CAPÍTULO 19

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Liv

Al despertar note el brazo de Alex alrededor de mi cuerpo abrazándome y su cuerpo casi desnudo pegado al mío, era una sensación familiar y la adoraba.

Se ve que en algún momento de la noche me quite la camisa de Alex, o me la quito el, vete a saber porque lo único que llevaba eran las bragas.

Me giré para quedar cara a cara con él, al hacerlo soltó un pequeño ruido en protesta,aún estaba dormido.

Decidí contemplarlo, era tan guapo, me encanta mirarle cuando duerme.

Alex empezó a hacer ruiditos, sabía que eso significaba que iba a despertarse ya, yo seguía mirándole sin perder ni un detalle de su rostro y cuando fue a abrir los ojos le besé.

  —Buenos días a ti también—Dijo devolviéndome el beso.

Aún no me podía creer todo lo de ayer, que viniera, que se disculpara, lo que hicimos y que me preguntara si quería ser su novia, fue...perfecto.

Alex tendrá mil defectos pero es irresistible a mis ojos y no puedo esperar a ver lo que nos deparará esta nueva relación que tenemos.

  —¿Me quitaste tú la camisa ayer por la noche o me la quité yo?

  —Fui yo, te estabas despegando de mi y quitándote la manta así que te pregunté que si tenías calor, me dijiste que si y te quite la camisa.

  —Gracias

  —De nada, es que... no quería que te despegaras de mí, quería estar abrazándote todo el rato.

Dios Alex, un día de estos me matas.

  —Ayy, ven aquí—Dije abrazándolo—Yo también te quiero abrazar todo el rato.

Los dos reímos y nos volvimos a abrazar.

Me encantaba estar cerca de él, es como si por primera vez en mi vida alguien me prestara la suficiente atención y no es que le quiera solo por eso, porque Lizz también me da mucha atención y no estoy enamorada de ella, es solo que Alex es...Alex es Alex.

  —¿Qué quieres hacer hoy?—Pregunto Alex

  —No se, debería...—Dije pero antes de poder terminar la frase él estaba besando mi cuello.

  —¿Qué te parece si... seguimos aquí tumbados y te beso durante todo el día mientras te acaricio? Luego también podría hacerte lo que te hice ayer y luego ver una peli

  —Me encanta el plan

  —¿Si?—Dijo en un tono sexi, demasiado sexi para las horas que eran.

  —Mucho

  —¿Quieres que pidamos algo para desayunar? Me da pereza levantarme a hacerlo.

  —Me parece muy fuerte que con la cantidad de personal que tenéis en esta casa no tengáis a alguien que os cocine.

  —En teoría sí que hay alguien, ¿te acuerdas que cuando llegaste te dije que había una señora que se hizo muy amiga de mi madre que era la única que entraba en la habitación en la que tú estabas para limpiar y tal?

  —Si

  —Pues antes era la cocinera, pero al morir mi madre mi padre la puso a cargo de la limpieza, no sé porqué, supongo que su comida le recordaba mucho a mi madre.

Alex quedó cabizbajo, hablar de su madre es ver cómo está triste durante un rato y no es agradable, lo entiendo, supongo que debe de ser duro perder a una madre, lo sabría si alguna vez hubiera tenido una. ¿Cómo sería mi madre? ¿Estaría viva?

Serendipia-#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora