OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOS

CAPÍTULO 23 EMPRESA DE SEGURIDAD

Carlos.
Es de mañana, Jazmín duerme tranquilamente, la observo y el sentimiento llega hasta lo más profundo de mi ser, no queda de ella, nada de lo que era cuando la conocí, su mirada alegre, su sonrisa chispeante, su cuerpo hermoso, su cabellera larga y brillante, ahora se veía tan delgada, extremadamente delgada, su piel opaca, su mirada sombría, su sonrisa ya no existía salvo contadas ocasiones y solo era un intento de sonrisa.

Ahora, el verla una vez más postrada en una cama de hospital, me partía el corazón.

Había llegado corriendo, la noche anterior, afuera había vigilancia policiaca, sin embargo, se me había permitido quedarme con ella y lo agradecía.

Su vida no corría peligro, me habían dicho que despertaría una vez que revirtiera el efecto de la droga que le inyectaron y lo hizo durante la madrugada, pero de inmediato se quedó dormida, creo que ni siquiera se dio cuenta de, en donde se encontraba, ni recordaba lo sucedido, porque no dio señales de reaccionar, ni siquiera cuando le hablé por su nombre, solo me dedicó una mirada perdida y una leve sonrisa.

Esa misma noche me comuniqué de nuevo con Mateo.

_ Las niñas están bien. - me dijo. _ aunque Bryan lo hubiese negado, era él quien las tenía. Obligó al amigo de Jazmín a cuidarlas, prácticamente lo secuestró también.

_ ¿Porque no se lo hizo saber a ella? - dije indignado. _ le hubiese evitado tanto tiempo de angustia y dolor.

_ Porque no podía, además, gracias a Dios siempre estuvieron en buenas manos, porque ese tipo las pudo entregar a cualquiera y por desgracia la gente con la que se relaciona no tiene escrúpulos, no les hubiese ido muy bien, empezando porque ni él mismo las quería.

_ ¡Maldito demente! - no puedo evitar exclamar. _ Cómo lo odio y de verdad desearía que estuviera muerto.

_ Pero no lo está y hay que tener cuidado, porque se sabe mover, aun cuando esté tras las rejas.

_ Quiero redoblar la seguridad y me gustaría que esa empresa que contrataste nos preste el servicio, no solo a modo personal, si no para la compañía también.

_ Es lo que te iba a proponer, aunque no ahora, pero ya que tocaste el tema.

_ También pensaba tratarlo contigo, porque, aunque no fueran ellos, voy a cambiar de proveedor, han dejado mucho que desear, ¿cómo es posible que dos delincuentes se les hayan infiltrado? No lo puedo creer. Estamos hablando de seguridad.

_ Reconozco que en ese aspecto tienes razón, sería casi imposible volver a recuperar la confianza, pero como seres humanos hay que reconocer que a veces hay circunstancias que están fuera de nuestras manos.

_ ¿Los estás justificando? - digo sorprendido.

_ No, pero como humanos hay cosas que nos sobrepasan y no podemos controlar. Esa empresa siempre ha sido eficiente y tienen altos estándares para contratar a su personal, pero si está de por medio la integridad de la gente que amas, creo que hasta yo cedería ante la presión.

_ ¿Me podrías explicar?

Mateo
Le explico con detalle a Carlos, todo lo que Roberth y su equipo averiguaron al respecto.

_ Ese hombre de verdad es peligroso. - me dijo Roberth en una de nuestras reuniones virtuales, tiene buenos contactos, tanto entre los criminales, como dentro del gobierno, solo es cuestión de que haya dinero suficiente de por medio y él lo tiene.

_ ¿Ya supieron cómo es que fue a parar a la casa de Carlos? - interrogué

_ Intentaron sobornar al encargado de personal de la empresa que le presta el servicio de protección, él se negó, entonces recurrieron a lo único que saben hacer, amenazaron a su familia, el fingió aceptar e informó a las autoridades, con tan mala suerte que llegó a oídos equivocados y Bryan se dio cuenta, lo siguiente fue que su padre fue a parar al hospital, con una herida de bala tras un "asalto." La gente de Bryan volvió a hablar con él y tuvo que ceder.

_ Es una lástima que gente honrada como él, caiga en manos de esos delincuentes y peor aún, seguro que perdió su trabajo.

_ Si. - dijo Roberth. _ lo despidieron, intentaron crearle cargos por complicidad, de hecho, en estos momentos está en prisión y nuestros abogados están ya defendiéndolo. La empresa le dio la espalda, según ellos les era imposible volver a confiar en él.

_ ¿Significa que después de salir de prisión estará desempleado?

_ No precisamente. - me contestó. Estamos viendo la posibilidad de reclutarlo nosotros.

_ Perdón por lo que te voy a decir, pero ¿no demuestra su actitud, que es vulnerable? Al menos para un trabajo como el que ustedes le ofrecerían, yo le puedo ofrecer otro en alguna de mis empresas.

_ Al contrario. - Roberth me dejó con la boca abierta después de lo que dijo. _ ese es el tipo de gente que necesitamos. Que tenga alma y corazón, que sea capaz de hacer cualquier cosa por los que ama y que tenga la conciencia de no darse por vencido, porque cedió para proteger a su familia, pero no dejó que los criminales hicieran lo que querían o al menos lo intentó, que ya habla bastante bien de él y de su carácter.

_ Esa gente no sabe lo que dejó ir. - digo más para mí mismo que para él.

_ Es mejor así. - contesta. _ te aseguro que acá le espera un buen futuro, es joven, tiene un año de casado y espera a su primer bebé, así que, si no me equivoco en mi apreciación, pronto va a crecer dentro de la empresa, lo siento, y pocas veces me equivoco.

_ Me alegro por él. - insistí. _ pero, por si no quiere quedarse con ustedes, ya sabes a dónde enviarlo, el trabajo es seguro.

_ Lo haré. - sonreímos los dos.

Jazmín
Despierto asustada y desorientada, por un momento no se dónde estoy, ni porqué, me incorporo de un salto y todo me da vueltas, creo que voy a caer, pero de inmediato siento unos brazos fuertes que me sostienen y me devuelven a la cama.

Sé de inmediato de quién se trata, aspiro profundo y su aroma me llega, llenándome por completo.

Curiosamente siento paz, a pesar de que empiezo a recordar todo lo sucedido, los gritos, el caos, la gente siendo sometida, a Bryan llevándome con él, hasta ahí llegan mis recuerdos, ahora veo que estoy en un hospital y Carlos está conmigo, no puedo contenerme y el llanto se apodera de mí, no sé qué fue lo que sucedió, pero estoy bien y él también, y está a mi lado.

Me envuelve con sus brazos, yo me acomodo en su pecho y me dejó llevar. Me siento protegida.

_ Todo está bien. - me dice mientras acaricia mi cabello con suavidad. _ en la casa todos están bien, fue necesario traer al hospital a tres de los guardias, que al igual que tú no resistieron la dosis de droga que se les inyectó, pero también ya están fuera de peligro.

_ ¿Estefanía? - pregunto con voz angustiada, no recuerdo haberla visto.

_ Está bien, para ella solo fue el susto, Román recibió varios golpes, pero no fue necesario hospitalizarlo.

_ ¿Y tú? - levanto mi rostro para mirarlo a los ojos. ¿no ibas por tus hijos?

_ Tendrán que esperar un poco más. - me sonríe. _ además no creo que les moleste quedarse unos días extra, son felices con sus tíos, y sobre todo ahora que tienen compañía.

Su mirada es extraña, sus ojos tienen un brillo especial, siento que me quiere decir algo, pero no lo hace.