CAPÍTULO 18 ¡ALARMA!

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Julián
_ Sé que no puedes hablar. - Dijo la voz al otro lado. _ solo necesitaba que hicieras esta llamada. No digas nada, solo escucha. Sé que te tienen vigilado 24/7 y lo único que te voy a pedir, es que tengas siempre contigo lo que te quieras y puedas llevar, creo que entiendes la situación. Sé sabio... - iba a seguir hablando, pero escuché ruidos afuera y colgué con rapidez tratando de no descubrirme. Fingí seguir leyendo para poder recuperar mi teléfono que se hallaba debajo de la revista, era el que me dio Carlos en aquella ocasión y que ya no pude usar por causa de la vigilancia tan estricta que Bryan puso sobre mí. Gracias a Dios que lo tengo porque de lo contrario me hubiera sido imposible hacer esta llamada, mi celular sigue intervenido.

Esta extraña llamada, me dejó pensando, no entiendo quién es ese hombre, ni qué se propone, pero estando en la situación en la que me encuentro, quiero creer que es alguien que nos va a ayudar, por lo visto tiene vigilado a Bryan, porque parece conocer sus movimientos. Por lo pronto trataré de hacer lo que me dijo. Total, no pierdo nada.

Jasmín
Es media mañana, es increíble mi evolución, ahora sé que la tristeza y el rencor de verdad que acaba con quién lo tiene. Desde el día que decidí dejar de culpar a Carlos por lo sucedido, o mejor dicho perdonarlo, las cosas han cambiado, tanto, que ya soy capaz de ponerme de pie y dar cortos paseos por la casa, ya no necesito que me alimenten, lo puedo hacer yo sola, mi respiración se ha vuelto más regular y mi ánimo aunque no del todo, ha mejorado y no está al cien por ciento, porque no estaré bien hasta saber de mis niñas y tenerlas de vuelta en casa. Ese es mi principal motivo para recuperarme al cien por ciento, porque sé a dónde ir, estoy segura de que Bryan las tiene o al menos sabe dónde están, porque, aunque las autoridades digan que no fue él quien se las llevó, yo sé que sí, nadie más tendría interés en ellas.

En este momento estoy despidiendo a Carlos, va a hacer un viaje rápido, va a recoger a sus hijos y los va a traer a casa, la verdad es que los extraño mucho y me alegrará verlos de nuevo.

_ Que tengas buen viaje. - digo, quisiera pedirle que no se marche, que me da temor quedarme sola, aunque no lo estoy, por esta ocasión Estefanía se quedará conmigo esta noche, además, están los hombres del servicio de vigilancia, así que no le digo nada, es mejor que viaje de noche y mañana temprano estarán se regresó. No tengo por qué preocuparme, pero me siento ansiosa.

_ Solo estaré fuera unas horas. - me sonrió. _ estarás segura, no te quedas, sola, esta Estefanía, está el equipo de seguridad y les dejaré a Román. - era uno de los chóferes. _ por si llegaran a necesitarlo, qué, sé no sucederá. Todo irá bien. - se acerca más de lo debido.

Carlos
Me está costando dejarla, no sé porque tengo un mal presentimiento, por eso le detallo la razón por la qué no debe de preocuparse, quizás para convencerme a mí mismo también.

La miro y sé que la he convencido a medias y ver ese estado de indefensión reflejado en su rostro me derrite, me acerco a ella y sin pensarlo acarició fugazmente su rostro, quisiera prolongar mi toque, pero no quiero asustarla y retiro mi mano, pero no puedo marcharme sin darle un casto beso de despedida en la mejilla.

Ella me mira con esos ojos hechizantes y deseo regresarme y no partir, pero recuerdo a mis dos pequeños a los cuales extraño como no tienen una idea, así que doy la media vuelta y salgo de la casa.

Afuera, me dirijo al auto, mi chófer ya se ha marchado y Román se quedará, para que ellas no se queden solas. Yo no tengo ningún problema en manejar, dejaré el auto en el aeropuerto y a mi regreso lo recogeré.

Cruzo el jardín de enfrente, mi auto está casi a la salida, miro a cada uno de los guardias son seis, todos están en sus puestos, tres están en la parte trasera de la casa rodeándola y no los veo, uno está cerca de la entrada otro cerca de la salida y otro en la caseta, todos me miran, siempre me saludan cuando llego o me marcho, el que está cerca de la salida, apenas si me voltea a ver, me da la impresión de que se esconde, al menos de mí, porque lo he visto hablar con los demás, no es la primera vez que sucede esto, si no fuera porque esta agencia de seguridad nunca me ha quedado mal, dudaría de ese hombre, aun así no pude quedarme tranquilo y días, atrás hable con su jefe.

_ Le prometo que haremos el cambio. - Dijo ante mi petición de no quererlo ahí. _ pero justo en este momento no tenemos a ningún hombre disponible, pero lo resolveremos. - dijo nervioso. Y como no, yo de forma particular, y mi empresa, somos un cliente que representa más de la mitad de sus ingresos. Así que, estaba preocupado, sin embargo, todavía él está ahí y no es que tenga cara de gente mala, de hecho no se la he visto, como dije, me da la impresión de que se oculta de mí, su rostro cuando lo llego a mirar de frente pero de lejos siempre trae gorra y lentes oscuros, y cuando me lo he encontrado de cerca simplemente finge hacer algo y se aleja dándome la espalda, quizás sea mi paranoia, pero prefiero no arriesgarme y no tenerlo entre nosotros, si para mañana que regrese aún sigue aquí, tendré que tomar medidas drásticas.

He viajado por varios minutos, durante el trayecto no he dejado de pensar en lo que dejo atrás, no sé porque no me siento tranquilo, quizás sea por la actitud de ese hombre, ahora me pareció más alto, más grande, más amenazante, insisto, no le vi el rostro, pero todo el me intimida, su brazo, traía un reloj y una cadena ostentosa, el reloj es demasiado caro para un guardia de seguridad y la cadena... he visto antes esa combinación, ¿a quién se le ocurre llevar una cadena junto con un reloj, además tan llamativa? ¡Maldición! - freno intempestivamente, momentáneamente pierdo el control del auto y me salgo de la carretera, no tengo tiempo para lamentarme, no me pasó nada, ni al auto, intento incorporarme de nuevo a la vía, pero me detengo, tengo que hacer una llamada con urgencia y manejando no puedo. Tomo mi teléfono y con manos temblorosas busco un número y lo marco.

OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora