capitulo 45

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Holitas, he aquí otro capítulo corto. Más adelante se vienen los más largos 😭

— En cuatro — Pronunció el alfa con voz grave, ayudando a su omega a posicionarse.

Las cajas vacías de los condones estaban por todo el suelo y unos pares en el colchón. Las sábanas estaban hechas un desastre y Gustabo era lo peor junto al alfa en celo.

Ambos se habían olvidado que Gustabo hace días recién despertó del coma.

Y estaban follando como nunca.

Era el último día en celo y lo estaban aprovechando al máximo.

Gustabo al colocarse en la posición indicada enseguida sintió como Conway se abría paso en su entrada de una sola estacada arrancandole un gemido que provocó un dolor leve en su garganta.

Lo sentía tan grande y palpitante. Amaba a Conway, amaba a su alfa, amaba ser dominado, amaba su corazón, amaba su cuerpo y amaba su polla que ahora lo está destrozando de manera exquisita haciendo temblar sus piernas y gemir contra el colchón.

Llevó sus manos a su propias nalgas y las abrió recibiendo un jadeo del mayor después de hacerle ver ese tremendo espectáculo de su culo haciendo perder a su polla.

— Joder — Aruñó los glúteos del menor. Nunca dejó de moverse. Su cuerpo chorreaba de sudor pero era lo que menos importaba.

— Alfa — Gimió de pronto cuando el mayor salió de él sintiendo un vacío y de reojo pudo ver cómo el alfa se alejaba un poco, pretendiendo cambiar de posición pero Gustabo era tan impaciente en estas situaciones — Mierda alfa, sigue follandome, parteme en dos si quieres pero hazlo — Pronunció entre dientes y escuchó una risita sádica de parte de su alfa — ¡Ay, joder! — Gritó ante el sorpresivo movimiento que tuvo Jack al girarlo en un solo segundo y abrirle demasiado las piernas quedando expuesto y que de un solo entre en él sin darle ningún respiro, siguió moviendo.

— Parece que no fuera yo quien está en celo — Dijo con voz ronca, en un tono burlón, hizo que Gustabo bufara.

Conway tomó la parte inferior de las rodillas de su Omega y abrió más las piernas recibiendo un quejido del contrario. Las estocadas en esa posición eran más profundas.

— Mmmm Alfaaa — Pronunció con voz aguda sobre los labios del mayor quien los tenía abiertos dejando escapar los gemidos de placer — Me f-follas tan rico — Halagó entre gemidos, sus labios solo se rozaban. Sus manos agarraron fuerte las sábanas — E-estoy cerca.

El alfa se enderezó, mirando como sus pieles hacían un sonido obsceno acompañado con sus gemidos.

Sacó su miembro y volvió a entrar, hizo eso muchas veces, mirando lo abierto que estaba su pequeño por él.

— Tócate, lobito — Dijo con sutileza, mirando como el omega se estaba masturbando mientras sus piernas estaban temblando sin control, su espalda estaba arqueada y su boca abierta.

Conway se preguntaba cómo alguien podía lucir tan lindo como lo es Gustabo que llevaba recién pocos días de despertar del coma y en la cama se ve jodidamente caliente con sus facciones.

A la vez que aceleraba sus movimientos, su mirada estaba puesta en el Omega, admirando cada expresión. Su cuello estirado, su cabeza hacia atrás, sus ojos cerrados, su nariz pequeña que se veía roja la punta, sus mejillas coloradas, sus labios hinchados como si algunas abejas lo hubieran pinchado y se debía a las mordidas que ambos dejaban en los labios del otro.

Su cabello estaba desordenado, no lo recordaba tan rubio, su pecho inflandose rápidamente, sus costillas visibles, su vientre contrayéndose, su mano moviendose de arriba abajo en su polla y que ahora los movimientos habían reducido al correrse.

¿Castigo o Premio? OMEGAVERSE [INTENABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora