Capítulo n°30: "Jugare con fuego si es lo que busca".

20 3 0
                                    

Aedus.

Llevo días en casa de mi abuelo. He pasado los mejores días junto a mi hermano que hoy planeamos ir de paseo por el parque.

El sol en su apogeo alumbra tanto que en mi pecho no cabe tanta felicidad. Nada podría ser mejor. Desciendo la escalera sujetándome de la baranda, abajo se oyen murmullos algo furiosos.

Siendo un entrometido voy directo al estudio de mi abuelo Leonardo. Discuten fervientemente con otra persona, no logro identificarla, sin embargo, al ver por la mínima abertura un hombre de espalda intenta convencer al abuelo de que se vaya con él.

Y me sorprende que lo llame papá. Creía que el único familiar era mi padre.

--¿Por qué estas expiando al abuelo Leo? – Alvin me da un susto de muerte dudando mucho de que no se hayan dado cuenta de mi presencia detrás de la puerta.

--Alvin habla más bajo. – dije apartándome de la puerta. – Ahí dentro hay un hombre tratando de llevarse a nuestro abuelo. Lo llamo "papá".

--Eso no es posible. El abuelo solamente tiene un hijo o se eso creo.

Mi hermano lucia tan desconcertado como yo, pero se nos apagó la oportunidad de conocer ese secreto. Leonardo y su invitado salieron poco después de encontrarme a Alvin pegado su oreja a la puerta del estudio.

Ese hombre nos miraba de arriba a abajo de forma frívola, cargada de odio y se quedó anclado en medio de la sala mientras yo y Alvin no nos queríamos ir sin saber lo que ocurría.

¿El abuelo nos mintió? Pero realmente no tenía motivos para hacerlo.

Al despedirse esa extraña persona vino a nosotros, sonreía como es su costumbre, sin embargo, en su mirada había una preocupación latente. Y el curioso nunca se puede quedar con la boca cerrada.

--¿Quién era ese sujeto? Oí que te llamo papá ¿No estas ocultando algo? – investigue.

--Aedus no seas tan grosero. – me reto mi hermano.

--Simplemente quiero saber ¿eso es malo? – inquirí siguiendo al abuelo divertido con nuestra discusión de hermanos.

--Muchachos ya dejen el berrinche para otro momento ¿sí?

--Abuelo responde mis preguntas. – insistí.

Su silencio fue más alto que cualquier palabra. Descubrí un secreto por el que nos pidió callar. Lo sucedido a nuestro alrededor no era normal tampoco nuestra familia.

Desperté agitado al recordar esa escena en casa del abuelo. Con tantas cosas en la cabeza olvide por completo uno de los tantos secretos de Leonardo Lennox.

Unos minutos después el sonido de la alarma parecía el rugido de un león entrando por mis oídos para perforarlos. Rápidamente salí de la cama e ir por una ducha que quité mis malestares con respeto a toda esa farsa montada en mi familia.

Al parecer todos mienten.

Ya nada podría esperar sino es lo peor, mucho menos del aborrecible padre que tengo.

Tengo en mis manos la dirección exacta de la persona que se encargó de cuidar a mi abuelo desde que enfermo. Pienso en una excusa convincente para poder escaparme de la vigilancia de Connor, pero sería muy arriesgado irme sin que él lo sepa, pondría en peligro a Willom y eso no es negociable.

Algo se me tiene que ocurrir. Definitivamente es la dirección de los secretos y la intriga pica tanto, no puedo retrasarlo demasiado para ir así que ideare un plan para salir mínimo dos días.

El hombre de mis Fantasías (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora