Liv
Lizz me llamó por videollamada esta mañana y me preguntó si quería salir con ella como salida de chicas, remarco mucho de hecho lo de salida de chicas, Alex puso cara de desaprobación ante eso y Lizz le dijo que no se pusiera de morros, que yo no era suya y que tenía derecho a salir con alguien que no fuera él, a lo que Alex le contestó que a él le daba igual que yo saliera con más gente pero que le parecía ridículo lo de salida de chicas, como si tuviésemos que ocultarle algo.
Estuvieron discutiendo veinte minutos hasta que al final puse paz en el asunto, Alex accedió y me dijo que si a las nueve no estaba en casa me iría a buscar el mismo, en las últimas semanas se ha vuelto muy sobreprotector conmigo, en parte me gusta, nunca nadie se había preocupado así por mi.
Ahora estaba en la habitación de Alex desayunando con él, había salido temprano a comprar unos cruasanes de chocolate que estaban riquísimos.
—Están riquísimos en serio—Dije con la boca llena y Alex rió ante ello.
—Los compraré más a menudo—Respondió el
—No, me gustan mucho, pero deja de gastarte dinero en mi Alex en serio
—Que pesada eres, yo me gasto dinero en lo que quiera.
Ya empieza.
—Pero...
—Pero nada, no seas pesada
Borde...
—Pesado tu
—Encima que te traigo los cruasanes—Dijo y le tiré un cojín a la cara.
Los dos reímos durante un buen rato, no se como hacerle entender que debe dejar de gastar dinero en mi, es muy pero que muy cabezota.
—Espera—Dijo y me quitó un trozo de chocolate de la comisura de los labios.
Ante ese gesto me dio un escalofrío, Alex provoca cosas en mi que nadie antes había provocado, cosas positivas, aunque debido a mi poca experiencia en relaciones sociales tampoco es muy difícil, pero Alex es tan... no sé describirlo.
Se empezó a acercar a mi y cuando puso una mano en mi cara mi teléfono sonó, era Lizz
—Que oportuna que es esta chica siempre—Dijo y reí.
Ya era la segunda vez que nos interrumpían cuando estábamos a punto de besarnos, la otra vez no volvimos a hablar del tema, supongo que sería incómodo.
—Dime Lizz, vale, ya salgo—Dije y Alex me abrazó, me cogió por sorpresa pero le correspondí.
—¿En serio tienes que irte?—Dijo
—Pero si solo estaré unas horas fuera—Reí
—Ya... pero me dejarás aquí, solito, aburrido—Dijo con una sonrisa pícara.
—Que exagerado eres—Reí y le abracé.
Mantuve unos segundos más el abrazo y me aparté, le sonreí y él me devolvió la sonrisa, extendiendo el brazo en un gesto de "no te vayas", le lance un beso al aire, lo cogió y salí por la puerta de atrás.
Allí Lizz me esperaba con unas gafas de sol muy raras, eran muy finas y ni siquiera entiendo porque las llevaba, hacia sol, pero no un sol que quemaba, iluminaba su pelo rubio y remarcaba su tono extremadamente blanco.
—¿Por qué tardabas tanto?—Dijo
—Alex me ha retenido—Reí
—Buah qué pesado que es, vamos—Dijo, nos subimos a su coche y puso música.
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Serendipia-#1
RomanceOlivia no ha conocido el exterior, lleva toda su vida en un orfanato hasta que consigue escapar, en esa noche lluviosa conoce a Alex, el creía estar tranquilo antes de conocerla, pero resulta ser que el primer gesto de amabilidad que había tenido co...