CAPÍTULO 27

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Liv

Estaba exhausta, feliz y sobretodo enamorada a más no poder, lo que provoca Alex en mi es extremadamente placentero, y no solo en un ámbito sexual, lo amo como se que nunca voy a amar a nadie, puede que sea precipitado decirlo, puede que incluso sea una locura pensar que nunca podré sentir nada parecido, pero algo dentro de mí sabe que es imposible.

Veía un futuro con Alex, me veía casándome con él, viviendo con él, incluso puede que tener hijos algún día. No necesitaba más, una estabilidad en mi vida y un futuro al lado de Alex y aunque no se si será así ni se si lo nuestro tendrá un para siempre disfrutare lo que dure.

Aún seguíamos tumbados en la cama, asimilando lo que acabamos de hacer, abrazados y compartiendo este momento juntos, nuestro momento.

No solía pensar mucho en mi primera vez antes de conocer a Alex, de hecho pensaba que iba a morir virgen y sin salir de ese lugar. Pero las veces que me lo imaginé nunca era como ha sido, yo me lo imaginaba más erotico, que no digo que no lo sea, pero no imaginaba que podía llegar a sentirme tan enamorada haciéndolo.

—Liv...

—Alex

—Ha sido increíble—Murmuró mientras me acariciaba el pelo.

—Ha sido precioso—Respondí.

—Si lo ha sido.

Me giré y le miré, es guapisimo, me tenía totalmente hipnotizada.

—Alex...

—Liv

—Te quiero—Dije aún mirándole.

Para mi sorpresa o no, la verdad es que para nada sorpresa no respondió, simplemente miro hacia un lado y respiró hondo.

—¿No vas a decir nada?—Pregunté.

—¿Qué quieres que diga?

Oh no, cuando se pone así no sale nada bueno.

—Te he dicho una cosa, he expresado mis sentimientos y me preguntas ¿qué que quiero que digas?

Esta vez no iba a quedarme callada, ya no, lo amo, pero no voy a dejar que me pisotee cada vez que se trata de ocultar sus sentimientos.

A  este punto ya me había incorporado en la cama tapándome con la sábana y Alex estaba apoyado en el cabezal.

—Liv...

—¿Liv que?—Pregunté esperando una respuesta—Di algo.

—Por favor no te enamores de mí, estoy muy roto y no quiero romperte a ti también—Dijo lentamente.

—Creo que ya es tarde para eso—Respondí

Estaba enamorada de él a más no poder.

—¿Para cuál de las dos?

—Para las dos Alex, me haces daño con estas actitudes y sí, obviamente estoy enamorada de tí.

—Lo siento

—¿El que? ¡¿qué es lo que sientes?!

—Haber dejado que te enamores de mi...

—¿Tu no estás enamorado de mi?

Silencio...

Eso dolió, fué como si me hubieran sacado el corazón y lo hubieran machacado a cachitos.

—¿Podrías responderme? Aunque sea con un no.

—Yo creo que te demuestro lo que siento, no hace falta decirlo—Mustio sin ningún tipo de emoción.

Serendipia-#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora