CAPITULO 9 CUIDA DE ELLA

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Carlos
Julián resultó ser un hombre joven, agradable, reconozco que atractivo y muy interesado en Jazmín, dijo que era su amigo y que se conocían del orfanato, donde crecieron juntos.

Se le notaba muy nervioso, cuando lo vi por primera vez. Pedí a mi asistente que lo llevara al privado de un restaurante, ahí podíamos hablar con tranquilidad, aunque yo no estaba nada tranquilo y por lo visto él tampoco.

_ ¿De que la conoces? - pregunté, después de explicarle cuál era su situación jurídica y su condición actual. Estaba muy consternado y más cuando supo que el padre de las niñas se las había llevado.

_ Somos huérfanos. - dijo. _ y estuvimos en el mismo orfanato.

_ ¿Tienes algo que ver con ella? - no pude evitar preguntarle.

_ Solo quiero ayudarla. - no sé por qué me molestó que evadiera mi pregunta, pero no insistí.

_ ¿Cómo es que llegó a esto? ¿porque tiene papeles falsos y porque secuestró a sus hijas?

_ ¡Ella no secuestró a sus hijas! - exclamó exaltado. _ ¡Solo las alejó de un mal hombre, estaba huyendo de él, para salvar su vida y la de ellas!

_ ¿Puedes ser más explícito? - estaba impactado con lo que escuchaba.

_ Ese hombre, su exesposo, se volvió loco cuando ella se divorció, no la quería dejar ir, pero la trataba mal, prácticamente la tenía prisionera, junto con sus niñas, ella logró escapar, consiguió papeles falsos y salió del país con ellas. Es mi amiga y yo lo sabía, así que, si ese hombre, Bryan, se entera de que yo estoy aquí, me va a matar, por eso tengo que regresar pronto, antes de que me busque y no me encuentre.

_ ¿Tienes contacto con él? - pregunté incrédulo.

_ Si. - dijo. _ trabajo para él en su restaurante.

_ Entonces, si tiene a las niñas, tú podrías informarnos.

_ No es tan tonto como para traerlas consigo, temo que ya se haya deshecho de ellas, o las haya dejado en algún lugar

_ Las autoridades lo están buscando prométeme que si sabes algo me lo dirás.

_ Lo haré. - me miró angustiado. _ pero usted prométame que cuidará de ella, yo no me puedo quedar, y no sé qué hacer por ella.

_ La cuidaré. - prometí, el hombre me caía bien, aunque no niego que casi me da un ataque de celos, cuando lo llevé al hospital para que se despidiera de ella. Se acercó y tomo su mano, y le habló con tanto amor, tanta ternura, que estuve a punto de ir y apartarlo, sobre todo cuando acarició su rostro y beso su frente. Increíblemente me contuve, no podía ser de otra forma, ella no era nada mío y lo peor estaba en ese estado por mi culpa.

Antes de que él regresara a su país me hizo prometerle que no lo contactaría, a pesar de que le entregué un teléfono especial para comunicarnos, porque según me dijo el de él, era seguro que estaba intervenido por ese sujeto, aun así, era riesgoso que yo le fuera a marcar cuando él se encontrara presente.

Nos despedimos, yo me quedé en el hospital y mis empleados lo llevaron al aeropuerto. De eso hace una semana, y no se ha comunicado, la verdad es que temo que ese hombre lo haya descubierto y le haya hecho algo. Aun así, no me atrevo a llamarlo, no quiero que nos relacione, por seguridad de todos, de Jazmín, de mis hijos y de mí, no porque le tenga miedo a la muerte, sino porque, mis hijos quedarían en la orfandad y no quiero eso para ellos. Ya han pasado por mucho.

Está mañana Antonio Sandoval, me citó en su oficina.

Me dio los avances del caso, las acusaciones contra Jazmín, ya se desestimaron, se llegó al acuerdo de no presentar cargos por la falsificación de documentos, y aunque no debían de hacerlo, su historia ha conmovido a más de tres y han decidido ayudarla, al menos no enviándola a prisión, después de todo solo es una madre protegiendo su vida y la de sus pequeñas, además, el falsificador está en otro país, que las autoridades de allá, se hagan cargo de él si es que les interesa atraparlo. Por lo pronto ella ya está libre. Por fin quitarán las restricciones para su visita y a ese guardia que siempre está ante su puerta.

También, Antonio me entregó sus pertenencias, entre ellas estaba su celular, el cual retuvieron, solo me permitieron ver sus mensajes y llamadas. Lo primero que hice fue ver sus llamadas, todas ese día, eran a mi celular, muchas y a diferentes horas, luego me metí a los mensajes de su chat conmigo.

Los últimos eran los de ese día, los demás no me interesaban, todo lo que ahí se hablaba era meramente profesional, todo acerca del cuidado de mis niños.

"Se me presentó una urgencia, no puedo quedarme con los niños, le pediré a Teresita que los cuide"

Minutos más tarde envío otro.

"Teresita no está en su casa, y tú no me contestas las llamadas, llevé a los niños a tu trabajo, pero no me permitieron la entrada, necesito irme ya, me voy a llevar a los niños, no te preocupes, los cuidaré y los regresaré más tarde."

Ya tarde envío otro.

"Disculpa, pero no podré llevar a los niños hoy, estoy en... " me daba el nombre de la pequeña ciudad y la ubicación. "Se me fue el último autobús, lo siento, si no puedes venir por ellos mañana sin falta estarán en tu casa, por favor discúlpame, fue una emergencia, de lo contrario no hubiera hecho esto."

Luego empezando la noche envió el último.

"Ya no estamos en la ubicación que te envíe, no sé qué dirección es, pero te la enviaré, en cuanto la sepa. Los niños están bien, extrañándote, pero felices. Si después de esto me despides lo entiendo, solo puedo decirte que ellos están bien y que mañana temprano los tendrás contigo. Perdóname por el mal rato, pero sigues sin contestar mis llamadas, además mi teléfono se descargará en breve, y no podré comunicarme más, no traje mi cargador conmigo."

Juan
Mi nombre es Juan y el de mi esposa es Matilde, hace días que estamos de regreso en nuestra casa, pero estamos aún tan asustados que no nos atrevemos ni siquiera a salir a la calle, no después de lo que hemos vivido, fueron días aterradores.

Conocimos a Julián cuando vino a vivir a la casa que está enfrente de la nuestra, es un barrio muy pobre, pero es lo único que tenemos y lo único que él pudo conseguir al salir del orfanato. Pasó poco tiempo antes de que se fuera a Estados Unidos, pero regresó y fue por ella. La recogió en el orfanato y la trajo aquí, era una chica encantadora, de inmediato hicimos amistad, era sencilla, alegre, preocupada siempre por nuestro bienestar, ¿cómo no quererla? Ambos eran buenos con nosotros, tenían poco, pero lo compartían con este par de viejos, luego se fueron, pero se siguieron comunicando con nosotros, sobre todo Julián, ella dejó de hacerlo y después supimos por qué, ese desalmado que tenía por esposo no la dejaba hablar con nadie, hasta que lo dejó y vino aquí, con nosotros, trayendo a sus dos pequeñas. Después de mucho batallar, encontró trabajo, por desgracia no era aquí, pero le ofrecimos cuidar de sus niñas y aceptó. Todo estaba mejorando para ella, cuando un día, empezamos a notar la presencia de dos hombres que vigilaban nuestra casa, se lo dijimos a ella y fue cuando nos pidió que saliéramos de aquí, y le lleváramos a las niñas a otro lugar, y así lo hicimos, tuvimos cuidado de hacerlo cuando esos hombres no estuvieran, luego ella nos alcanzó en el lugar al que nos dijo que fuéramos, pero llevaba a dos niños más, todo parecía ir bien, solo esperábamos al día siguiente para tomar el autobús hacia la ciudad en donde ella estaba viviendo ahora, pero salió para comprar algo de comida y no regresó más, no tardó mucho en llegar la policía y nos quitaron a los niños y nos llevaron a la cárcel, dijeron que nos los habíamos robado, cuando se dieron cuenta de que no era así, nos dejaron libres y nos enviaron de vuelta a nuestra casa, nos dijeron que Jazmín estaba muerta y sus niñas con su padre. Todo ha sido tan difícil, y tan triste, pero lo superaremos. Mi esposa todavía llora, pero yo la abrazo cada vez y poco a poco se calma, dice que no está tranquila y que quizás Jazmín esté bien como nosotros, pero yo le digo que no se haga ilusiones, ese hombre es malo y no dudo que de verdad le haya dado muerte, aunque en el fondo, siento lo mismo que ella. No puedo creer que su vida haya terminado.






OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora