Epilogo

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Los pasos eran apresurados, ambos hombres discutían mientras se dirigían a la oficina presidencial, el alfa mayor movió su corbata.

— Señor yo sigo insistiendo que es una mala idea.

— Mala idea es seguir bajo el dominio de SIM. —Pronunció para después abrir las puertas, se sorprendió al sentir el aroma pesado de un alfa, dirigió su mirada hacia la silla presidencial donde estaba sentado aquel hombre de espaldas al escritorio.— Tú q...

— Hola, presidente Ellis. —Se giró hacia él.— Tenemos que hablar.

— Steven Rogers, el perro de SIM.

— Yo que tu cuidaría mi lenguaje. —Menciono Natasha, el alfa mayor gruñó al darse cuenta de las otras dos personas.

— Verá señor presidente, seré rápido. —Mencionó Steve y giró la pantalla de la computadora hacia él, los ojos del alfa se abrieron más.— No se que tan pacientes serán mis cachorros.

— ¡Tú no puedes hacer esto! —Mencionó el presidente observando en la pantalla a un joven que estaba atado a una silla, luego una cabellera rubia se asomó.

— ¡Hola señor presidente! —Mencionó el rubio.

— ¿Cómo se atreven a golpear a mi hijo?

— ¿Harley, no te dije que no lo golpearas aún? —Reclamó Steve.

— Lo siento Pops, pero él intentó coquetear con mi hermano.

— Yo ya te dije que no necesito que me defiendas, sabes que puedo solo.

— ¡Hola Pops! —Exclamó Morgan apareciendo la pantalla.

— ¡Morgan! ¿Harley, qué hace Morgan con ustedes?

— Ella se coló Pops, no es mi culpa.

— Bien... —Steve frotó su frente, luego suspiró y volteó a ver al presidente.— Da igual, como ya lo pudo notar, mis hijos son impredecibles, así que hablemos calmadamente.

— ¿Qué quieres? —Dijo entre dientes

— Quiero que me entregue a Nick Fury.

— Yo no se donde está.

Steve dio un suspiro y encendió una grabación donde se oía una conversación entre el presidente y Nick Fury.

— ¿Dónde está su lealtad, señor presidente? —Preguntó Steve y encendió uno de los puros que habían en el escritorio.

— ¿Mi hijo estará bien?

— Le doy mi palabra. —Contestó para después sonreír.

Minutos después Steve estaba en un bosque en Puerto Rico, observó la espalda de aquel alfa mientras partía unos leños.

— Creí que me encontraría más rápido capitán, ya que tiene las gemas.

— Solo me tomé mi tiempo. —Respondió Steve, pasando sus manos por algunos leños.

— Disfrutando de una vida que no le pertenece.

— La vida que siempre quise.

— Dígame capitán, ¿aun se siente digno de usar ese escudo y ese símbolo en su pecho?

— Aun soy digno de levantar el Mjolnir, ¿porque no lo sería para levantar este nuevo escudo que me hizo mi esposo y portar el símbolo de los vengadores?

— Está del lado equivocado capitán.

— No director Fury, usted está del lado equivocado, lo estuvo desde que se metió en los planes de Tony.

Una pizca de maldadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora