CAPÍTULO 13 SOLO POR HOY

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AVISO: Subiré un maratón de tres capítulos que iré publicando en el transcurso del día. Espero les gusten. Saludos muy afectuosos para cada un@ de ustedes. ❤️❤️❤️

Maratón: Capítulo 1 de 3

Jazmín
Hace unos tres días que desperté, aun no me repongo del todo, después del shock de saber que estuve quince días en coma y lo peor, que mis niñas están desaparecidas y que lo más probable es que las tenga su padre. Esto me está destrozando, quisiera salir corriendo de aquí, pero no tengo ni siquiera las fuerzas suficientes, como para levantarme por mí misma de esta cama de hospital. Aún requiero de ayuda tan solo para incorporarme y esto implica un tremendo esfuerzo de mi parte. Sé que no estoy muerta solo porque mis niñas me necesitan y Dios me está dando la oportunidad, reconozco que, de no haber existido una intervención divina, ya no estaría aquí. Aun así, hay momentos en los que me arrepiento de haberlo pedido, porque el dolor es insoportable. Además de eso, tengo que luchar con la desesperación de tener que tener cerca de mí a Carlos, el hombre que arruinó mi vida, sé que no es enteramente su culpa, pero en estos momentos lo odio tanto, si tan solo se hubiera detenido unos segundos y me hubiese dado la oportunidad de explicarle, sé que me hubiera entendido porque no es malo, el caso es, que no quiso escucharme y después fue demasiado tarde, cuando volvió dándome una oportunidad, ese oficial, Vélez, me tenía amenazada y me advirtió que si no decía lo que él quería, se aseguraría de que Juan y Matilde, mis queridos viejitos terminaran sus vidas en la cárcel y no la pasaran bien, para entonces yo ya sabía, por experiencia propia lo que él era capaz de hacerles ahí adentro y no fui capaz de condenarlos a terminar sus días antes de tiempo y menos de una forma tan horrible, cuando lo único que hicieron siempre fue ayudarme y tenderme la mano. No lo merecían, pero tampoco mis niñas merecían regresar con ese hombre que se dice su padre, porque nunca fue un padre, a pesar de que se alegrara tanto cuando sabía que iban a nacer, no lo entiendo, no entiendo el porqué de su indiferencia cuando ya las teníamos entre nosotros, y aunque nunca las lastimó, al final de nuestro matrimonio empezaba a agredirla, verbalmente y últimamente con empujones y jaloneos, fue lo que me dio el coraje suficiente para revelarme, dejarlo, y lograr divorciarme de él. Sabía que no lo tomaría bien y buscaría tomar represalias contra mí, por eso me esmeré en desaparecer de su vista, aun haciendo cosas fuera de la ley, y eso tengo que agradecercelo a Julián.

Es una gran persona, la vida no lo ha tratado bien. De más joven se vio obligado a integrarse a una banda de delincuentes, fue con César un chico que al igual que nosotros estuvo en el mismo orfanato, siempre estuvo rodeado de gente que no le convenía y al salir de ahí, esa fue su nueva familia. Era mayor que nosotros y cuando Julián salió, él lo esperaba para reclutarlo como a algunos otros, él se resistió por algún tiempo, pero luego fue obligado, después me enteré de que la amenaza con la cual claudicó fue que me harían daño a mi, si no hacia lo que querían. Por un tiempo se dedicó a robar y después a falsificar documentos, luego en su afán de huir de esa vida cruzó la frontera, y César en lugar de enojarse porque los dejaba increíblemente lo ayudó y le recordó que si algún día regresaba, las puertas estaban abiertas. Por alguna razón Julián se había ganado el afecto de César, aun así, no volvió atrás, de vez en cuando hablaban, pero él no quería volver a lo mismo y temía que si fortalecía esa amistad, en algún momento lo obligaría de nuevo a retomar su carrera delictiva, aun así, cuando necesité salir del país y cambiar de nombre y el de mis niñas, él no dudó en pedirle ayuda a César, sabiendo que, si él quería lo atraparía una vez más en sus negocios sucios y ya no podría negarse, para entonces, César había cambiado su residencia para Estados Unidos. Era tanta mi desesperación, que fui egoísta y lo deje arriesgarse, por fortuna y hasta donde yo sé, César lo ha dejado en paz, y espero que no quiera cobrarse ese favor algún día. Sería algo que no me perdonaría a mí misma, no suelo ir dañando a quienes me rodean, menos a quienes buscan mi bien y muy especialmente a Julián, es y siempre ha sido como un hermano para mí y solo quiero que logré ser feliz, lo merece, a veces pienso que soy yo quien no se lo permite y me da tristeza, porque si soy sincera ha dedicado su vida entera a velar por mí, quisiera poder corresponderle, pero en lugar de ser un apoyo he sido y sigo siendo una carga para él, no entiendo como no se ha desligado ya de mí, esta es su oportunidad de alejarse y dejarme, no me necesita y mucho menos necesita cargar con las consecuencias de mis actos, como mi necedad de relacionarme con Bryan, él me lo advirtió, pero por mi estupidez no lo escuché, más bien no creí que Bryan fuera una mala persona, pero yo no conocía a las personas, ni era maliciosa como para creer que alguien pudiera ser tan perverso, sin embargo, Julián sí, había vivido tantas cosas, que debí de confiar en él, pero no lo hice y estas son las consecuencias, lo malo es, que no solo yo las estoy pagando, todos a mi alrededor han sido afectados y eso me duele tanto.

En estos momentos acabo de despertar, y Carlos está aquí. Cómo en otras ocasiones, e igual que en otras ocasiones toma mi mano y me enoja tanto, porque no lo quiero ver, ni oír, me siento herida, decepcionada y frustrada, porque a pesar de mi resentimiento hacia él, mi cuerpo responde y cientos de sensaciones acompañan al toque de su mano, yo permanezco inmóvil, haciéndole creer que estoy dormida, pero él no se queda en solo tomar mi mano, escucho su voz profunda, me habla con ternura y deseo apartar mi mano, no soporto que me hable de esa forma y que me prometa que todo estará bien cuando nada está bien y en parte es por su causa, porque él simplemente no me creyó, y me dejaron en ese maldito lugar, donde me obligaron a mentir y a culparme de cosas que no había hecho. Aún aquí no sé en calidad de que estoy, seguramente en cuanto me recupere un poco más, vendrán por mí y me llevarán de nuevo a ese horrible lugar, hasta que me vuelvan a atacar, hasta que ya no haya ningún regreso. Lo sé, no tengo escapatoria. Las lágrimas fluyen y surcan mis mejillas, por desgracia, es lo único que en estos momentos puedo hacer, llorar y evadir las emociones que la presencia de él provoca en mí, son tan contradictorias, pero no puedo hacer nada para cambiarlas, están ahí y mientras él no se marche ahí seguirán.

_ Perdóname. - lo escucho decir. Y no puedo controlar que un sollozó escape de mi boca y ese se sucede a otro y otro hasta que estoy llorando, de inmediato siento sus brazos rodear mi maltrecho cuerpo y lo odio aún más, quiero que se retire, que me deje y se marche, pero se siente tan bien ser consolada por él, que a la vez me aferro a esa sensación, al menos solo por hoy y por este momento. Solo por hoy. Me repito una vez más.

OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora