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El estado de Tony había empeorado así que no tuvieron otra opción que inyectarle extremis, a pesar de los riesgos, pero primero lo cedaron, pasó varios días inconsciente, ya hace un mes que los gemelos habían entregado la primera dosis de extremis a los ciudadanos, lo mismo se había hecho en varias ciudades la segunda dosis había sido vendida por un bajo precio, para la tercera el precio aumentó, ya para la cuarta dosis muchos no pudieron pagar el precio, causando que comenzara la desesperación.

— Por favor... —Suplicó una joven omega morena, permanecían en la entrada de industrias Stark.

— Tienes que pagar.

— Lo haré, te pagaré... —Ella se arrastró aún de rodillas ante Harley, pero antes de tocarlo alguien la agarró del cabello y la alejó con brusquedad.

— ¡Alejate de mi alfa perra! —Mencionó Harry provocando que el rubio se riera.— Si ya no tienes dinero para pagar ve y vende tus pertenencias. —Luego de que la chica se fue Harry volteó a ver al rubio.— ¿Tú, de qué te ríes?

— Amo que te pongas celoso. —Mencionó para después colocar sus manos en su cintura.— Duerme conmigo hoy...

— Olvidalo. —Mencionó Harry apartandolo.— Mejor ve a ayudar a tu hermano.

Harley frunció el ceño pero aún fue a buscar a Peter, soltó su aroma molesto al notar a un alfa muy cerca de su hermano iba a intervenir pero no fue necesario ya que el castaño le dio un fuerte golpe y le gruño, Harley sonrió orgulloso, poco después regresaron a la recién construida torre Stark llevándose la sorpresa que se había activado una alarma.

— Protege a papa yo iré a ver a los prisioneros. —Menciono el castaño.

— ¡Peter espera!

Harley no pudo evitar que el omega bajara al sótano, el cual habían  ocupado como prision, no tuvo otra alternativa que ir a revisar que tanto Tony como Morgan estuvieran bien, Peter llego hasta las celdas observando a Lang aun acostado en el catre.

— ¿Dónde está Sam? 

— Estoy aquí. —Contestó el moreno sosteniendo un tubo de metal, pero antes de golpear al menor fue lanzado hacia la pared debido una fuerza repulsora.

— ¡Papá despertaste!

— No te atrevas a tocar a mi cachorro.

Sam solo observó aquellos ojos azules antes de sentir su estómago ser perforado por el mismo tubo que iba a usar para golpear a Peter, Scott ya se había levantado sabía lo que seguía, dio un suspiro y observó a Tony acercarse.

— Tienes suerte Lang. —Pronunció Tony.

— Termina con esto Stark, ya no tengo nada... Me quistaste a mi alfa, a mi mentor... A mi hija...

— Pym se buscó lo que pasó y su hija no debió meterse, pero sobre tu cachorra yo no le hice nada, ¿cierto pajarraco?

— S-scott... no lo escuches...

— ¿Porque no? ¿Porque no le dices lo que hizo Fury?

— ¿Fury?

Al ver que Scott dio unos pasos adelante Peter se interpuso, el menor sabía que su papá no estaba del todo bien lo detectaba en su aroma, Lang entendió y dio unos pasos hacia atrás.

— Fu-ry solo... Solo puso a salvo a tu hija.

— Si claro mandándola al espacio lejos de su papá, con lo que no contaron es que...

— Señor tiene visitantes. —Interrumpió viernes, Tony solo gruño y se dio la vuelta, Peter empujó a Scott para que los siguiera siempre manteniéndose alerta, ignorando por completo los gritos de Sam quien llamaba a Lang, al llegar al siguiente piso se escucharon las maldiciones de Harley.

Una pizca de maldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora