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Tony despertó, estaba en su cama, Bruce se acercó y le sonrió con pesar, el genio pudo sentir el aroma alterado de su hijo mayor, quien estaba afuera de la habitación.

— No me digas que mi enfermedad volvió...

— No Tony, el extremis curó por completo tu enfermedad... ¿Te acuerdas de lo que te dije cuando Morgan nació?

— Si, que mi útero se había ¿secado? Osea no iba a poder tener otro bebé, además de que el extremis, parecía tener un efecto secundario en mí por el uso excesivo y bla bla... pero que tiene que ver con... —Tony abrió los ojos con sorpresa, Bruce asintió.— Imposible, incluso mi celo se suspendió.

— ¿Qué no te vino tu celo, cuándo tu y Steve... tú sabes...

— ¿Cuándo pasamos su estro juntos? Pues... — Tony se quedó en silencio por unos segundos, luego soltó una risa seca.— ¡Aaah estúpido Rogers y su suero de supersoldado!

— Bueno esto no fue por el suero... tenías razón, no importa si es el Steve de otro universo, tu lobo lo reconoce como su destinado por eso tu celo volvió al sentirlo a él... se sincronizaron.

Tony sonrió otro cachorro ¿como lo irán a tomar sus hijos? ¿Cómo lo tomará Steve? Steve, al recordarlo se sintió triste no había pasado ni un día sin verlo y ya lo extrañaba, talves no debió ilusionarse, talves no debió creer que este Steve lo amaría igual.

— Ya estoy harto, iré a buscarlo. —Dijo Harley entrando a la habitación, había sentido la tristeza de su papá.

— Por supuesto que no, tú te quedas aquí.

— Pero...

— Sin peros jovencito, no te irás a meter a la base de Shield.

— Harley, lo mejor es mantener a tu papá tranquilo, hay que turnarse para cuidar de Peter.

El menor asintió resignado, por la noche se turnaron, aunque Tony protestó porque sólo le permitieron estar despierto las primeras horas de la noche, a pesar de que el embarazo de Bruce estaba más avanzado estuvo despierto mas tiempo con la excusa de que los primeros meses eran los más difíciles, "Los últimos dos también" fue lo que dijo Tony, pero aún así no lo escucharon, la noche transcurrió sin incidentes hasta la madrugada, Peter empezó a tener pesadillas, Harley entró, empezó a liberar su aroma tratando de tranquilizar a su hermano, al principio lo alteró más hasta que el lobo del castaño reconoció a su gemelo, abrazó a Harley hasta que volvió a quedarse dormido.

— Entonces no los encontraste. —Mencionó Tony viendo a Clint, estaban en la sala, ya era mediodía.

— Lamentablemente no... —Clint dio un suspiro.— Lo más seguro es que esten en la base de Shield.

— ¡Papi! ¡Papi! ¡Algo le pasa a Peter! —Exclamó Morgan entrando al lugar, Tony no esperó, se puso de pie y corrió hacia el taller, Harley estaba al lado de Peter.

— ¿Papá? Lo siento, perdóname yo no pude...

— Peter... —Tony solo abrazó a su hijo.— No cachorro, yo lo siento, no volveré a dejarte sólo, todo estará bien, voy a protegerte, ¿tienes hambre? —Peter asintió, Tony volteó a ver a Harley.

— Te traeré algo de comer.

Harley salió inmediatamente a buscar algo de comida, Tony volteó a ver de reojo a Bruce, quien disimuladamente le señaló el cuello del menor, así que este volteó a ver, la marca ya no tenía ese color morado, tampoco estaba inflamada al contrario empezaba a cicatrizar, después de que Harley llevó la comida los dos mayores salieron hacia donde estaba Clint.

— No estoy entendiendo, porque la marca...

— Posiblemente alguien se encargó de ellos. —Pronunció Clint.

— Peter estará bien Tony. —Dijo Bruce.

El castaño volteó a ver a su hijo, quien ahora estaba comiendo, la marca en su cuello se borraria pero ahora debían ayudarlo a borrar lo demás, aunque no estaría tranquilo hasta saber quién se había encargado de esos mocosos, esa noche Peter se quedó en su habitación, Tony estaba en la sala, Harley había salido a comprar unas hamburguesas, al llegar llevaba una caja de donas.

— Llegó este paquete...

— ¡Donas! —Exclamó Tony y agarró la caja.

— Espera no puedes comer algo que te envió un desconocido. —Dijo Harley siguiendo a su padre que iba rumbo a la cocina, al llegar vio a su padre con el seño fruncido.— ¿Qué sucede?

— No son donas. —Tony le mostró una cajita negra y un sobre amarillo, al abrir la cajita vio su contenido con sorpresa.— No es posible...

— ¿Qué pasa? —Harley se acercó y abrió los ojos sorprendido, la cajita contenía cuatro colmillos, Tony abrió el sobre y sacó una foto.— Hay algo escrito. —Dijo el menor viendo el reverso de la foto, cuando Tony la giró reconoció a las tres personas y le arrebató la foto.— Son ellos...

Tres adolescentes estaban sentados de espaldas, mirando hacia el mismo lugar completamente aterrados, sus manos estaban abiertas, sosteniendo en cada una un colmillo, Tony volvió a quitarle la foto y le dio un golpe con la cajita en la cabeza, para después leer lo que había escrito.

"Con esto se borrará la marca, por favor cuida de él, si quieres has pública la fotografía, para que el mundo se entere que no deben lastimar a un Rogers Stark.

PD. Me quedé con los colmillos que perforaron su piel."

— ¿Fue Pops?

— Steve no haría algo así, es demasiado correcto...

— ¿Publicaras la foto?

— Por supuesto.

Tony salió de la cocina llevando la foto y la cajita con los colmillos, a los minutos la foto estaba por todo internet, en los noticieros y en los carteles digitales de los edificios, con una clara advertencia.

"Esto es lo que te puede pasar si lástimas a un Rogers Stark."

— ¿¡Me pueden decir, como carajos pasó esto en nuestras propias narices!? —Exclamó un molesto Fury, estaba en la sala de reunión con sus agentes principales.

— Le dije a la agente Carter que era mala idea. —Mencionó el coronel Rodhes.

— Si los asesinaron estando aquí, significa que tenemos un traidor. —Comentó Sam.

— ¿Y qué esperan? ¡Encuentrenlo! Nos ayudará en esto, ¿verdad Capitán?

— Por supuesto, estoy a sus órdenes.

— Bien, empiecen con los interrogatorios. —Todos asintieron y salieron de la sala.— Capitán espere.

— ¿Qué sucede?

— No olvide que aquí Anthony Stark no es un héroe y usted no le debe nada, es más, lo trajo a este lugar, por sus propios propósitos egoístas.

— Lo sé, con su permiso me retiro.

El rubio salió del lugar y resopló, luego continuó su camino con su porte firme eh imponente, demostrando autoridad y superioridad.

Una pizca de maldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora