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Kanao dormía tranquilamente mientras que sus hermanas la miraban con preocupación y amor.

Jamás de les había entrado por sus cabezas toda el infierno que su niña había pasado, ahora entendían mejor el porqué Kanao siempre se mantenía lejos de ellas los primeros días de su llegada a la casa.

Shinobu:¿Que crees que debamos hacer? -murmurró preocupada.

Kanae: por el momento debemos descansar... Pero no se qué hacer con este maldito tema -dijo enojada.

Shinobu: dudó que la Policía nos ayude, ese hombre tiene más dinero que nosotras y no creo que quiera ir por lo legal.

Kanae: tienes razón, lo único que podemos hacer por el momento es estar para Kanao -murmurró cansada.

Shinobu no dijo nada pero sabía que Kanae tenía razón, no podían hacer mucho por ella por el momento pero si podían estar con ella y apoyarla.

Kanae y Shinobu se acostaron en uno de los sillones del hospital, la pelinegra de puntas moradas se había tomado su supresor.

Casa Shinazugawa

Sanemi miraba el techo de su cuarto con enojó y seriedad, parecía que después de muerto ese imbécil seguía jodiendo a su familia de cualquier forma y la peor parte siempre se la lleva Genya.

Se sentía mal por la pobre de Kanao y el infierno que tuvo que pasar, pero también se sentía avergonzado de lo que su "padre" le había hecho a la pobre niña.

Sanemi: tks... Por lo menos ya está muerto...

El albino se levantó y fue a ver al cuarto de Genya para ver que hacía, el menor estaba durmiendo con sus hermanos pequeños mientras que su madre le tomaba algunas fotos.

Shizu: hola cariño, creí que estabas dormido.

Sanemi: no pude dormir -murmurró cansado.

Shizu: fue un día largo ¿Eh? -murmurró con suavidad.

Sanemi: demasiado largo -murmurró suspirando.

Shizu: sabes Sanemi... Cuando ese hombre murió... Creí que no se... Podrías tener problemas cuando fueras mayor -murmurró.

Sanemi se quedó en silencio al oír aquello, no podía negar que cuando era niño temía ser como su padre cuando fuera mayor pero se podía controlar y jamás le tocaría un pelo a su novio, hermanos, madre y amigos.

Sanemi: yo también lo temía cuando era más pequeño... Pero todo está bien -murmurró con una sonrisa.

Shizu: lo sé cariño, se que eres diferente a ese hombre y me alegra saber eso -dijo con una sonrisa.

Sanemi sonrió de manera dulce y vio a sus hermanos bien dormidos, el albino junto a su madre se acercaron para también poder dormir junto a los más pequeños de la casa.

Casa Rengoku

Kyojirou miraba por la ventana de su habitación pensando en todo lo que había pasado en ese día.

Kyojirou:"espero que puedan salir de esto" -penso nervioso.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de su madre.

Kyojirou: madre.

Ruka:¿Pasa algo querido? -pregunto preocupada.

La mayor se sentó junto a su hijo mayor y lo miro preocupada.

Kyojirou: nada... Solo que estoy preocupado por la pobre de Kanao -murmurró.

Ruka: entiendo...

Kyojirou: madre..¿Tú crees que yo sería capaz de lastimar a alguien? -murmurró preocupado.

Ruka:¿De que hablas Kyojirou? -pregunto confundida.

Kyojirou: pues... Se me vino a la mente esa idea..

Ruka puso una mano en el suave cabello de su hijo.

Ruka: hijo, eres un gran alfa que se preocupa por los demás, serías incapaz de golpear a alguien sobretodo si fuera un Omega.

Kyojirou sonrió suavemente al oír las palabras de su madre, el miedo de ser capaz de golpear a alguien que amaba con todo su corazón le daba miedo, sobretodo si fuera su hermano, su novio, su madre o sus amigos.

Ruka: nunca pienses eso de ti, eres un gran chico, Akaza tiene la suerte de estar contigo -dijo con una sonrisa.

Kyojirou se rió mientras que sentía como sus mejillas se ponían coloradas por las palabras de su madre.

Shinjuro:¿Que hacen ustedes 2 aquí? -pregunto curioso.

Ruka: nada, solo que Kyojirou quería charlar conmigo de algo importante -dijo con una sonrisa.

Kyojirou:¿Senjuro?.

El menor estaba en los brazos de su madre profundamente dormido, parecía un hermoso bebé recién nacido.

Ruka: que lindo mi pequeño, me recuerda a cuando era un bebé -dijo con una sonrisa.

Kyojirou: es verdad ¿Lo puedo cargar? -dijo con una gran sonrisa.

Shinjuro: no, cuando Sen nació tú casi lo dejas caer 5 veces -dijo con una sonrisa.

Kyojirou se sonrojo de la vergüenza mientras que los mayores se reían al recordar esas ocasiones.

Casa Kamado

Nezuko miraba una foto de ella y Kanao cuando se conocerion, ahora entendía el porqué la pelinegra era tan distante con ella al principio pero estaba feliz de que pudo cambiar eso.

Tanjiro: Nezuko ¿Quieres hablar? -pregunto preocupado.

Nezuko: no tengo ganas de hablar -murmurró cansada.

Tanjiro se sentó a su lado y la miró con una sonrisa amable.

Tanjiro: es bueno hablar Nezuko.

La ojirosada pensó la propuesta de su hermano y suspiro rendida.

Nezuko: solo estoy preocupada... Quiero que Kanao olvide todo ese iniferno que tuvo que aguantar pero no sé si yo pueda ser la persona indicada para eso -murmurró triste.

Tanjiro: eres la indicada para eso, Kanao te amo por ser tú y no puedes cambiar eso -dijo con suavidad.

Nezuko: pero... ¿Que pasaría si yo hago algo que la lastime?.

Ese era el miedo de Nezuko hacer algo que lastime a Kanao, jamás se perdonaría si eso llegará a pasar.

Tanjiro: eso es imposible, te conozco y sé que eres incapaz de hacer eso.

La seguridad con la que Tanjiro decía eso le daba fuerzas a Nezuko de no temer sobre se pensamiento.

Nezuko puso su cabeza en el hombro de su hermano con una sonrisa.

Casa Hashibira

Inosuke miraba el techo con una gran molestia, no podía creer que su amiga haya pasado por todo y que el padre de su querido Genya fue causante de eso también.

Inosuke:"si le hizo algo a mi Genya lo mato" -penso serio.

El ojiverde cerró sus ojos y rezo para que nada malo le pasará a sus amigos.

Continuará

Gracias por leer~.

¡Aléjate De Mi Herman@!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora