CAPÍTULO 40

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Liv

Hoy como cada mañana me desperté, pero esta mañana no era normal, no era como cualquier otra, el otro lado de la cama estaba vacío, Alex no estaba y de pronto me invadió un mal presentimiento, no iba a ser un buen día.
La habitación se volvía inmensa sin él allí.

Ayer por la noche no lo arreglamos, fué la primera vez que nos íbamos a dormir enfadados.

Aún así puso su brazo a mi alrededor para abrazarme y se pasó cinco minutos besándome sin parar, pero no eran de amor, ahí supe que esto no acabaría bien, no esperaba despertarme y que todo se hubiera solucionado, pero si que al menos me diera un beso, bajáramos a desayunar y lo habláramos, pero se ve que no tenía ganas.

Estaba la posibilidad de que hubiera bajado a hacerme el desayuno, como una forma de disculparse, pero de alguna forma sabía que el motivo por el cual no estaba a mi lado no era para nada positivo. Tenía tantas ganas de llorar, aún sin saber qué es lo que iba a pasar, sin saber dónde estaba.

Yo no quiero discutir con Alex, pero le quiero, más que a nada en el mundo y que me oculte cosas y que no confíe en mí me duele, quiero ser para él todo lo que es él para mí.

Se que Alex tiene que sanar mucho aún, quiero ser paciente, porque también me parece bonito ver ese cambio.

Aunque tenía razón en algo que dijo ayer, él no es como yo y eso tengo que aceptarlo, pero la confianza me parece algo crucial en una relación y eso no se trata de que él sea como yo, se trata de que si no confiamos el uno en el otro ¿que nos queda? La confianza embarca muchas cosas y si nos falta confianza nos faltan todas ellas.

No se que es lo que va a pasar en las próximas horas, solo sé que no será bueno.

Me quedé cinco minutos esperando a Alex, por si acaso era que solo había ido al baño y yo me había emparanoiado, pero no, escuché ruidos abajo, estaba haciendo algo.

Justo cuando iba a bajar a ver que pasaba Lizz me llamó.

—Hola Liv, ¿que tal?—Me preguntó preocupada
Mark se lo había contado, Aleex no debería hacer que Mark le oculte nada a Lizz, que él me oculte cosas a mí no quiere decir que todas las parejas lo hagan, o que sea algo sano o normal.

—¿Te lo ha contado Mark?

—Con detalles, incluso la pelea de anoche

—Ya...

—¿Cómo quedó la cosa? ¿Lo solucionasteis?

Ojalá hubiera sido así, estoy enfadada pero dispuesta a perdonarle.

—Que va, sigue todo igual

—¿Pero porque?

—Me dijo que lo sentía, pero no se refería solo a esto Lizz, creo que se está rindiendo—Dije al borde del llanto

Tenía tanto miedo de ver con lo que me encontraría al bajar las escaleras que iba a intentar alargar esta conversación con Lizz el mayor tiempo posible.

—No no, eh, no digas eso, te ama.

—Y yo a él, pero no sabe luchar por lo que quiere Lizz.

—Liv...

—No quiero bajar Lizz, puede que yo sea igual de cobarde que él al fin y al cabo.

Puede que no sea tan valiente al fin y al cabo...

—Liv... no, no me hagas cabrear, no puedes decir que no eres valiente, eres la persona más valiente que he conocido.

—Eso lo dices porque eres mi mejor amiga.

Serendipia-#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora