CAPÍTULO 14 LOS SEGUNDOS QUE NO LE DI

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MARATÓN: Capítulo 2 de 3

Carlos
Mis hijos se van de vacaciones, Mateo y Elisa se los llevarán estas dos. semanas, sé que los voy a extrañar mucho, sin embargo, en estos momentos va a ser una gran bendición que no estén, porque podré dedicar más tiempo a Jazmín, además pronto la darán de alta y tengo que hacer algunas adecuaciones a la casa a su recámara y sobre todo al baño, debido a que, por el momento requerirá de una silla de ruedas para poder moverse. Por desgracia quedó muy dañada tanto física como emocionalmente y yo me siento tan culpable.

Ahora solo me queda poder compensar en algo lo que pasó y hacer que su vida vuelva a la normalidad, aunque, mientras no den con el paradero de sus dos pequeñas, sé que será imposible. Yo sé que las autoridades están haciendo su trabajo, aun así, creo que no es el suficiente, solo espero que el  servicio de investigación que contraté, pronto empiece a dar resultados.

Jazmín
Casi dos largos y dolorosos meses, es lo que hace que mis pequeñas desaparecieron de mi vida y yo estoy muerta en vida. Luché tanto por protegerlas, logré sobrevivir un año antes de que de nuevo Bryan nos localizara, todo parecía tan perfecto que de verdad pensé que no lo lograría, pero no sé qué sucedió, ni en qué momento me descuidé, incluso sacrifiqué el tiempo que podía estar con mis niñas, tan solo para evitar que el diera con nosotras, sé que él me quería a mí y sí mis precauciones fallaban y me encontraba ellas no estarían conmigo, era el motivo principal por el que no las tenía a mi lado y por desgracia también incluía el trabajo porque era difícil que me contrataran sabiendo que era madre soltera, sucedió al principio cuando recién empecé a buscar trabajo y me empezaron a rechazar, por lo que tuve que mentir acerca de ellas en mis siguientes entrevistas, lo irónico de todo esto, es que él dio con ellas primero y a través de ellas conmigo.

La verdad no sé cómo lo hizo, el jamás supo de dónde provenía, porque nunca se lo conté y Julián, estoy segura de que tampoco. El caso es, que de nada valió todo lo que hice, ni lo que Julián hizo, ni los riesgos que tomamos uno y otro, él arriesgándose a quedar de nuevo atrapado en la red de delincuencia de César y yo a ir a prisión por usar documentos falsos o terminar muerta si delataba a quién me los proporcionó.

No sé qué fue lo que sucedió que no me levantaron cargos por uso y falsificación de documentos, supongo que se lo debo a Carlos, pero es lo único que le agradezco, no soportaría tener que regresar a prisión, en cuanto a lo que ha hecho por mí, el llevarme a su casa, el adaptarla para que yo pueda moverme, lo hace por acallar su conciencia, por nada más, así que no le debo nada, si no hubiera sido por él, no estaría aquí, ni en estas condiciones y sobre todo sin mis niñas. Me es difícil perdonarlo.

Julián
Mi vida se ha vuelto más caótica que de costumbre, Bryan me tiene vigilado las veinticuatro horas del día, lo único bueno, es que ha reducido mi horario de trabajo y me paga más, pero de que me sirve, me tiene a su servicio las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

Gracias a eso estoy ahorrando como nunca, porque está pagando mi cuota de la renta de mi departamento aun cuando no esté viviendo en él y no pago servicios, porque también él lo hace, por comida tampoco me preocupo, porque su gente mantiene la despensa surtida, así que prácticamente estoy ahorrando mi sueldo íntegro, sé que en este momento no me sirve de nada ganar tanto, ni ahorrarlo, porque si a él le da la gana termina conmigo en cualquier momento, pero si sobrevivo y puedo quedar libre de su dominio, lo voy a necesitar y ténganlo por seguro, de que lo voy a aprovechar.

Por ahora estoy viviendo en una de sus casas, cumpliendo sus órdenes y esperando el momento de poder librarme de su yugo y lo más importante, a corto plazo poder comunicarme con Jazmín, o con Carlos, por Bryan sé, que ella se está recuperando, no tan rápido como él quisiera, pero lo está haciendo y yo estoy seguro de que lo logrará, es y siempre ha sido una luchadora y es algo que admiro en ella.

Carlos.
Por fin ha llegado el día, la han dado de alta, cuando llegué a la habitación del hospital ya estaba vestida con la ropa que más temprano le pedí a Rosario que le llevara. Seguramente ella le ayudó a vestirse.

Ya firmé todos los papeles y pagué lo que se tenía que pagar. No queda nada por hacer. Más que marcharnos.

Me duele tanto verla en esas condiciones, se ve pequeña en esa silla de ruedas, su rostro pálido y demacrado, su cuerpo casi está en los huesos. Su cabello antes largo y sedoso, ahora luce opaco y sin vida, aun cuando lo tiene recogido, se nota el descuido. No parece la chica que yo conocí y me duele tanto que sea culpa mía.

Se que no me ha perdonado y quizás nunca lo haga. Cuando la saludo, me contesta tan bajo que casi no logro escucharla, además no me mira, su rostro generalmente mira al piso.

Me posiciono detrás de su silla y la empujo para salir.

Una vez abajo mi auto espera, ella intenta incorporarse, pero antes de que lo intente la tomo entre mis brazos y la subo al auto acomodándola con cuidado. Luego procedo a colocarle el cinturón de seguridad.

Mientras rodeo el auto para entrar por la otra puerta, mi corazón va deshecho, ha sido un shock sentir su cuerpo tan frágil, tan indefenso, pareciera que está en los huesos, juro que por un momento sentí que se desharía en mis manos, no pude evitar que mis ojos se cristalizaran, lo bueno es que traigo lentes oscuros, no necesito que me vea en estas condiciones, aun así no pude deshacerme de ese nudo que se formó en mi garganta ni de esa opresión en mi pecho, no puedo concebir que ella esté así por mi estupidez, porque no me detuve a escucharla, solo hubieran bastado unos segundos, unos malditos segundos que no le di.

Subo a mi asiento y me hundo en él, la culpa no me deja, ni me dejará, me siento como el hombre más vil y despreciable del planeta.

OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora