Jazmín
_ Hola Lizzete. - digo cohibida._ Hola Jazmín. - contesta mi saludo y se acerca a mí y me envuelve en un apretado abrazo. No es que no nos llevemos bien, es que siempre me sentí intimidada por ella, yo era una simple camarera y ella era la socia de mi jefe, o sea, mi jefa, pero también era la esposa de mi querido Julián.
La admiraba mucho, eso sí, porque a pesar de que era alguien importante y con muchos recursos, siempre fue sencilla con nosotros y jamás nos miró por arriba del hombro, y sobre todo hizo muy feliz a mi hermano, aunque quizás ni cuenta se dio.
En ese momento entró Carlos y los presenté.
_ Él es mi esposo. - dije tomándolo del brazo, porque también estaba sorprendido de ver qué Julián tenía visita y sobre todo esa clase de visita. _ y ella. - dije dirigiéndome a él . _ es la ex de Julián.
Ambos fingieron no estar sorprendidos, ella, supongo preguntándose cómo yo, la que fue su empleada, una camarera, estaba ahora casada con semejante hombre, porque aunque Carlos no lo presumiera, era obvio que era alguien importante, y no solo sobresalía en lo económico, si no físicamente, no me sorprendía la cantidad de suspiros que dejaba al pasar, y él, preguntándose, como era posible que Julián, su empleado, el que no tenía nada propio, hubiese estado casado con esa mujer que gritaba a los cuatro vientos su posición privilegiada.
_ Amor. - dijo Carlos después de un rato de charla incómoda. _ el médico quiere saber si ya que estamos aquí, puede adelantarnos la cita de mañana
_ Por supuesto. - contesté, gracias a Dios por ese médico, nos estaba salvando de una situación difícil.
Nos despedimos de ambos, la verdad, me daba tanto gusto que Lizette estuviera aquí, con Julián, estaba segura de que su recuperación se vería afectada, para bien por supuesto.
Nos dirigimos al consultorio del doctor que me atendía. De inmediato nos hicieron pasar,
Ya me habían hecho los estudios necesarios y solo nos darían los resultados, así que estábamos expectantes, porque ambos anhelábamos escuchar que por fin me daban de alta.
_ Por favor tomen asiento. - nos indicó el médico dos sillas enfrente suyo, mientras la enfermera seguía de pie esperando cualquier instrucción de él, luego tomó unos documentos que había sobre su escritorio, les dio una ojeada y con rostro muy serio nos miró.
_ Sé cuánto han deseado que esta sea la última consulta de su esposa. - se dirigió hacia Carlos, quien se tensó al instante, apretando mi mano que ya sostenía, yo también me tensé, era obvio que no había buenas noticias. _ por desgracia no va a poder ser así. - dijo mirándonos a ambos, cuando menos vamos a necesitar otros nueve meses más antes de poder darle su alta definitiva.
_ Pero... ¿por qué tanto? ¿qué sucedió? - Dijo Carlos. Ambos lo miramos con expectación y angustia.
_ Hemos revisado sus resultados y no podemos dejarla ir antes de ese tiempo.
Nos sorprendió que la enfermera nos mirara sonriente, luego el médico hizo lo mismo.
Carlos y yo nos miramos sin comprender nada, pero justo en ese momento, como si los dos al mismo tiempo nos diésemos cuenta, entendimos. NUEVE MESES.
No esperamos a que el médico lo confirmara, nos abrazamos eufóricos, entre brumas lo escuché felicitarnos y decirnos que íbamos a ser padres.
Cuando por fin nos calmamos, el médico y la enfermera nos felicitaron en forma, luego él, empezó a decirnos, que requerían realizarme más estudios y a informarnos, cuál iba a ser de aquí en adelante la forma de llevar a cabo todo el procedimiento de consultas, estudios, y revisiones, hasta que diera a luz.
_ No lo puedo creer. - dije aún aturdida a Carlos, que también estaba feliz y me tomaba con fuerza de la mano, como si intentara retenerme ante un escape mío.
_ Es necesario respetar toda indicación médica. - continuó el doctor. Si otras fueran las circunstancias, hoy estuviera siendo dada de alta, pero debido al embarazo necesitamos estarla monitoreando por lo que ha pasado y la verdad, no sabemos cuál sea la reacción de su cuerpo recién recuperado.
_ Haremos todo lo que usted nos diga. - habló Carlos, yo asentí, porque estaba de acuerdo, no iba a exponerme y menos a nuestro bebé.
Salimos felices directo al cuarto de Julián, ambos nos felicitaron, Julián estaba feliz, y ella parecía que lo estaba, pero no pude dejar de notar la tristeza en sus ojos, acababa de saber que no se había vuelto a casar, y que tampoco tenía hijos, quizás no podía tenerlos, no lo sé, pero me partió el corazón pensar que yo era tan feliz y ella no, era una gran persona, merecía la felicidad y lo peor, me encantaría que fuera al lado de mi hermano, aunque ya habían tenido su oportunidad y no se dio, sin embargo yo no perdía las esperanzas, ambos seguían solteros, eso debería significar algo. - sonreí para mí misma.
_ No puedo creer que me vas a hacer tío de nuevo. - me sacó de mis pensamientos. _ ¿tú lo puedes creer? - miró a Lizzete con una enorme sonrisa. _ hace unos meses tenía solo dos sobrinas. - le explicó. _ luego me dieron dos sobrinos más ¿y ahora otro?
_ Me alegro por ti. - sonrió ella con dulzura. _ sí que eres afortunado, yo no sé si sería capaz de criar a tanto niño a la vez.
_ Se aprende. - dije animándola. _ es mucha responsabilidad, pero los niños son hermosos.
_ Algún día tendrás los tuyos. - dijo Julián mirándola con anhelo. Ella solo sonrió ruborizada.
La visita termino, en otras circunstancias yo me hubiese quedado a su lado y Carlos se hubiera marchado a su trabajo, pero no podía quedarme, ella no hizo el intento de retirarse y yo respeté eso, sabía que Julián así lo hubiese querido, aun cuando no se atrevió a pedírmelo.
_ Amor. - tomó mis manos Carlos, cuando íbamos de camino a casa en el auto. _ este es uno de los días más felices de mi vida. Gracias. - me miró a los ojos, los suyos brillaban. _ el médico. - continuó. _ prácticamente nos dijo que estás bien, que, de no ser por tu embarazo, hoy hubieses sido dada de alta, así que vamos a festejar, como si así hubiese sido y lo mejor, vamos a ser padres, me vas a dar un hijo y eso me hace tan feliz. - acarició mi rostro con ternura.
_ ¿No te importa que seamos tantos? Cómo dijo Julián van a ser cinco niños que cuidar, que mantener y que educar.
_ Contigo a mi lado pueden ser veinte si tú quieres. - sonrió. _ jamás me arrepentiré de haberme dado una oportunidad más en el amor. - se puso serio. _ porque entonces no te tendría a ti, ni tendría a mis niñas y menos a este bebé. - acarició mi vientre aún plano, y no tendría a toda esa gente hermosa que está ligada a ti, a Juan, Matilde, Julián y quizás más adelante a Lizzete. - sonrió con complicidad, porque pensaba lo mismo que yo, ellos deberían de estar juntos. _ ya no podría vivir sin ninguno de ustedes. - dijo.
Lo abracé con fuerza, yo tampoco podría vivir ya sin él y las niñas, y se lo dije, yo también me había arriesgado a darme otra oportunidad en el amor y no me arrepentía, por fin él era el indicado, y esta familia era la indicada para mí. Los amaba
Me tomó entre sus brazos y nos fundimos en un tierno y apasionado beso, luego nos separamos, no estábamos solos, Rob era discreto, pero no le daríamos un espectáculo. También él estaba feliz por nosotros, Carlos no había podido evitar contárselo, de verdad que estaba feliz, y yo junto con él, nos miramos una vez más, y una vez más nos fundimos en otro abrazo, nunca nos cansaríamos uno del otro.
_ Te amo. - susurró a mi oído. _ y a ti también. - le habló al pequeño ser que apenas empezaba a formarse en mi interior.
_ Yo también los amo. -dije. Y me deje querer por él.
NOTA:
Los espero mañana en el Epílogo.
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OTRA OPORTUNIDAD/No. 3 De La Serie: HERMANOS
RomansaÉl, un hombre de negocios, su carrera, al lado de su nuevo socio, asciende como la espuma, su fortuna es cuantiosa, sus dos pequeños llenan su vida, sin embargo, en el amor todo va cuesta abajo, su esposa murió, la mujer con la que pensaba formar un...