una sonrisa.

Kanao:¿Trato? -murmurró nerviosa.

Dan: ven conmigo y trae a tu amiguito con cicatrices o...

Kanao:¿O?.

Dan: mataré a todos los que amas -dijo serio.

Kanao se puso pálida al oír eso, sabía que habría una amenaza allí.

Kanao: no es un trato justo.

Dan: los Omegas no necesitan trato justo, lo único para que sirven son para dar a luz -dijo con una sonrisa.

Si no fuera porque Kanao no podía levantarse de su camilla se hubiera acercado para golpear a ese hombre.

Kanao:¿Que tiene que ver Genya en todo esto? Su padre está muerto, nunca terminaron de hacer un trato.

Dan:¿Encontraron un cuerpo? ¿Como puedes saber si de verdad está muerto? Te daré un consejo  Kanao; si no hay cuerpo, hay muchas posibilidades.

Kanao se quedó en shock por lo que dijo ¿Ese hombre está vivo? ¿Era un engaño? Sea lo que sea, debía contárselo a Genya rápido.

La menor frunció sus labios con temor, la sola idea de que sus seres queridos fueran lastimados la preocupaba y asustaba y jamás se perdonaría si algo les llegaba a pasar.

Academia

Mitsuri creía que lo que Shinobu le decía era una historia de terror, jamás por si cabeza paso que una niña tan dulce, amable y tímida como Kanao pudiera sufrir todo eso.

Mitsuri: no lo puedo creer, la pobre de Kanao-chan y de Genya-kun -murmurró con los ojos llorosos.

Shinobu puso su mano en el rostro de Mitsuri para limpiarle las lágrimas que tenía, odiaba verla llorar.

Mitsuri:¿Que harán? -pregunto preocupada.

Shinobu: no lo sé, los Tsuyuri son jodidamente ricos y harían lo que sea para tomar lo que quieran, según Kanao -murmurró seria.

Mitsuri: si necesitas algo no dudes en contar conmigo -dijo con una sonrisa.

Shinobu le sonrió agradecida de tener a Mitsuri a su lado, la Alfa puso su cabeza en el hombro de la Omega para poder descansar un momento.

Con Kanae

Kanae tenía la mente perdida sólo podía pensar en todo lo que había pasado y descubierto el día anterior, lamentablemente para ella su trabajo de doctora no era en donde estaba internada Kanao.

Tsutako: Kanae ¿Estas bien? -pregunto preocupada.

Kanae salió de sus pensamientos al oír la voz de su novia, ambas estaban en descanso y hoy no ha sido un día tan movido como otros.

Kanae: si, sólo pienso en Kanao -murmurró preocupada.

Tsutako: según por lo poco que me dijiste ella no tiene un pasado muy bonito -murmurró triste.

Kanae: y lo peor parece que su pasado vuelve para atormentarla y no solo a ella, también a Genya -murmurró.

Tsutako notaba la mirada llena de preocupación y miedo que su novia tenía, era como si Kanae temiera en dejar sola a Kanao y que eso conllevará a jamás volverla a ver.

La Omega era una principal testigo del gran amor y cariño que la familia Kocho le había brindado a la menor cuando fue adoptada, la preocupación que sentían las hermanas cuando se enfermaba, se lastimaba o sentía miedo, las risas por las payasadas de Kanae, las quejas de Shinobu y las constantes peleas de esas 2 para saber quién es la favorita de Kanao. La Tomioka no era capaz de imaginarse la vida de su novia y de Shinobu sin Kanao, siempre han sido el trío Kocho sin importar los los lazos sanguíneos.

Tsutako: ve con Kanao yo te cubro -dijo con suavidad.

Kanae: te lo agradezco Tsutako pero-.

Tsutako: mentire diciendo que no te sentías bien -dijo con una sonrisa.

Kanae siempre creyó que no se merecía de tener a una novia como Tsutako y en estos instantes lo confirmo.

Kanae: gracias amor, te juro que te lo pagaré -dijo con una sonrisa.

La pelinegra le dio un beso a la Omega y se fue, Tsutako sonrió feliz y deseo que las cosas mejorarán para su cuñada y el amigo de ella.

Continuará

Gracias por leer~.

¡Aléjate De Mi Herman@!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora