¿Castigo o Premio? OMEGAVERSE [INTENABO]

Capítulo 34

Mientras calaba el cigarrillo, una sonora risa de escapaba de sus labios al llegar a su casa. Era increíble, estupendo, se sentía jodidamente bien y tenía que compartirlo con todos sus hombres pero a la vez, sentía un poco de celos.

¡Por fin logró descubrir algo llamativo en la vida de Conway!

Oh, no, no, esperen.

¡Era alguien llamativo y vaya que lo es!

Santos cielos, por fin algo muy bueno para jugar con su contricante, para hacerlo sentir tan molesto pero a la vez tan débil.

Fue con una sonrisa maliciosa en sus labios hacia la estantería en donde se sirvió un poco de negroni.

Se recostó en la encimera mientras miraba a un punto fijo de su sala lujosa.

No saben cómo tuvo que escapar sin que el puto Jack lo reconozca, había agradecido que todos los aromas de los alfas que asistieron al club siempre se mezclaban entre sí, lo cual era difícil distinguir el suyo.

Jamás lo vio muy enojado, con la mente tan pirada y ser capaz de sacar un jodido arma y enseguida hacer una lluvia de balas con ella, algunos alfas habían caído, lo había visto y también como el hombre que atacó a ese precioso omega había sido asesinado.

— Así que no quieres que te toquen a tu esposo... — Murmuró para sí mismo con una sonrisa mientras le daba un delicado sorbo a su bebida favorita — Maldito Conway, me lo ganaste — Rió como un psicópata, enderezandose y tiró su cabeza hacia atrás haciendo más escandalosa su risa.

No había una buena razón para que Conway sufra, decir que solo era porque unos de esos rusos habían cruzado sus límites era una excusa de mierda. Pero a Jacob le gusta divertirse con la cordura de Jack, cuando se vuelve agresivo y se convierte en toda una fiera, quiere ver más que eso, seguramente estaría jugando con fuego.

Pero mierda, ese bonito Ángel era un tesoro hermoso, lo quiere para él y solo para él.

Sacó su celular después de haber apagado el cigarrillo, marcó a su alemán favorito.

— Tenemos a alguien con quién divertirnos — Dijo después de haber escuchado la voz del alfa alemán en el otro lado de la línea — O mejor dicho, con quien me divertiré y mucho.

Dejó a un lado su bebida y caminó por la sala hasta tirarse en unos de sus sillones.

— Sí, tiene que ver con él — Desamarró su corbata con una sola mano mientras escuchaba a su hombre hablar — Exactamente, parece que las noticias vuelan rápido, ¿Cómo te enteraste de lo que Conway había hecho en el club?

— Tengo amigos que asisten a ese club, dos de ellos fueron heridos y uno murió — Dijo como si fuera lo más normal del mundo, noticias sobre Conway, era lo más normal.

— Ángel será mío — Dijo con seguridad — No me importa si tengo que matar a Conway, ese chico será solo para mí. Ugh, me importa una mierda si son esposos, el omega no tiene ninguna marca como para hacer saber que ya está enlazado con Conway. Así que es libre.

Sacó su americana y luego fue a quitar sus zapatos.

— Maldita mierda, ¿por qué me dices que tenga cuidado con Conway? — Preguntó incrédulo — No le temo a ese hombre. Mi único objetivo es el bailarín, nada más.

— Eso ya es obsesión, hay muchos omegas más en el mundo.

— Todo me importa una mierda, lo único que quiero es a ese rubito y no lograrás que cambie de parecer.

Colgó.

...

Ahora tenía una de las camisas negras de Conway, estaba sentado en la cama, su espalda encima del torso del mayor, este apoyaba su espalda en el respaldo mientras acariciaba el cabello del omega.