¿Castigo o Premio? OMEGAVERSE [INTENABO]

Capitulo 27

Holaaa, hice un cambio. El celo de alfas y omegas tan solo durarán una semana. Diez días, era demasiado xd.

Había pasado una semana y en sus bailes ya no veía a Conway dentro del club, o mirándolo de cerca como antes. Se sintió confundido y preocupado.

Hoy habían practicado una coreografía y la iban a presentar justo ahora. Ángel vestía una minifalda rosa y su pecho estaba descubierto, su cara cubierta un poco por un antifaz también rosa. Ahora estaban bailando, iban a casi a mitad de coreografía y las bailarinas junto a un Omega bajaron del escenario para ir hacia las mesas para empezar a coquetear a los alfas quienes sentados gruñeron cuando el cuerpo de los chicos se posaron sobre ellos.

Ángel buscó a un alfa quien se veía muy interesado en él, le guiñó un ojo y se subió al regazo de aquel alfa de aroma insoportable, parecía quemarle la nariz. No negaba que estaba muy guapo.

Las manos de ese alfa rubio, ojos verdes se posaron en sus glúteos y los manoseó a su antojo. Ángel gimió en su oído y empezó a moverse arriba de ese abultado miembro.

El alfa buscó los labios del menor, pero este simplemente se alejó junto con una sonrisa.

— No puedes hacer eso, cariño. Está prohibido — Murmuró despacio.

Gustabo ladeó la cabeza después de escuchar a hablar al alfa, si idioma era italiano, por lo tanto, no tiene ni la minima idea de que fue lo que le dijo.

A su nariz llega la conocida esencia y sus ojos empezaron a buscar entre la gente el dueño de ese olor, hasta que dió con ese alfa, Conway, quien sentado en las mesas de atrás se mantenía serio y tenso, parecía respirar pesadamente mientras que en una de sus manos sostenía un vaso de whisky fuertemente.

...

La semana había transcurrido dolorosa para Jack, tuvo un celo agonizante, quería morirse. Sin duda, se había ayudado con la imagen que quedó grabada en su cabeza de un pequeño Ángel chupándole la jodida polla.

Esta noche se animó ir solo al club y se sentó en una de las mesas traseras solo para ver al rubio bailar desde lejos. Desde otra perspectiva. Y las ganas de levantarse y sacar a algún alfa sentado a lo primero del escenario a golpes eran muchas.

Vio como los bailarines, incluído Gustabo, bajaron del escenario para coquetear con la gente. Sus ojos permanecieron en el cuerpo blanquecino, y su animal gruñó cuando vio a Ángel sentarse en el regazo de otro alfa. Tuvo que servirse un vaso de whisky y apretarlo con tanta fuerza antes de tomarlo y hacer contacto visual con el omega.

Sin duda era otro, mierda, era otro. No era el niño dulce y el más inocente que había conocido, eso había jodido a Conway, pero podía entender que estaba creciendo. Sin embargo, nunca se lo imaginó cayendo en las manos de un puto loco que lo está explotando sin descanso. Podía ver sus ojos cansados a través de ese contacto visual.

Ver cómo Ángel se levantaba del regazo del ese alfa, caminando hacia él, moviendo sus caderas, meneando esa pequeña faldita haciendo ver sus muslos atrapados por una suave red de medias, le hace tener sed, que de un solo trago se tomó el whisky sin quitar la mirada de la azulada que viene en camino con lentitud.

Ángel se muerde el labio inferior a la vez que se va acercando hacia Conway, pero maldito sea el momento en el que una de las bailarinas le gana y sea ella quien ahora esté en el regazo del pelinegro. Esto es... ¡Vergonzoso! Era el centro de atención y que todos hayan visto como una omega le ganaba un alfa, era vergonzoso, sin duda.

Rompieron contacto visual y Gustabo recuperó su compostura, pero antes de girarse para buscar a otro alfa solo, vio como Conway alejaba a la omega lejos de su persona como si fuera una basura.