CAPÍTULO 4 ¿TRÁFICO DE PERSONAS?

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Carlos
Después de una semana de que sucediera toda esta locura, estoy que no me puedo creer lo que mis abogados me están diciendo.

Estamos en mi oficina, me encuentro de pie, mirando por el gran ventanal hacia la nada, porque, aunque la vista es espectacular, yo no soy capaz de disfrutarla, ni siquiera logro verla, mi mente está en otra parte, específicamente en esa mujer. Me resisto a creer lo que los abogados han dicho, y a pesar de los acontecimientos, en el fondo tenía la esperanza de que fuera un mal entendido y de que todo se tratara de un error, pero no.

_ Nos informaron esta mañana. - había dicho uno de los abogados. _ que la señorita García acaba de confesar su participación dentro de una banda delictiva, dedicada a secuestrar menores de edad, hace tiempo que le siguen los pasos a esa gente y al parecer con la detención de ella, es cuestión de tiempo para que empiecen a caer los demás.

_ ¿Y las personas con las cuales estaban mis niños? - pregunté asustado por la magnitud de lo que había pasado, mis hijos habían estado en manos de verdaderos delincuentes, había estado a punto de perderlos. Si por un momento sentí compasión de ella ahora lo que sentía era verdadera rabia.

_ Al parecer se ha comprobado que ellos no sabían lo que ella hacía, solo cuidaban a los niños y los alimentaban. Les hizo creer que las dos pequeñas que estaban junto con los suyos eran hijas de ella.

_ ¿Localizaron a la familia de las niñas? - pregunté, yo no las había visto, pero sabía que eran unas pequeñas de cuatro y cinco años, prácticamente la edad de mis niños.

_ Desafortunadamente no, aún están investigando, porque ella no quiere hablar, insiste en que son sus hijas, pero todo es muy confuso. Al parecer las introdujo al país con papeles falsos, las niñas son ciudadanas americanas. A ella se le encontraron dos juegos de papelería falsa, tanto para ella como para las niñas, se cree que estaba esperando que le hicieran entrega de los papeles falsos de sus hijos para llevárselos también.

Cuando escuché todo eso se me revolvió el estómago, definitivamente yo era un idiota incapaz de ver más allá de las personas, por más que lo pensaba, no me podía imaginar a Sandra cometiendo semejante delito, no podía, pero era verdad, además tenía otro gran problema. Mis hijos se habían encariñado tanto con ella, que a pesar de lo vivido la defendían, y estaban enojados conmigo por haberlos separado de su lado.

Por supuesto no sabían lo que había ocurrido, ellos pensaban que la había despedido por haberlos sacado de la casa sin mi consentimiento, el agente que me atendió y la psicóloga con quién los llevaron, me recomendaron no darles más información de la necesaria y como no fueron violentados ni vivieron ningún evento traumático, todo debería de quedar así. Para ellos todo quedó en que ella los había llevado consigo porque necesitaba acudir con los ancianos para ver a sus hijas y yo no estaba disponible, así que se los llevó, para que yo los recogiera más tarde.

Ahora yo quedaba como el malo que despidió a su adorable niñera por llevárselos sin intención de dañarlos.

La verdad es que todo esto me estaba afectando demasiado, ella se colaba en mis pensamientos con demasiada frecuencia y mis hijos no ayudaban mucho porque me la recordaban constante mente. Era tanto su enojo, que no me dirigían la palabra y esto me estaba cansando y frustrando al mismo tiempo.

_ ¿Qué sucederá con las niñas? - me obligué a regresar al tema.

_ Siguen en custodia, hasta que se localice a sus verdaderos padres. Es probable que solo cuenten con uno de ellos, porque llaman solo a su madre, sin embargo, su nombre no coincide con ninguno de los que está en los papeles falsos que la señorita García tenía en su poder.

Cada vez me cuesta más trabajo creer lo que escucho de ella, ¿de verdad, seré tan ciego para las mujeres? En mi trato diario con ella, me llegó a parecer un ángel, de verdad, era tan tranquila, tan amorosa, en casa se respiraba paz y armonía desde que ella llegó, mis hijos la amaban y yo... yo solo fui un estúpido, no supe ver los signos de peligro, pero ¿cuáles signos? no hubo ninguno. Aunque ahora que lo recuerdo.

_ ¿Seguro que nunca habías trabajado como niñera? ¿quizás eres maestra? - le dije uno de tantos días, antes de irme al trabajo. _ porque se ve que tienes experiencia con los niños.

En esa ocasión lo negó, pero me llamó la atención lo incómoda que se puso tras mi pregunta y lo nerviosa que permaneció después. En ese momento me pareció gracioso y tierno, no imaginaba todo lo que había detrás.

En otra ocasión, que me regresé porque olvidé unos papeles del trabajo, estoy seguro de que la escuché hablar con alguien, estaba en la cocina, era vierne y mis niños aún dormían porque no hubo escuela ese día. En cuanto me vio cerro con rapidez la laptop, estaba tan nerviosa, que me vi en la necesidad de tranquilizarla.

_ No te apures. - le dije. _ no tienes prohibido usar la computadora, ni tu celular. No eres mi prisionera. - bromee. En ese entonces pensé que había estado viendo algún vídeo y ese era el motivo de haber escuchado voces. Pero ahora en vista de lo acontecido creo que estaba hablando con sus cómplices. Su nerviosismo no era natural y yo lo pasé por alto. Que tonto fui. ¿cuántas señales más no me habrá dado?, Pero yo estaba tan embobado con su belleza, con su dulzura, su forma de ser, de tratar a mis niños, parecía que de verdad los quería y se preocupaba por ellos. ¿cómo no confiar en ella?

_ Supongo que todo esto que me están diciendo ya es oficial. - los miro interrogativo.

_ Así es. Ella está metida en serios problemas, porque la acusación es muy grave, si la condenan va a pasar la mayor parte de su vida tras las rejas.

Mi corazón se estrujó, no podía imaginar la razón por la cual hubiese tomado esa terrible decisión, ¿quizás estaba siendo obligada? ¿sería eso?

_ ¿Podrán arreglarme una visita? Necesito hablar con ella. - dije a mis abogados.

_ Nos pondremos a ello.

Me resultaba imposible creer que hubiera tanta maldad en un corazón que parecía tan puro, necesito saber que sucedió, cuál es su versión, porqué lo hizo.

OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora