Serendipia-#1

CAPÍTULO 14

Alex

Era de día, me despierto, es temprano aún pero no tengo sueño así que me aseo y bajo las escaleras para ir a desayunar, echo de menos a Liv, quiero volver a despertar a su lado, al llegar a la cocina mi madre está preparando el desayuno.

Espera...¿Que?

—Ma...¿Mama?—Digo temblando

Esto no puede ser real, mi madre está...

—Alex cariño, siéntate he hecho tortitas, papá se ha ido a trabajar.

—Pero mamá tú...

—Ya no estoy, lo sé y no tenemos mucho tiempo pero tengo que decirte algo.

En ese momento fue cuando me di cuenta que estaba soñando

—Dime mamá.

—Permítete amar.

¿Por qué decía eso? ¿Era por Liv?

—Mama, yo...

—Esa chica es buena, me gusta para ti, déjate llevar, no pongas barreras, permítete enamorarte

—Pero mamá tengo miedo.

No podía, no podía enamorarme, y no quiero que Liv lo haga de mi, estoy jodidamente aterrado.

—¿De qué cariño?

—De que se vaya como tú lo hiciste y de acabar como papá.

Ya lo he dicho, aunque sea en sueños, pero esa era la verdad, ¿eso es un paso para avanzar? ¿Quiero avanzar? Joder...

—Cariño, el amor es lo más precioso del mundo, papá y yo nos queríamos muchísimo, estas cosas por desgracia pasan, pero tú tienes que vivir tu vida y amar, recuerda lo que te digo, esta chica va a ser el amor de tu vida, si la dejas escapar no encontrarás algo igual, un amor así solo pasa una vez, obviamente te podrás volver a enamorar pero no así.

No estoy enamorado de Liv, me gusta a rabiar pero ¿enamorado? Es algo muy fuerte aún.

—No lo estoy...creo

—Empiezas a estarlo, te veo, te observo cada día y me encanta verte cómo estás con ella.

—Mamá, no quiero hacerle daño—Dije al borde del llanto.

Estoy acojonado por herirla.

—No lo hagas

—Como si fuera tan fácil... yo, aveces digo cosas que no siento y las digo por defenderme pero no es con mala intención

—Pero siempre has sido así, desde pequeño has tenido carácter, aunque siempre has sido muy dulce.

—Mamá...¿estás decepcionada?

—¿De ti? Cariño, nunca me decepcionarás, entiendo el porqué de todo esto, de todo lo que haces

—Entonces...¿crees que puedo hacerla feliz?—Dije refiriéndome a Liv.

—Más que eso, creo que puedes llegar a tener con ella lo que papá y yo tuvimos, con un final más feliz espero.

La idea de tener con Liv lo que tenían mis padres me asusta y me encanta, entregarme a alguien de la manera en la que mi padre lo estaba con mi madre y viceversa es algo que hasta que la conocí a ella no veía posible, pero ahora... todo es tan distinto.