Una pizca de maldad

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Tony sintió el agua deslizarse por su cuerpo, recordó lo sucedido minutos atrás, esa faceta de Steve le había fascinado, amó su reacción cuando se enteró de su embarazo, aún estaba sobre sus piernas cuando le dijo, sonrió ante el recuerdo.

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— ¿Oye, pero no crees que Fury se dará cuenta de que ya no estás de su lado? —Preguntó Tony— Después de todo dejaste escapar a Pepper.

— Ella esta en manos de Nat, Tony. —Contestó el rubio sorprendiendo a su omega, seguidamente depositó algunos besos en su cuello.— Tu aroma es mucho más dulce... —Murmuró, Tony sólo soltó una risita.

— Aun sigo aquí... —Strange aún permanecía de espalda a ellos.

— Ya lo sé. —Contestó Steve frunciendo el ceño.— Si no te necesitara, ya te habría asesinado por coquetearle a mi omega.

— Capitán, ya le dije que no tengo ese interés en su omega... A mi me interesa otro castaño... —Dijo lo ultimo en voz baja y sonrió.

— Oh si, a ti te interesa Everett, ¿no? El espía que tenemos en el gobierno. —Mencionó Tony.

— Talves... —Contestó Strange.— Entonces, ¿nos vamos?

— Espera unos minutos más. —Dijo Steve sonriendo.

— Oh cierto, al nada posesivo Steve Rogers se le ocurrió anudarme, sin darse cuenta de mi estado.

— ¿Eh? —Steve miró a su omega confundido.

— Estoy embarazado Alfa tonto.

— ¿Qué? —Steve abrió los ojos con sorpresa, mientras Tony sonreía al intentar moverse este se quejó aún estaban unidos.— Perdón. —Pronunció Steve rápidamente.

— Oh no puede ser. —Tony vio incrédulo como los ojos del alfa se llenaron de lágrimas, ese semblante como de perrito regañado, no parecía el mismo que hace unos instantes había matado a esos hombres a sangre fría.— Hey estoy bien, estamos bien.

— ¿Seguro? —Preguntó Steve limpiandose las lágrimas con su brazo.

— Seguro, joder me encanta que me anudes... —Dijo coqueto colocó sus manos en las mejillas del alfa y le dio un beso, para después sonreírle.— Eso no afecta el embarazo.

— ¿De verdad? —Tony asintió.—  Muchas gracias Tony, gracias, gracias. —Steve lo abrazó y escondió su rostro en su cuello, pero luego lo miró a los ojos, viéndolo con seriedad.— Tenemos que cambiar de planes.

— No. —Dijo Tony firmemente.

— Sí, no te enfrentaras a Shield, yo me encargaré de todo.

— ¿Se te olvida quién soy?

— No se me olvida, pero estas esperando a nuestro cuarto cachorro, así que no irás, es más, Strange quiero que lo lleves a un lugar seguro junto a nuestros cachorros y si algo les pasa te lo cobraré a ti. —Tony frunció el ceño ante eso.— También me llevaré las gemas.

— ¿Espera, qué?

— No quiero que las uses Tony, no otra vez... —Steve acarició la mejilla del omega.— No voy a perderte nuevamente... —El rubio le dio un beso en la frente, en ese instante Tony comprendió el sentir de su Alfa así que lo abrazó resignado.

— Yo tampoco quiero perderte Steve, está bien me mantendré al margen, pero si tú estás en riesgo voy a interferir. —Ambos se sonrieron y luego se besaron.— Bueno iré a darme una ducha entonces.

En el momento en que se separaron ambos soltaron un suspiro y luego rieron, mientras que Strange deseaba que se lo tragara la tierra, Steve le ordenó que abriera un portal para que Tony no caminara mucho.