OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOS

EPÍLOGO

Jazmín
El tiempo pasa volando, hace siete meses apenas me estaba enterando de que sería madre por tercera vez y ahora me encuentro en el hospital, mi bebé está por nacer, nunca supimos si sería niño o niña porque ambos queríamos que fuera sorpresa hasta el final, ambos le pedimos al médico no decirnos nada de nuestro hijo, más que si estaba bien y como se desarrollaba durante cada etapa del embarazo, y lo cumplió.

Hoy es el esperado día, mi embarazo no está llegando a terminó, pero él doctor está muy seguro de que es el tiempo indicado, dice que es por el bien de mi bebé y por el mío propio, dice que es probable que luego haya complicaciones y no entiendo por qué. La verdad si he estado delicada de salud, mi vientre ha crecido como no tienen una idea y últimamente mi presión ha aumentado un poco, el hecho es que, sí, la he pasado mal, en comparación de los embarazos de mis niñas, pero Carlos siempre ha estado a mi lado, apoyándome, como ahora mismo, que estamos aquí a punto de entrar a quirófano.

_ Todo estará bien amor. - Carlos no ha dejado de sostener mi mano.

_ Si. - escucho la voz de Julián del otro lado sosteniendo mi otra mano. - todo va a salir bien. No estás sola, recuerda nuestra promesa, lejos o cerca, siempre estaré contigo.

Y la recordaba y sabía que él nunca la rompería, aún con mi dolor pude percibir las miradas sonrientes y de ternura que las enfermeras dirigían hacia esos dos hombres y hacia mí, y no era para menos, ya era conocida la historia de la gran confusión de que habían sido objeto con anterioridad.

_ ¿Quién es el esposo y quién el padre del niño? Había preguntado una de las enfermeras. Ellos no se habían dado cuenta de que, en el hospital, se había creado una controversia, incluso había apuestas, en cuanto a quien era el padre y quién el esposo, porque indistintamente siempre iba acompañada de uno de los dos, y en ocasiones por los dos, así que el personal permanecía intrigado al respecto.

_ ¿Cómo que quien es el esposo y quién el padre? - casi gritó Carlos, ante la risa contenida de Julián. _ yo soy su marido y su bebé es mío. - dijo indignado.

_ Disculpe. - retrocedió la enfermera confundida y roja de vergüenza. Yo... creí... entonces usted... - miró a Julián.

_ Yo soy su hermano. - dijo con calma. Le divertía la situación, mientras que Carlos trataba de contener su enojo.

Todo había quedado en una divertida anécdota, que probablemente ya todo el hospital sabía y comentaba, no me imagino que habrán pensado de mí, con dos hombres a mi lado, uno siendo mi esposo actual y el otro el padre de mi hijo por nacer, la verdad es que después de que pasó también me causó gracia. Sé que estas situaciones se dan y no las juzgo, pero dudo que los dos hombres se porten tan condescendientes uno con el otro, o tan amigables.

Carlos
No me lo puedo creer, soy papá por segunda vez, y no es que me asombre ser papá de nuevo, lo que me asombra es lo que sucedió adentro, para empezar estaba previsto que yo estaría presente, pero algo se complicó y me sacaron de inmediato, minutos más tarde me llamaron de nuevo, como siempre Julián estaba a mi lado y con sorpresa también a él lo llamaron, la verdad no me molesta, ya es parte de mi familia y lo aprecio mucho, mis celos quedaron totalmente atrás, ahora es un amigo para mí y un gran apoyo, porque a nadie le podría confiar a mi familia, cómo se la confío a él y por lo visto esa misma perspectiva tiene el personal del hospital.

_ Lo va a necesitar. - dijo el médico cuando pidió su presencia también y vaya que no se equivocaba, Jazmín había dado a luz, estaba consciente, pero adormilada, solo me esbozó una leve sonrisa y sus ojos se cerraron de nuevo. No pudo ver mi cara de sorpresa cuando una enfermara coloco a mí bebé en mis brazos, y luego se acercó otra y colocó otro bebé también en mis brazos. No lo podía creer, eran un niño y una niña. No pude evitar que las lágrimas asomaran a mis ojos, las contemplé extasiado por unos cuantos minutos, porque luego una enfermera tomó al bebé y se lo entregó a Julián y lo agradecí porque no era capaz de moverme con ambos, no podía.