OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOS

CAPÍTULO 19 INFILTRADO

Jazmín
En este momento no tengo ánimos de hacer nada, estoy a punto de ir a mi recámara, cuando suena mi teléfono, siempre lo traigo conmigo esperando recibir noticias de mis hijas, aunque sé que es tan improbable, sé que la única forma de tenerlas de vuelta o al menos de saber de ellas, es regresando con Bryan.

Contesto sin mirar la pantalla y quedó en shock. Cuando la llamada termina, soy incapaz de pronunciar palabra, pero aún si quisiera no logro hacerlo, porque no me da tiempo.

Mateo
Debería de estar en casa al lado de mi esposa y de nuestros sobrinos, los hijos de Carlos mi cuñado, él viene en camino a recogerlos para llevarlos de vuelta a su país, a su casa, sin embargo, me encuentro en las imponentes oficinas de la empresa de seguridad que poco a poco se está haciendo cargo de todos mis negocios, los de mi padre, así como los de mi cuñado Fabián.

Hace tiempo alguien me los recomendó y los contraté, me dejaron tan satisfecho que poco a poco he ido haciendo el cambio, no es fácil dejar sin trabajo a la gente, así que suelo dar bastante tiempo a las empresas que me prestan el servicio antes de rescindir nuestro contrato, generalmente simplemente dejo que el contrato expire, pero advierto con bastante tiempo que no lo renovaré.

Algo de las muchas cosas buenas que tiene esta empresa es, que está casi por todo el mundo y si yo necesito sus servicios en algún lugar en donde no tienen presencia, no dudan en moverse hacia allá. De verdad ha demostrado ser única en su tipo y eficiente como ninguna, tanto, que después de que hemos estado ya por bastante tiempo, con la angustia de la desaparición de las dos hijas de Jazmín, y a pesar de tener a un equipo de investigación actuando, no se ha llegado a nada, mientras que ellos prácticamente, casi de un día para otro nos dieron respuestas y no solo respuestas, están llevando a cabo acciones.

En estos mismos momentos estamos en una sala de juntas, en una reunión virtual con Roberth Hunter el CEO de esta compañía, quien me está dando los pormenores de lo que está sucediendo y de lo que están haciendo en tiempo real, justo en este momento y aparte de estar asombrado, estoy en shock, tanto, que me disculpo y salgo del salón apresuradamente, mi teléfono ya está en mi mano y estoy marcando el número de Carlos, frustrado intento varias veces pero no responde, no me doy por vencido e insisto, como a la quinta llamada por fin obtengo respuesta.

_ Estoy en una emergencia. - me dice con voz angustiada te voy a colgar.

_ Espera. - lo detengo. ¿estás bien?

_ Sí, pero Jazmín no. - me contesta. - voy de regreso a casa. Es ese hombre, el ex esposo, está ahí. Soy un idiota, lo he tenido en casa y no fui capaz de darme cuenta. Había visto las fotos que Antonio Sandoval me mostró de él y sé que es el mismo reloj y la misma cadena en su mano, la de ese guardia de seguridad que en estos momentos está en mi casa.

_ Si vas manejando tienes que calmarte, de nada nos sirve que vayas y te estrelles por ahí, con eso no la ayudarías a ella, y sobre todo, tus niños te esperan y te necesitan.

_ Lo sé. - dijo derrotado, pero ella está en peligro no puedo dejarla.

_ Piensa en esto. - digo con voz calmada, aun cuando no lo estoy. _ la ayuda ya va en camino, es contraproducente que tú te enfrentes a ese hombre porque no está solo y están armados, gente especializada se hará cargo.

_ ¿Como sabes todo eso?

_ Es el nuevo equipo de seguridad que contraté. Luego te explico, ahora lo importante es que te tranquilíces, que pienses con la cabeza y no con el corazón. Todos van a estar bien.

Carlos
_ Todo va a estar bien. - son las palabras que escucho a través de la línea y quiero creerlas pero no me tranquilizan, yo sé que la ayuda va en camino, yo mismo la pedí, una de mis llamadas fue a Antonio Sandoval, para solicitar una intervención, por fortuna está en la ciudad y va para allá, pero mi angustia es que tan rápido puedan llegar, y que tanto tiempo no habrá tenido ya ese hombre con ella y no solo con ella, están los demás, Estefanía, Román, los guardias, es mucha gente, temo tanto por las vidas de cada uno, porque se van a defender y hay armas de por medio.

_ Te voy a dejar. - insisto. Tengo prisa por llegar y siento que Mateo me limita

_ No cuelgues, - me detiene una vez más. Esta pesadilla que está viviendo Jazmín, se va a terminar ahora, te lo prometo.

_ ¿cómo puedes estar tan seguro como para prometer? - respondo molesto.

_ Créeme que confío en mi gente, ya hicieron más de la mitad del trabajo, resulta que tienes un infiltrado en tu casa.

_ Eso ya lo sé, y lo acabo de descubrir yo, no ellos.

_ No se trata del ex de Jazmín, es otro hombre que estuvo todo este tiempo entre los hombres de seguridad, hoy, y solo hoy, es que el ex ingresó a tu casa, intercambiando lugar con el tipo que ya estaba ahí.

No podía dar crédito a lo que me decía, seguí manejando y escuchando lo que tuviera que decirme.

_ Me estás diciendo que los guardias y la empresa misma, están con ese hombre

_ No necesariamente. El nuevo equipo que contraté, descubrió que el encargado de recursos humanos de tu empresa de seguridad fue amenazado y obligado a contratar a ese tipo, nadie sabía, no tenían por qué saberlo, simplemente era un compañero nuevo, él estuvo vigilando y enviando informes a Bryan, no sé qué lo hizo actuar justo ahora, pero algo lo movió, porque ha estado vigilado todo esté tiempo y no parecía tener intenciones aún de ir por ella, y el que tú salieras justo hoy fue mera coincidencia, él no tenía forma de saberlo y la verdad, contigo o sin ti en casa, bien podía llevar sus planes a cabo.

_ Gracias por la confianza. - me quejo.

_ Es la verdad y lo sabes. - dijo, y sí, tenía razón, un hombre desarmado no es nada contra un montón de criminales armados. Aun así, no estaba dispuesto a dejar sola a Jazmín y quienes estaban con ella, yo era el responsable de ellos, así que no me detendría. Por supuesto que al llegar sería precavido, tampoco iba a ir a arrojarme a los brazos de esa gente, no soy tan tonto.

_ Aún tengo algo importante que decirte. - dijo. _ es sobre las niñas. - yo lo escuché y no me lo podía creer. Ahora, si algo tenía seguro, era que terminando esta odisea, definitivamente iba acambiar a la empresa que me prestaba el servicio de seguridad.