Una pizca de maldad

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Un joven rubio iba en una motocicleta, estaba nervioso y también tenía miedo de lo que enfrentaría, se negaba a creer que su omega fuera un traidor, bueno cabía la posibilidad de que él no tuviera ni idea de lo que hacía su padre, esperaba que fuera así, mientras tanto en la mansión Osbord, el menor entró a paso apresurado.

— ¡Papá! ¿Te enteraste de lo que pasó en laa... torre Stark...? —Quedó viendo a los visitantes.

— Hijo ven acá. —Mencionó Norman al ver que el menor dio un paso hacia atrás.

— ¿Porqué Nick Fury está en la casa? —Preguntó acercándose a la puerta.

— Harry ven. —El menor negó y sujetó la perilla de la puerta, estaba por abrirla pero alguien agarró su brazo doblandolo hacia atrás, no pudo evitar soltar un quejido.— ¡Ten mas cuidado.

— Ven acá muchacho. —Mencionó Fury.

— ¡No! ¡Sueltenme! —Trató de soltarse.

— Oye tranquilo... no quiero hacerte daño. —Murmuró el omega que lo sujetaba.

— ¡Aún no me has contestado padre! —Exclamó el menor molesto.— Traicionaste al señor Stark...

— Lo comprenderás después...

— ¡Harley es mi destinado!

— ¡Ese mocoso no es el indicado para ti! —Exclamó Norman molesto.

— Bien, nosotros tenemos que irnos, Scott, Sam.

Al sentir que el agarre se aflojo, Harry logró soltarse, logrando sacar rápidamente un arma de ondas sonicas de su mochila, le disparó a Scott pero este se hizo pequeño, Sam aprovechó y le disparó con un arma eléctrica.

— ¿Qué hiciste? —Preguntó Norman molesto al ver a su hijo temblar en el suelo.

— Si tu hijo sale y habla con los Starks estarás perdido, mantenlo vigilado hasta que los arrestemos. —Mencionó Fury para luego salir junto a Sam y Scott.

— Yo voy a vigilarlo. —Dijo el coronel, cargando al menor.

— Tercera habitación a la izquierda. —Mencionó Norman, para después acercarse al minibar y servirse un vaso de wiskie.

Harry despertó y observó a su alrededor, al notar que estaba en su habitación se puso de pie inmediatamente abrió la puerta y salió corriendo escapando de Rodhes, quien estába afuera, justo antes de llegar a las escaleras escuchó unos toques en la puerta y una voz.

— Harley...

El joven omega fue jalado hacia atras, su boca fue cubierta mientras unos brazos lo envolvieron para regresar a la habitación.

— Esto es por tu bien, Harley es un asesino igual de despiado que su papá. —El menor frunció el ceño al escuchar aquello, empezó a forceajear para soltarse.

— Harley bienvenido. —Mencionó Norman.— ¿Gustas? —Preguntó sirviendo una copa de vino.— Harry llegará en unos minutos, siéntate.

— ¿No debería estar en la empresa señor Osbord? —Preguntó observando la copa.

— Hoy no me sentía del todo bien, pero anda bebe un poco.

— De hecho aun soy menor de edad.

— Jajajaj por favor, has hecho cosas mucho peores que tomar alcohol.

— ¿A qué se refiere con eso? —Preguntó Harley, ambos alfas se vieron a los ojos.— Bueno, la verdad el problema a que beba alcohol es que pops se podría molestar.