Una pizca de maldad

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Me gusta eso de viajar a universos o dimensiones alternas, una pequeña idea que surgió...

Su misión era devolver las gemas y el martillo de Thor para luego regresar, nunca se imaginó lo que pasaría, después de compartir un baile con Peggy decidió volver, estaba feliz por ella, había continuado con su vida y ahora estaba felizmente casada, en el momento de viajar ocurrió un problema, el traje comenzó a fallar sintió como si su cuerpo se estuviera desintegrando, debido al dolor que estaba sintiendo quedó inconsciente, no supo cuanto tiempo pasó, cuando empezó a recuperar la consciencia se percató que estaba en una suave superficie.

“¿Que es ese olor?”

Empezó a percibir una mezcla de olores, café... Chocolate... Canela... Extendió su mano tocando la suave tela de una playera, subió la mano sintiendo un sedoso cabello, aún no abría los ojos, por alguna razón ese aroma le transmitía tranquilidad, la persona que estaba a su lado se removió y lo rodeó con su brazo, escondiendo su rostro en su pecho, pasó su mano por la desconocida y firme espalda.

¿Un hombre? ¿Qué hacía acostado con un hombre?, Con temor abrió los ojos poco a poco.

— Buenos días beloved... —Dijo aquella perezosa voz, levantando su mirada, ojos chocolate y cielo se conectaron.

— Tony... —No podía creerlo, ¿estaba soñando? Tony estaba ahí, abrazándolo y viéndolo con cariño, se veía tal y como lo recordaba, justo como en su última misión, las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

— ¿Steve, qué sucede? —Preguntó con un deje de preocupación, el rubio no pudo responder, solo lo abrazó fuertemente, no entendía lo que estaba pasando.

— Tony...lo siento, lo siento mucho...

— Hey tranquilo... —El genio trató de tranquilizarlo.— Ya te perdoné por quitarme mis donas. —Una risita se escuchó de parte del rubio.— ¿Tuviste una pesadilla? —Preguntó el genio apartando su rostro.

— Algo así... —Respondió el rubio viendo aquéllos ojos, deslizó su mano por la mejilla derecha del castaño, recordando su estado final.

La puerta se abrió interrumpiendo a los mayores, dos adolescentes entraron y venían discutiendo.

— ¿Ahora qué? —Preguntó Tony sentándose en la cama.

— ¡Dile a Harley que me devuelva mi teléfono!

— Solo hago algo importante. —Respondió el chico con tranquilidad.

— ¡Harley devuelvele el teléfono a tu hermano! —Ordenó el castaño.

— Bien. —Le lanzó el teléfono al otro chico quien lo atrapó con facilidad, luego frunció el ceño.

— ¡¡Le mandaste un mensaje a Wade!!

— ¿Algún problema?

— ¿Quién es Wade? —Preguntó Tony siendo ignorado por el par de adolescente que comenzaron a discutir, mientras Steve estaba confundido sin saber quiénes eran aquellos adolescentes, uno le parecía un poco familiar, lo había visto en el funeral del castaño.

— ¡No puedes seguir ahuyentando a mis amigos!

— ¡Ese cretino solo se quiere meter entre tus piernas!

— ¡Tiempo fuera! —Exclamó Tony, bajando de la cama.— Peter, ¿quién es ese tal Wade?

— Es un amigo, lo que dice Harley es mentira.

— Lo que digo es verdad, ese alfa tonto solo quiere acostarse contigo.

— Para ti, todos los alfas que se me acercan es porque quieren meterme su...