Capítulo 52

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Gustabo bajó para ver que están haciendo sus hijas, las vio subidas en el castillo de princesa que Conway había comprado para ellas en Italia, el castillo tenía como bajada una resbaladera en donde ellas podían resbalarse divertidas.

Lía se tira a la resbaladera y va corriendo hacia el omega quien abre el ventanal para unirse con ellas.

— ¡Mami! ¿Quieres jugar? — Preguntó la menor abrazando a Gustabo, este asintió despacio y miró a Milan dentro del castillo, asomada en la ventanita y sacudiendo su mano, saludando .

Gustabo fue jalado por la menor.

— Pero yo no entro ahí — Pronuncia Gustabo con una sonrisa de oreja a oreja, ver a sus hijas alegres y risueñas a pesar que él les había arruinado el día, lo hacía sentir mejor y valorar un poco más su vida.

— Lo sabemos — Milan dijo tirándose en la resbaladera, estaba descalza y se sentó en el césped justo donde había una cocina en donde podía disimular cocinar.

— ¡Llamaré a papá! — Lía corrió hacia la sala en busca del alfa.

No pasó ni cinco minutos cuando Lía vuelve con Jack, jalándolo de la mano hasta el jardín donde estaban todos.

Jack miró a su omega con una media sonrisa y este se sonrojó y miró a otro lado, amando ese lado tímido de su lobito, se acercó a él y le dio un pequeño piquito rápido por respeto a su amada hija quien los ve con una ceja alzada pero luego vuelve su mirada hacia su cocinita de juguete.

Lía se desapareció de la vista de todos, Conway miraba hacia la sala para vigilarla que fue a ver y cuando la vio trayendo un bolso que conocía muy bien, negó con la cabeza mientras sonreía y se apuró en ayudarla.

— Dios mío, esto pesa — Pronunció cuando su padre le ayudó a cargar el bolso que contenía algunos juguetes — Papi, mami, pueden sentarse — Los mayores se sentaron en el césped.

Cuando ya estaban todos, Lía comenzó a sacar dos coronas, una de princesa que Conway había comprado para las dos, pero ella escogió la suya para luego pararse y poner su corona sobre los cabellos rubios del omega. La corona tenía piedritas azules brillantes.

Lía ahora tomó la corona de príncipe que habían hecho comprar a su padre para poder jugar que ellas son las princesas y él el príncipe.

Conway inclinó su cabeza para que su hija pudiera colocarle la corona de príncipe en sus cabellos negros.

Las pequeñas traviesas miraron a sus padres y sonrieron con orgullo.

— ¡Esto es lindo! — Milan exclamó con euforia.

— ¡Hay que tomarles una foto! — Dio una idea la otra gemela acercándose a su papá — Celular — Conway suspiró mientras buscaba su celular y se lo daba — Cámara, por favor — Gustabo ayudó un poco al encontrar la cámara entre todas las aplicaciones porque Jack no la encontraba ya que no era una persona que le gustaba tomar fotos — ¿Cómo se toma foto? — Susurró Lía hacia su papá y él se quedó en silencio esperando que su chico le explique cómo es.

¿Castigo o Premio? OMEGAVERSE [INTENABO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora