¿Castigo o Premio? OMEGAVERSE [INTENABO]

Capitulo 41

Buenas, es un capítulo corto y creo que necesario. Disfruten.

Milan y Lía se mostraban triste está mañana por la razón de que hoy tenían que ir a la escuela y después de tres horas tenían una sorpresa en donde todas las mamás tenían que ir por su día.

Pero su mamá no está.

Ellas bajaron con mucho cuidado las escaleras, su papá había bajado a terminar de prepararles en lonche y el desayuno.

— No hay que estar tristes frente a papi, Li — Pronunció Milan cuando estaban a cinco escalones para tocar el plano piso.

Las omegas se habían dado cuenta de todo, que su padre se entristecía cuando ellas hacían una mínima referencia de su madre o de repente hablaban de él.

— Hay que sonreír — Indicó limpiando sus lágrimas y las de Lía con sus pulgares. Ambas sonrieron — Papá siempre se muestra fuerte, hay que hacer lo mismo.

Terminaron de bajar, sin esperar que él alfa las llame para desayunar fueron hasta el comedor y se sentaron frente al desayuno casi listo que consistía de leche con cereales. El desayuno favorito de ambas.

Las niñas no tocaron el desayuno hasta que su padre se sentó con su café amargo y comenzaron a comer en silencio.

Ya cuando terminaron, se asearon la boca y se metieron al coche. En el camino su padre puso sus canciones favoritas.

Ahora en la radio sonaba "La vaca Lola" haciendo que sus hijas empiecen a cantar y Conway también lo hace, pues todos los días escuchan las mismas músicas infantiles y ya se las había aprendido.

Cuando llegaron a la escuela, las omegas suspiraron y se despidieron de su padre.

Cuando entraron vieron a los niños felices en su curso.

— ¿Tu mamá viene? — Preguntó un niño beta hacia una niña alfa quien inmediatamente asintió con una sonrisa.

Milan y Lía miraron el suelo y se alejaron antes de que le pregunten lo mismo. Se sentaron cada una en su pupitre y pusieron atención a las clases.

Cuando había pasado el recreo, todo el patio estaba decorado con la temática del día de las madres. Su profesora llamó a todos sus alumnos para que hagan un último ensayo de lo que llevaban practicando hace dos semanas. Era un pequeño baile adorable mientras cantaban lo mucho que amaban a sus mamás.

Incluso cada alumno debía escribir una carta y leerla con micrófono en frente de todos.

Y Lia y Milan habían hechos dos cartas. La primera como si su madre estuviera junto con ellas y la segunda habían escrito lo mucho que lo extrañaban.

Cuando las y los omegas madres empezaron a llegar, las gemelas solo estaban aparte de todos viendo como sus compañeros corrian a abrazar a sus mamás.

— ¿Tu madre no llegó? — Inquirió un niño, sonando terriblemente burlón. Las hermanas negaron.

— ¡Niños, es hora de la presentación! — Llamó su profesora cuando todos los omegas se encontraron sentados frente al escenario.

Los niños comenzaron a correr felices hacia su dirigente, Milan hizo una mueca viendo entre los omegas como si fuera posible ver a mami Gus entre ellos y Lía solo quería llorar.

Era el sentimiento más horrible que habían experimentado.

Pero aún así decidieron ir hasta el escenario, viendo que faltaba una silla para ser utilizada, esa silla le pertenecía a Gustabo.

Empezaron su presentación, los omegas se veían conmovidos y los niños felices excepto dos niñas que hacían todo con pena.

Los omegas dejaron que sus ojos evitaran seguir viendo a sus hijos cuando un aroma de alfa se coló por sus fosas nasales. Giraron su rostro para ver el único alfa que iba hacia ellos y se sentó en la silla que faltaba ser ocupada.