CAPÍTULO 17 VIGILADOS

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Jazmín
Hoy es un nuevo día, me levanté tarde, simplemente no podía despertar, será por todo lo que sucedió anoche, la verdad es que quedé agotada. Seguramente Carlos le dijo a Estefanía y a Mónica que no me despertaran. No puedo evitar enternecerme de ver cómo se esfuerza por cuidar de mí, ha hecho tanto, pero mi corazón se resistía a reconocerlo, al fin anoche lo acepté, las cosas sucedieron porque tenían que suceder, ambos cometimos errores, tomamos decisiones equivocadas y afectamos a otras vidas, sin embargo, ninguno lo hizo con intención, al fin, anoche lo hablamos y quedamos en paz uno con el otro, sin culpas, ni reproches, aceptando cada quien su responsabilidad y sabiendo que no se puede cambiar el pasado, ahora lo más importante es mi recuperación para poder encontrar a mis niñas, sé que las están buscando, él me lo dijo anoche y le creo.

Parte de ese peso que me agobiaba ha desaparecido, ahora que él y yo estamos en buenos términos y sé que eso va a facilitar mi recuperación, además, con Estefanía y Mónica que me atienden como a una Reyna, todo será más fácil y rápido, hace dos días que empezó a venir un fisioterapeuta, no sé cuánto estará pagando Carlos por todo esto, sé que mis terapias deberían de ser en el hospital, y ya era mucho que me estuvieran llevando y trayendo, pero que me las den en casa ya es demasiado y no sé de qué forma pueda pagarlo, si es que algún día pueda.

Alguien toca a mi puerta, debe de ser Mónica o Estefanía. Tardo en contestar y la puerta se habré despacio, me sorprende verlo a él, trae algo de comer.

_ Buenos días. - me dice con una sonrisa en su rostro.

_ Buenos días. - contesto. _ ¿no trabajaste hoy?

_ Me tomé la mañana libre. - dijo como si nada. Luego busca una silla donde sentarse junto a mi cama y acomoda las cosas para darme de comer.

_ Ya puedo sola. - digo, aunque no es totalmente cierto, es verdad que ya puedo sostener la cuchara y llevarme algunos bocados a la boca, pero me canso demasiado rápido, mi voz aún se escucha cansada porque me cuesta respirar con normalidad, mis pulmones se están recuperando poco a poco y mis fuerzas también están volviendo poco a poco.

_ No protestes. - les di la mañana libre a las chicas, así que yo me haré cargo de ti.

No pude decir más, cuando se proponía algo nada podía disuadirlo, además, se estaba convirtiendo en una luz en mi oscuridad.

Julián
_ Solo quiero ir al parque. - dije a uno de los hombres que me vigilaban, cuando detuvo mi salida.

_ El jefe dijo que no podías salir. - se plantó frente a mí, yo era alto y de complexión normal, en mis mejores tiempos asistía a un gimnasio, hasta que al loco de mi jefe, se le ocurrió que era su prisionero, sin embargo, este hombre me sacaba y por mucho, parecía un luchador, y no solo él, los cuatro que me vigilaban eran del mismo estilo.

_ Danos solo unos minutos pedí, está aquí enfrente, desde aquí nos vigilas.

_ Ni aunque yo fuera con ustedes. - dijo firme. _ el jefe dijo que no salías y no lo harás.

Me sentía frustrado, mientras más pasaba el tiempo, era menos probable que pudiera comunicarme con el hombre que me abordó en el restaurante, y Brayan estaba tan paranoico, que no me dejaba solo ni siquiera para dormir, siempre tenía pegado a mí a alguno de sus gorilas.

No quise insistir más y desistí, pero esto siguió durante los siguientes días.

Incluso para ir al baño o ducharme era una constante pelea.

_ "Date prisa"

_ "sal ya"

_ "si no sales en dos minutos entro" - eran sus constantes reclamos.

_ "qué demonios estás haciendo" - era lo que uno de ellos me estaba gritando en estos momentos.

_ ¿Tu qué crees? - salí irritado con el pantalón a medio abrochar y el cinturón colgando. _ ¿quieres revisarme? ¿me quitó la ropa? - hice el intento de sacarme la camisa.

_ Mejor te calmas. - me detuvo el hombre que tenía el mando. _ deberías agradecer que puedes tener un momento de privacidad, la orden que tenemos es que, ni siquiera en el baño puedes estar solo.

Ya no discutí, el hombre tenía razón, le creía, así de demente estaba Bryan, se había vuelto loco y temía tanto por Jazmín, intuía que ahora mismo estaba siendo acechda y yo no podía prevenirla. Y como decía este hombre, a pesar de las órdenes de Bryan, ellos estaban siendo condescendientes conmigo, aunque no lo pareciera.

Bryan
Por fin ha llegado la hora, voy en camino, sé que Jazmín salió del hospital y está más recuperada, la dejaría a que se recuperara un poco más, pero lo que vi a través de las cámaras de vigilancia, me tiene vuelto loco, hasta hace unos días mi Jazmín, ni siquiera volteaba a ver a ese tipo, es más, no le dirigía la palabra, pero ahora, no sé qué pasa, se están tratando tan familiar mente, que me tiene enfermo. No voy a esperar más, ella regresará conmigo sí o sí, lo tengo todo planeado, así que nada puede salir mal, solo es cuestión de horas, para que ella, este de vuelta conmigo, seguiremos siendo una familia y nadie podrá impedirlo, ni siquiera ella, sé que me ama, solo que esta asustada, lo sé, yo tuve la culpa, no me porté como debiera, como ella lo merece, pero ¿qué puedo hacer? Me ganaron los celos y la mantuve como una prisionera, pero eso va a cambiar, ya tengo todo arreglado, no volveremos a nuestro antiguo hogar, ni siquiera a la misma ciudad, nos iremos lejos, dejaremos, atrás todo y empezaremos de nuevo. Incluso dejaré mi sociedad con Eduardo, ya tengo otros socios en mente, será fácil porque hay muchos que necesitan dinero fresco para sus negocios.

Ahora solo necesito ir por ella y todo lo demás se irá dando solo.

¿Y si se preguntan?, sí, tengo intervenidas las cámaras de la planta baja, no me pregunten como lo logré, tengo mis métodos. El caso es que voy para allá y voy por ella.

Julián
_ Hola. No tengo mucho tiempo. - digo casi en un susurro. _ de hecho no lo tengo, dígame que quiere porque quizás tenga que colgar rápido.

Estoy en la recamara y tengo una oportunidad en un millón, el hombre que me cuida en estos momentos acaba de entrar al baño, algo le cayó mal y sé que va a tardar, pero siempre que quien está conmigo necesita dejarme solo, por corto qué sea el periodo de tiempo, siempre viene alguien a relevarlo y hoy no es la excepción, pero el relevo no ha entrado y me aventuré a marcar el número que ese hombre me dio.

Se que hay una cámara de vigilancia, pero le estoy dando la espalda y con mi cuerpo tapo lo que estoy haciendo, por un momento me muevo para que quien sea, qué este detrás del monitor pueda ver que sobre la mesa sobre la cual estoy inclinado hay una revista qué tapa el celular y que da la impresión de que estoy leyendo, quizás por eso nadie se apresura a entrar y también ayuda qué se han estado relajando un poco porque saben que Bryan no está aquí y me están permitiendo una que otra cosa, o yo diría, que se están haciendo de la vista gorda, lo que sea, a mí me está sirviendo.

Antes de hacer la llamada empecé a tararear una canción, por si se nota a travéz de la cámara que estoy hablando, el hombre del baño podrá constatar qué estaba cantando.

OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora