CAPÍTULO 17

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Alex

Existía la gente pesada y luego estaba la novia de mi mejor amigo.

Lizz me llamó ayer hecha una furia por todo lo que le dije a Liv, yo le contestaba a todo con ''si'' ''aha''...etc, luego me llamó monosilábico, ¿que cojones? ¿Esa palabra existe?, después me insultó durante cinco minutos y me colgó, qué cansina.

Vale, puede que me pasara con las cosas que le dije a Liv y que dijera cosas que no pensaba en realidad, pero tenía mis motivos joder.

Ya había llegado el sábado, llevo toda la semana sin hablar con Liv, y aunque estoy enfadado la echo de menos. 

En parte se que la he cagado, se que no está bien sentirme así al respecto de que ella tenga a una persona que me cae mal como compañero de trabajo, pero por otra parte se que llevo razón, ella no necesita ese trabajo, tengo dinero suficiente para pagarle unos cuantos meses de la residencia hasta que encuentre un trabajo en el que le paguen más y no esté este capullo.

No son celos, bueno en parte sí, es solo, que conozco a Cam, esta tan resentido conmigo sobre lo que pasó que me la va a querer devolver si o si, no me enorgullece haberme tirado a la chica que le gustaba pero la verdad no me arrepiento, antes de eso ya empezó a ser un capullo conmigo, era mi amigo y ni siquiera intentaba entenderme , de alguna manera supongo que por eso lo hice.

Volviendo a Liv, me da miedo que le meta cosas en la cabeza o que le cuente cosas que yo aún no estoy preparado para contarle, no es que quiera ocultarle nada, pero no se si estoy listo para ver cómo pensaría de mi en según qué cosas, pero al menos he sacado algo claro de esto, supongo que la idea que tenía mi niño interior me dominó por un tiempo, pero enamorarse es una pérdida de tiempo, es querer pasarlo mal por querer, no voy a darle ese poder a Liv, ni a ella ni a nadie.

El hecho de que simplemente me guste ya me lo está haciendo pasar bastante mal en distintos aspectos, pues imagina si me enamoro de ella, no, me niego paso.

Mis pensamientos se esfumaron al escuchar a mi padre bajar por las escaleras.

Normalmente no le diría nada, pasaría de su cara como el de la mía, pero estaba bastante cabreado y necesitaba pagarlo con alguien.

—¿Te vas?—Le pregunté desde el sofá sin ni siquiera mirarle.

—Si, no te había visto.

Oh, que sorpresa

—Pero no es nada nuevo ¿no?—Me giré a mirarle—Nunca me ves.

—Mira, Alexander, no tengo tiempo.

Ufff...

—Nunca lo tienes

—Tengo trabajo, si no no tendrías nada de lo que tienes.

—No te enteras, ¡No quiero todos estos lujos, quiero un padre! ¡Un padre que se interese por mi!

—¡Me intereso por ti! me enteré de que esa chica viva aquí, se muchas más cosas de las que crees.

—No sabes una mierda, el hecho no es que ella estuviera aquí, ¡SI NO QUE NO TE HUBIERAS NI PREGUNTADO QUE HACÍA AQUÍ, PORQUE LA DEJÉ QUEDARSE, O LO QUE SIENTO POR ELLA JODER!—Grité tirando un jarrón al suelo y rompiéndolo en cachitos.

Mi padre miró al suelo y se quedó callado un momento.

—Cuando vuelva quiero eso recogido—Dijo y cerró la puerta tras de él.

Es lo peor, esto no es un padre, esto es una mierda.

...

Hoy he quedado con Mark, por un día que la pesada de su novia no está pegada a él como perro a su dueño aprovecho y veo a mi mejor amigo, que ya iba siendo hora, habíamos quedado en mi casa y llega tarde, cosa que no es ninguna sorpresa para mi.

Serendipia-#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora