Willom.
Estoy segura que nunca vi unos orbes tan lindos en mi vida. Estaba claro que su heterocromía era su mejor dote para conquistar porque son únicos e irresistible.
Tanto que me obsesione con él hasta tenerlo en mis brazos.
Uno verde como zafiro y uno azul como el mar, detallo sus ojos tampoco podía resistirme a semejante tentación, sus labios que no dejaban de besarme impedían que me concentrara en otra cosa que no sea su cuerpo.
-Aedus... - intentaba quitármelo de encima, pero es fuerte y sujetaba mis manos para que no le estorbara – Aedus quiero ir a comer ¿sí?
El muy sínico sonría contra mi piel desnuda que no se cansaba de besarla cuando ya la había saboreado. Sin embargo, hablaba en serio.
-Puedes comerme a mi otra vez, si quieres – apoyado con ambas manos en la cama levanto el mentón para mirarme directamente a los ojos – Disfrutaremos los días que nos quedan aquí.
-Pensé que ya ibas a regresar – dije. Su padre y la empresa también son un tema sensible, acomodándose a mi lado suspiró – Debes tener mucho trabajo atrasado en la empresa.
-Eso no me importa. Ojalá esto le sirva de escarmiento a mi padre para que así me dejara en paz.
- ¿Tan mal te llevas con él? – pregunte sin miedo a que se enojara.
-No tienes idea la persona de mierda que resulto ser – masculla con voz arisca cargada de mal humor – Solo de pensar todo lo que sufrió mi madre a su lado me dan ganas de tirarlo por un precipicio.
Claramente no entendía porque hablaba de ese modo, pero me daba una idea que algo grave debió suceder para que se exprese de esa forma. Por primera vez dejaba ver esa rabia contenida en palabras y no siendo la muralla China difícil de escalar.
-Aedus, aunque no tengo conocimiento de lo que sucedió es tu padre, todos cometemos errores, pero saber reconocer que se equivocó será clave para perdonarlo ¿Piensas igual?
Niega frenéticamente mientras busca su bóxer para ponerse. Evidentemente mi tacto para tratar el tema lo altero, Aedus es una bomba explosiva. Ojalá con el tiempo se calme porque ese rencor acumulado lo hará cometer una locura.
- ¿Por qué te vas? – no pregunto directamente le grito, ya que, se enojó yéndose a bañar.
Lo seguí hasta el baño con propósito de que me escuchara, pero esas no eran sus intenciones.
La alcachofa la dejo abierta, el repiqueteo del agua en el piso se oía y detrás de la mampara no había señales de él. Girando sobre el piso resbaloso vi cuando soltó la puerta para dejarse ver.
Esa sonrisa lasciva de costado lo delataba. Con apresuradas zancadas me alzo en volantas para meternos en el agua y otra sección privada de sexo comenzaría.
++++++++++++++++++
Aedus.
Esta chica de piel chocolate claro me hacía sentir como un niño. Jamás imagine estar perdiendo el miedo con alguien, menos con ella que apareció de la nada.
Aunque todavía me sigue intrigando una cosa ¿Qué hacia ese día en la conferencia? ¿Sino era una reportera a que fue?
Por el momento me conformare el tenerla a mi lado, pero espero obtener esa respuesta de sus labios muy pronto.
Apresurado movía mis pies al baño cuando grito. Ya no quería seguir hablando de mi padre, es un tema que no se dominar al enojarme, pero es la primera vez que hablo de él y justamente ese alguien no es Aiden.
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El hombre de mis Fantasías (Completa)
Romance¿Se puede amar a una persona que solo aparece en tus fantasías? Muchos dirán que no, pero una mujer está a punto de experimentar una situación que parece un deja vu. Aunque no lo es en absoluto. Conoce a un hombre igualito a como ella se lo imagina...