¿Castigo o Premio? OMEGAVERSE [INTENABO]

Capitulo 46

El olor a rosas se apoderaba del espacio, acompañado con el whisky y la vainilla, ambos aromas mezclándose.

Gustabo chapoteó el agua como un niño pequeño solo para llamar la atención de Conway quien estaba sumergido en sus pensamientos.

Logró capturar su atención, empezó a sonreír un poco y Gustabo pudo captar con más atención las arruguitas en sus mejillas cuando estiraba sus labios.

El Omega se sonrojó porque su esposo se veía bien, no importa cuando años tuviera, cada vez se iba a ver más guapo.

— Estás tan guapo — Halagó con una voz chillona.

El alfa no dijo nada, solo estaba mirando a su Omega, a su pequeño lobito enfrente suyo que fingía estar de lo mejor cuando sus ojitos azules se veían cansados y su cuerpo más delgado que podía ver sus costillas, sus muslos ya no eran rellenitos como antes, sus brazos eran más débiles y los huesos en sus caderas se marcaban demasiado. Pero después de todo, Conway lo miraría como una reliquia.

La culpabilidad empezó a darle remordimiento, se estaba preguntando si estuvo bien que Gustabo lo ayudara en su celo cuando solamente se merecía descansar mucho y alimentarse. No cualquiera se levanta del coma y dos días después estaría follando, desgastando su fuerza y energía.

Así como Conway miraba lo cambiado que estaba Gustabo, este también lo hacía.

El físico seguía igual, aunque unas arruguitas lo hacían cambiar, Gustabo se asombró por como Conway se estaba expresando y dejando salir a flote sus sentimientos, mostrándose cada vez más vulnerable y temeroso.

Sentía sus mejillas mojadas de repente, no supo el momento en que se encontraba derramando lágrimas mientras veía a su alfa y este cambió su expresión a una de preocupación.

— Yo lo siento mucho — Pronunció el rubio viendo como Conway tomaba su mano y lo jalaba hacia él para que se recostara en su pecho.

Conway soltó un suspiro, acariciando las piernas del menor, sintiendo la suavidad de la espuma.

— En verdad, lo siento por tardar demasiado en despertar — Aclaró escuchando los golpes que el corazón daba dentro del pecho del alfa.

— Gustabo — Se removió y Gustabo lo miró fijamente — Seamos sinceros, tú no tuviste la culpa de nada.

— Jack, te estoy hablando en serio, no debí-

— Yo no debí haberte dejado solo en la casa y no debí tardar demasiado en llegar. Entonces, ¿quién es el culpable?

— Jack, no-

— Te pediré perdón todos los jodidos días por eso, no podía vivir en paz sabiendo que fui yo quien no te cuidó como debería.

— Olvidemos esto...

— ¿Cómo olvidarlo? — Conway alzó su voz, Gustabo se alejó un poco. Ambos sintieron como el ambiente se tensó — ¿Cómo olvidar verte en el suelo con un montón de gilipollas viéndote sin mover ni un solo dedo para auxiliarte? ¿Al ver cómo fui un idiota al dejarte solo para matar a los hermanos? ¿Cómo olvidar como sufrías para que nuestras hijas nazcan sanas? Y, por último, ¿cómo puedo olvidar cuando no supe más de ti y me dijeron que habías entrado en coma? No lo olvidaré nunca. Ahora tú crees que no me duele verte en el estado en el qué estás. Me estoy sintiendo culpable por haberte dejado quedar cuando deberías estar recuperándote y yo solo te gasté más energías.

— No está bien que te estés echando la culpa en todo momento, no te trates así — Agarró la mano del mayor y la acarició — Jack, todo lo que estás sintiendo yo lo estoy sintiendo, recuerda que compartimos emociones. Así que deja de culparte. Ahora solo háblame de las niñas.