Aedus.
Llegamos a la madrugada. Corrimos toda la noche, Aiden fue quien conducía cuando a mí me pesaban los parpados.
Y cada tanto resoplaba también estaba afligido, pero no hice preguntas hasta llegar al hotel.
- ¿Todo bien con Sienna? – indague sentándome al borde de la cama cambiándome las zapatillas.
-Todo se fue al carajo otra vez – lucia resignado – Toque el tema Willom y se volvió completamente loca. No comprendo cómo puede culparla de algo sin ser consciente de lo que realmente paso.
- ¿De qué hablas? – se desploma en el sofá – Pensé que fue una típica discusión de hermanas.
-No, su relación se vino abajo cuando su hermana mayor se fue de su casa, aunque no se los motivos. Sienna culpa a Willom, pero creo que se equivoca.
Ahora entendía la mayor parte de su huida, sin embargo, nada estaba claro.
-Supongo que con el tiempo se le pasara – Aiden niega.
-Si la conocieras y la vieras de furiosa que se puso al mencionarla no dirías lo mismo – reposa su cabeza en el respaldo - ¿Sabes? Empiezo a perder la batalla por verla ser la misma de antes, prefería que peleáramos y al otro día alguien de los dos diera el primer paso, pero últimamente ella ni siquiera me llama.
-Bueno las cosas cambiaron desde el accidente, entiende que su estado físico y mental no es el mismo. Dale tiempo e intenta no pensar tanto en darte por vencido.
-Ya no es fácil. Siempre hice todo para complacerla...y estoy cansado de luchar.
Comprendía porque yo he llegado a sentirme así o lo siento en este momento, pero hay que batallar en la tormenta.
Para despejar la mente decidimos salir a caminar por la playa. El viento azotaba en nuestras caras viendo a algunas personas metidos entre las olas.
- ¿Trajiste tu equipo? – interrogo Aiden – Dentro de unas horas será nuestro turno de practicar.
-Todavía hay tiempo para eso – comente sin despejar la vista de las olas furiosas y su imprégnate aroma diciendo esta es tu casa, las olas.
Continuamos el recorrido a lo largo de la playa. Había una cantidad prudencial de personas ya que es la temporada ideal para surfear. Muchos aman este deporte como yo y nos deleitamos sintiendo la adrenalina en nuestros cuerpos, el roce del agua y mantener el equilibrio de no caer a la primera.
-Los novatos irán primero – Aiden se olvida que él fue uno – después los expertos.
Nos reíamos ya que se vanagloriaba como un profesional en la materia.
Vimos un grupo reunido a la orilla rápidamente vi quienes eran, la calma desapareció al verlo a Justin reírse a carcajadas. Me da coraje que él fuera feliz mientras yo seguía afectado por su transas de amigo falso.
-Creo que deberíamos a apartarnos de aquí – propuso Aiden cuando miro en esa dirección – Ojalá todos tuviéramos la misma determinación de él y la conciencia porque yo no podría vivir con semejante crueldad en mi cabeza.
-Pero los monstruo si, Aiden. Regresemos al hotel para prepararnos.
Y lo hicimos. Al atravesar las puertas choque con una cara conocida. Una compañera de surf en Australia.
- ¡Hey! – sonreía animadamente con su traje en rojo y blanco, lista para meterse dentro del agua - ¿Qué tal, Aedus? Tanto tiempo sin vernos.
-Si la verdad – Aiden se adelantó, pero no sin antes hacerme una insinuación con sus cejas – Las olas de Whitby te trajeron ¿verdad?
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El hombre de mis Fantasías (Completa)
Romansa¿Se puede amar a una persona que solo aparece en tus fantasías? Muchos dirán que no, pero una mujer está a punto de experimentar una situación que parece un deja vu. Aunque no lo es en absoluto. Conoce a un hombre igualito a como ella se lo imagina...